Netflix, entre el error y el marketing en el anuncio de su serie de Ayrton Senna

Una maniobra sutil y elegante de marketing o un despiste que ha encendido a algunos aficionados. Lo de Netflix con el anuncio de la serie de Ayrton Senna juega al límite del fuera de juego. El resultado, eso sí, opiniones a un lado, es inmejorable a nivel de interacciones en redes sociales. En medio de tres semanas de parón de las carreras, todo aquel que sigue la Fórmula 1 habla de ello.

El tuit anunciando el estreno de 'Senna', papel interpretado por Gabriel Leone, acumula un millón de impresiones. El carisma del astro brasileño, fallecido en pista en 1994, se vende solo. Sin embargo, el texto que encabeza el tuit ha inquietado a algunos aficionados de la Fórmula 1.

"Abrimos DRS y entramos en la recta de meta. 'Senna', la miniserie sobre el piloto de F1 más icónico de todos los tiempos, llega el 29 de noviembre". El hecho de que el DRS (Drag Reduction System) se introdujera en la competición en 2011 para facilitar los adelantamientos y no existiera en la época en las que pilotaba el brasileño, de 1984 a 1994, ha llamado la atención.

Puede tratarse de un error forzado para que se hable, más todavía, de la serie o de un despiste. Aunque hay más. Los aficionados más expertos han detectado otro fallo en la publicación de Netflix, cuya miniserie constará de seis capítulos. Esta vez, hay que mirar hacia las mangas del mono rojo del brasileño.

Al tricampeón del mundo se le asocia con su Mclaren MP4/4 y, entre otros elementos icónicos, con el sponsor de Marlboro. Los patrocinadores de compañías tabacaleras desaparecieron hace tiempo de la Fórmula 1 pero marcaron una generación para muchos aficionados que disfrutaban con el ruido del Ferrari de Michael Schumacher en los años 2000.

El hecho de que se haya omitido el logo de Marlboro que portaba Senna en su mono ha sido cuestionado por ese sector tan afín a la Fórmula 1 clásica. Netflix, contactado por este medio, prefiere no hacer comentarios al respecto. Marketing o error. Sea lo que sea, la repercusión ha sido brutal.