Qué es la fuerza G y cómo afecta a los pilotos de Fórmula 1
En una categoría como la F1, este fenómeno juega un rol importante y condiciona la preparación física de los protagonistas.
Todo seguidor de la Fórmula 1 habrá escuchado alguna vez hablar de la fuerza G. Es un concepto íntimamente relacionado con las estrictas medidas de seguridad que se aplican en este deporte. Algunas de esas medidas están destinadas a reducir su impacto sobre los pilotos en un accidente, en las curvas y las frenadas.
La fuerza G es una medida que determina la aceleración producida por la gravedad de la Tierra sobre un objeto o individuo. Cuando un objeto se encuentra en movimiento o experimenta cambios en la dirección o velocidad, se produce esta aceleración. Se mide en unidades de gravedad: 1G es igual a la aceleración de la gravedad de la Tierra. Cuanto más fuerte sea ese cambio de dirección o velocidad, mayor fuerza G se experimentará.
Usamos un ejemplo práctico para entenderlo mejor: un coche que circula a alta velocidad tiene que frenar bruscamente por alguna razón. La fuerza G hace que el conductor que frena se desplace hacia adelante, aunque no haya nada que lo empuje (siempre va en sentido contrario a la acción). Por eso son tan necesarias las medidas de seguridad como cinturones y airbags en los coches de calle. Y por eso comprender cómo funciona la fuerza G es vital tanto para el diseño del automóvil, como para el rendimiento del piloto en las carreras de Fórmula 1.
¿Cuánta fuerza G puede soportar una persona? Esto depende de muchos factores, pero una fuerza de 2G ya es muy potente para cualquiera. Los airbags convencionales de los automóviles suelen saltar automáticamente si notan una desaceleración que genere 3G.
Qué es la fuerza G en la Fórmula 1
En Fórmula 1, los pilotos pueden llegar a soportar hasta 6,5G en una curva. Eso en condiciones normales, pero en caso de accidente se puede llegar a multiplicar.
En 2007, por ejemplo, el piloto polaco Robert Kubica soportó un total de 75G durante unos milisegundos cuando chocó contra un muro a 230 km/h en el Gran Premio de Canadá. Pero apenas se hizo un esguince de tobillo y alguna contusión. En cambio, su monoplaza quedó destrozado.
El neerlandés Max Verstappen protagonizó un espectacular accidente en la primera vuelta del GP de Gran Bretaña 2021, tras recibir el toque del inglés Lewis Hamilton cuando ambos pugnaban por la primera posición. Verstappen intentaba tapar todos los huecos ante un agresivo Hamilton y sus monoplazas se tocaron en la curva Copse cuando iban a gran velocidad. El impacto que sufrió Verstappen (estimado en 51G) obligó a trasladarle de inmediato a un centro médico.
¿Cuánta fuerza G puede soportar un piloto de F1?
Como decíamos antes, la fuerza de gravedad estándar es de 1G. Pero los pilotos de Fórmula 1 están sometidos a cantidades mayores: 2G cuando aceleran, 5G cuando frenan y entre 4G y 7G al tomar una curva. En el caso de los accidentes, estas cifras se multiplican, pudiendo llegar a superar los 70G.
Por esa razón, más allá de las medidas de seguridad implantadas por la FIA (Federación Internacional del Automóvil), los pilotos deben entrenar permanentemente el cuello para fortalecerlo y evitar tensión, fatiga y lesiones cervicales en situaciones de alta exigencia.
En muchos casos, las fuerzas G altas pueden causar tensión física en todo el cuerpo, incluida la acumulación de sangre en las piernas, dificultad para respirar y pérdida del conocimiento.
En el Gran Premio de Gran Bretaña, por ejemplo, las famosas enlazadas de Silverstone (tres curvas consecutivas llamadas Maggotts, Becketts y Chapel) llevan a los pilotos a experimentar fuerzas de entre 4,5G y 7G.
De ahí que se implementen en la F1 rigurosas medidas de seguridad para evitar consecuencias peligrosas. Los pilotos utilizan cinturones de seguridad y arneses de varios puntos de anclaje para mantenerse sujetos al asiento en todo momento y especialmente en desaceleraciones grandes. Estos sistemas ayudan a distribuir las fuerzas a través del cuerpo del piloto de manera más uniforme y reducen el riesgo de lesiones.
Y también recurren a dispositivos de protección del cuello, como el collarín HANS (Head and Neck Support), que reduce la carga sobre el cuello y la columna vertebral en caso de una desaceleración brusca. Estos dispositivos minimizan el riesgo de lesiones cervicales.
Además, en los auriculares de los pilotos, por los que escuchan al equipo y a dirección de carrera, van unos acelerómetros que son capaces de registrar hasta 400G y que evalúan la desaceleración de la cabeza en situaciones de accidente. Esto permite a los médicos de la categoría monitorizar a los protagonistas del Gran Circo en todo momento. De hecho, el protocolo establece que cuando se supera un determinado valor de fuerza G, el piloto debe pasar por el centro médico para someterse a una evaluación completa.