Un secreto a voces... que termina con una coronación agria para abrir la era post Lewis Hamilton

Monza.- Agrio. Descafeinado. Artificial. Da igual el adjetivo. En el paddock de Fórmula 1 hay quorum sobre el anuncio de Kimi Antonelli como nuevo piloto de Mercedes. Mejor dicho, como sustituto de Lewis Hamilton tras toda una vida y siete títulos. Los tiempos del equipo alemán son más que cuestionables.

Antonelli duró diez minutos en el Mercedes en Monza. Era la primera vez que se subía en un Gran Premio, se había cansado de hacer tests con coches de otros años, y se estrelló de forma brutal en sus primeras vueltas. Horas después, a las nueve de la mañana del sábado, la escudería que encabeza Toto Wolff decidió hacer oficial lo que era un secreto a voces desde hace meses.

Nadie cuestiona el talento del italiano. Con 18 años, es un prodigio llamado a hacer historia en este deporte. Sin embargo, en los libres, en su primera toma de contacto con el Mercedes, se pasó de frenada. Antonelli apretó de más en su vuelta: fue a por todas y parecía que estaba luchando la pole. Quería impresionar.

Era su fin de semana. Uno que jamás olvidará: coronación como sucesor de Hamilton y debut ante su gente en Monza. ¿Qué más se puede pedir? Mercedes debería haber retrasado el anuncio unos días. Pierde gracia hacerlo unas horas después de un accidente de 46 fuerzas G fortísimo y de la imagen de Toto Wolff cobijando al joven en el garaje pasándole la mano por la cintura.

En el paddock se cuestionan los tiempos del procedimiento de Mercedes. Con lo cauto que siempre ha sido Wolff, llama la atención las prisas con las que ha operado esta vez. Ahora quiere volver a subir al coche al joven para que se desquite y coja rodaje: lo hará seguramente en México este año, en los libres. Sea como sea, Antonelli está llamado a hacer historia aunque haya empezado con el pie izquierdo.