FÓRMULA 1

La FIA matiza su prohibición de hacer comentarios políticos y religiosos en la F1

Aclara que dichos mensajes no se podrán realizar durante los momentos clave de una competición, pero sí fuera de ellos.

Lewis Hamilton y otros pilotos con camisetas contra el racismo. /Reuters
Lewis Hamilton y otros pilotos con camisetas contra el racismo. Reuters
Óscar Méndez

Óscar Méndez

El nuevo código ético que estará presente este año en la Fórmula 1 sigue trayendo cola. La Federación Internacional de Automovilismo (FIA), organismo que rige más de 250 organizaciones automovilísticas por todo el mundo, entre ellas el Gran Circo, lo modificó a finales de 2022 para tener el poder de prohibir que los pilotos realizasen comentarios políticos o religiosos sin autorización previa, exponiéndose a una sanción si incumplían dicha medida. Ahora, a dos semanas de que empiece de manera oficial la temporada, ha querido aclarar su propia normativa y ha especificado dónde se puede y dónde no se pueden enviar estos mensajes.

"Se ha emitido una nota de orientación para los participantes en competiciones Internacionales, que establece el alcance de las actualizaciones realizadas al Código Deportivo Internacional de la FIA en diciembre. Las actualizaciones consolidan el compromiso de la FIA para proteger la neutralidad del deporte del motor y garantizan la neutralidad, en particular durante los momentos clave en todas las competiciones de deportes del motor, como podios, himnos nacionales y actividades oficiales 'en el campo de juego'; No impone ningún requisito adicional., tales como restricciones a las personas que expresan sus puntos de vista fuera de este horario", reza el último comunicado emitido por la FIA.

Con esta aclaración, el organismo apunta directamente a los Grandes Premios como los momentos en los que no están permitidos los comentarios no deportivos, pero abre la mano respecto a las redes sociales de los propios pilotos así como las entrevistas que concedan en diversos medios de comunicación.

Aquellos deportistas que deseen obtener autorización para hacer públicas sus protestas antes, durante o después de una carrera deberán hacerlo por escrito con un mes de antelación, y será la propia FIA la que estudie cada caso de manera particular. De incumplirlo, serán los comisarios los que determinen qué tipo de sanción reciben los pilotos, que puede ir desde una multa económica hasta la expulsión de un evento.

El pasado mes de enero durante el Rally Dakar, Mohammed ben Sulayem, presidente de la FIA, explicó por qué se había modificado el código ético ante la pregunta de Relevo. "Se hizo con la aceptación y la aprobación del Consejo Mundial. ¿Qué hay en nuestro estatutos? La neutralidad No queremos que la FIA sea una plataforma para discursos personales privados ni agendas personales. Nos desviaríamos del deporte", comentó.

Estas semanas, varios pilotos habían manifestado públicamente su disconformidad con la prohibición a poder realizar comentarios políticos o religiosos y algunos como Lewis Hamilton incluso señalaron que no lo cumplirían. Precisamente el inglés ha sido uno de los más vehementes en sus discursos sociales dentro del Gran Circo.

En los últimos años han sido muchos los ejemplos de protestas por parte de los pilotos de la parrilla. El heptacampeón del mundo lució en 2020 una camiseta de apoyo a Breonna Taylor, una joven afroamericana asesinada por la policía. Sebastian Vettel, ya retirado, ha sido otro activista en favor de los derechos y libertades de las personas en países como Hungría. "Me pueden descalificar, me da igual. Lo volvería a hacer", llegó a decir el germano tras la prueba. Ahora, deberán medir dónde vierten sus comentarios, pero podrán seguir siendo un altavoz.