Seis millones de euros, solo 50 unidades y más de 350 km/h: así es el coche del futuro de Adrian Newey

Adrian Newey se ha vuelto a superar. Una de las mentes más privilegiadas del mundo del motor ha decidido despedirse de Red Bull por todo lo alto tras veinte años. Lo ha hecho a través de un súpercoche de su cosecha en un lugar concreto, el histórico festival de la velocidad de Goodwood.

"El coche es Adrian (Newey) desatado". Es como definen en su equipo el hypercar RB 17 que se ha sacado de la manga el ingeniero británico como último proyecto para la marca de las bebidas. Le han dejado plena libertad para trabajar y ha creado un monstruo que, por cierto, podría verse en carretera aunque solo se diseñen 50 unidades.

Costará 6,2 millones de dólares, unos cinco y pico de euros, tendrá 1.200 caballos de potencia, pesará unos 900 kg, y competirá en velocidad punta con un Fórmula 1 ya que superará los 350 km/h. O incluso lo superaría: "En nuestras simulaciones, habría superado cómodamente el tiempo de la pole en Silverstone, creo que en más de un segundo", presume Newey.

Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, no puede esconder su admiración por el coche con aspecto de nave espacial que ha ingeniado Newey. "El RB17 es el coche que nunca ha existido, tiene mucho ADN de Fórmula 1 en él, va en línea con el linaje de muchos coches de Red Bull, va a ser el más extremo de todos los tiempos", reconoce el ingeniero de 65 sobre su último servicio para el equipo campeón, ya que lo abandonará a principios de 2025.

"El RB17 está superando los límites de todo lo que he aprendido a lo largo de mi carrera en un solo coche. Me encantaría que se viera como una sensacional obra de arte en movimiento, cómo algo que nunca antes se haya hecho", ha afirmado el británico en medio de las celebraciones en Goodwood por los 20 años de Red Bull en F1 y los rumores sobre su futuro.

Dentro de su brillante currículum, donde figuran coches campeones como los de Sebastian Vettel o Max Verstappen, Newey cree que ha puesto la guinda con un hypercar al que se debería considerar "una obra de arte". Puede presumir todo lo que quiera porque se ha ganado el respeto de todos con su brillante palmarés. También tiene derecho a tomarse todo el tiempo del mundo para decidir su futuro aunque los equipos le metan tanta prisa.