FÓRMULA 1

La radio en la F1: ¿qué se permite decir y qué no?

Aunque los coches de Fórmula 1 son monoplazas, eso no implica que los pilotos estén completamente solos. La comunicación es esencial para que un Gran Premio salga bien.

Christian Horner, jefe de Red Bull Racing, en comunicación directa por radio con su equipo. /Reuters
Christian Horner, jefe de Red Bull Racing, en comunicación directa por radio con su equipo. Reuters
Javier Mercadal

Javier Mercadal

La Fórmula 1 es un deporte de equipo. En muchas ocasiones se pone el foco sobre el piloto, corriendo el riesgo de que se olvide lo más básico. Sí, los coches son monoplazas, lo que implica que el conductor va solo en ellos, pero en su oídos llevan a un Pepito Grillo que les ayuda y guía durante toda la carrera. La comunicación entre el equipo y un piloto es clave para que todo salga bien en un Gran Premio. Siendo, además, parte del espectáculo. Gracias a algunos mensajes de radio que se emiten en televisión, los espectadores pueden saber qué está pasando tanto en el coche, como en el box. Hasta el punto de haberse convertido en uno de los grandes atractivos cada fin de semana de carrera.

En realidad, la comunicación entre los diferentes grupos de trabajo que forman parte de un equipo de Fórmula 1 es constante. El flujo información sobre el rendimiento del coche es clave para saber qué estrategia seguir durante la carrera, por ello puede haber varias conversaciones clave sucediendo a la vez. Para acotar, los espectadores tenemos acceso únicamente a las comunicaciones que se realiza entre el pit lane y el piloto. Estas, por razones obvias, deben ser cortas y al grano. Conducir un Fórmula 1 es una tarea complicada que necesita de máxima concentración. Los errores cuestan tiempo, y en la pista hay 19 bólidos más a máximo rendimiento intentando ocupar tu puesto.

Por ello, el piloto solo se comunica con una persona, generalmente su ingeniero de carrera. Será el encargado de pasarle las órdenes de equipo en mensajes cortos y claros. Además de las posibles interferencias, hay que tener en cuenta el ruido y movimiento que hay dentro de un monoplaza. Por ello, los mensajes se suelen enviar en zonas del trazado en el que sea más sencillo de escuchar: esto es, rectas en las que no hay peligro de adelantamiento o, sobre todo, en curvas lentas.

Lo que dice la FIA

En un deporte reglado hasta la última coma como lo es la F1, llama la atención la cierta indefinición que existe respecto al uso de la radio durante una carrera. Eso sí, el punto 33.1 del reglamento deportivo para 2023 dice lo siguiente: "Un piloto debe conducir el coche solo y sin ayuda". Ahí entraría el tema de la radio, claro. De hecho, en 2016 se trató de concretar qué comunicaciones eran tolerables y cuáles no. Básicamente se limitaban a informaciones sobre posibles averías, los tiempos del piloto y si había alguna incidencia externa como puede ser el tiempo o la presencia de algún objeto potencialmente peligroso en la pista.

Sin embargo, con el tiempo estas normas se han ido relajando. De hecho, en el último Consejo Mundial de la FIA se aprobó expresamente: "relajar la regulación de los mensajes de radio hacia y desde los pilotos en todo momento durante una competición". En estos momentos, prácticamente se puede comunicar casi todo por radio. Con la condición, eso sí, de que estas conversaciones sean públicas.

No obstante, todavía existe una restricción férrea: la vuelta de formación. Durante este momento, las comunicaciones entre equipo y piloto están prohibidas salvo por temas de seguridad o avería en el vehículo. Son el momento en el que los pilotos están más solos de todo el Gran Premio bajo pena de sanción. Hay un precedente claro de esto. En Hungría 2020, durante la segunda vuelta de formación, Haas ordenó a sus dos coches entrar a boxes para reemplazar los neumáticos de lluvia extrema al detectar que el temporal iba a pasar pronto. Sin embargo, los dos pilotos, Romain Grosjean y Kevin Magnussen, se delataron posteriormente, reconociendo la llamada del equipo. Esto les supuso una penalización de 10 segundos, que en el caso de danés implicó pasar de la novena a la 10ª posición, con la consecuente pérdida de puntos.

Cómo funciona una radio de F1

El artículo 8.9 del Reglamento Técnico de la Fórmula 1 especifica que: "Todos los coches deben estar equipados con un sistema de comunicación por radio de voz que haya sido fabricado por el proveedor designado por la FIA según una especificación determinada por la FIA". El piloto se comunica con un micrófono que va integrado en el casco, que se conecta a su vez al vehículo. De ahí, sus comunicaciones se manejan como otros datos que salen del monoplaza.

Cuando el coche está circulando, el Standard Communications System (Sistema de Comunicaciones Estándar - SCS) envía información a la OCU, que es la barra en forma de T que se encuentra en la parte superior de la entrada de aire, sobre el casco de los pilotos. Esta, a su vez, trasmite datos a uno de los diferentes puntos situados en los alrededores del circuito, permitiendo la comunicación entre el pit lane y el coche en todo momento.

Imagen del OCU en forma de T situado sobre el respirador del Mercedes de Russell. Reuters
Imagen del OCU en forma de T situado sobre el respirador del Mercedes de Russell. Reuters

Además, los pilotos llevan un unos auriculares que se fabrican a medida, con la forma de la oreja de cada uno, para evitar que se puedan caer con el movimiento del coche. Hay que recordar que, por seguridad, debajo del casco todos los corredores llevan una balaclava ignífuga que cubre todo su rostro con excepción de los ojos.

Polémicas de la radio en F1

Como decíamos, las comunicaciones entre coches y pilotos son públicas, lo cuál en un deporte ultra competitivo como la Fórmula 1 es una fuente inagotable de polémicas. Cabe recordar que los pilotos se están jugando la vida de forma literal mientras compiten por ser, en ocasiones, milésimas de segundo más rápidos que sus rivales. Por ello, lo que puedan decir en voz alta en esas condiciones, no suele ser fruto de una reflexión meditada. Todo lo contrario.

Por temas prácticos, las comunicaciones suelen ser cortas, directas y carentes de emoción más allá de las celebraciones de un buen resultado. Sin embargo, en ocasiones la olla a presión puede saltar. Sin ir muy lejos, en Bélgica 2022, Fernando Alonso llegó a llamar a Lewis Hamilton "estúpido" tras un accidente que provocó el abandono del británico. "Hacemos una megasalida, pero este tío solo sabe pilotar cuando empieza primero", llegó a decir.

 Son calenturas del momento y, como tal, los competidores suelen entenderlo. En ocasiones, la radio nos deja ver el hartazgo de los pilotos con su propio equipo. Ante los frecuentes cambios de estrategia de Ferrari, muchos de ellos contraproducentes para sus propios intereses, Carlos Sainz explotó en el Gran Premio de Gran Bretaña con dos palabras que han pasado a la historia de la F1: "Stop inventing".

El significado no hace falta ni traducirlo. Curiosamente, el español contradijo las órdenes de su equipo y terminó adjudicándose su primera victoria en el Mundial de Fórmula 1. Este tipo de situaciones, que hizo perder a Ferrari un buen puñado de puntos durante 2022, acabó con la salida de Mattia Binotto a finales de año y, más recientemente, con cambios en el departamento de estrategia.

Censura a la radio del director de carrera

Una de las mayores polémicas provocadas por la radio, sin embargo, no tiene como protagonista a ningún piloto. Ocurrió en el desenlace de la temporada 2021, cuando Lewis Hamilton y Max Verstappen se jugaron el campeonato en la última vuelta de la temporada en Abu Dabi.

Fue una de las temporadas más intensas y emocionantes en la historia de la F1. Los dos pilotos, que habían protagonizado una gran rivalidad, llegaron empatados al último Gran Premio. El británico iba dominando la carrera hasta que, a pocas vueltas del final, Nicholas Latifi se estrelló obligando a salir al safety car. Verstappen aprovechó para cambiar neumáticos, Hamilton no pudo hacerlo. Parecía que la carrera iba a terminar sin reanudarse, pero tras una conversación televisada de Michael Masi, director de carrera de la F1, con Jonathan Wheatley, director deportivo de Red Bull, el primero tomó la decisión de resolver el Mundial a una vuelta. Además, dejó al neerlandés deshacerse de los doblados para tener un mano a mano con su gran rival.

Verstappen, con neumáticos nuevos, fue más rápido y se anotó su primer Mundial. Mercedes y la prensa británica enfurecieron con la actitud de Masi, que terminó abandonando el puesto como consecuencia directa. No fue el único efecto que tuvo la polémica. A principios de 2022 se modificó la norma para que los mensajes del director de carrera no se pudieran retransmitir por televisión. Lo que se dice en los despachos, se queda en los despachos.