Expediente Carlos Sainz: no todo es tan malo como dice la clasificación... ni tan bueno como se esperaba
El español sigue tratando de adaptarse al Williams con cierta irregularidad, aunque las sensaciones y los puntos no concuerdan.

Salió sexto y terminó noveno... dando gracias. Carlos Sainz libró sanciones tras el Gran Premio de Miami por dos acciones polémicas que pudieron acarrearle penalizaciones de tiempo o puestos. Los comisarios decidieron que sus percances con Lewis Hamilton y un malentendido con una bandera amarilla no fueron suficientes para sumarle un tiempo adicional a su resultado final de carrera, por lo que 'El Matador' mantuvo el noveno puesto que se labró en las 57 vueltas que duró el gran premio y recogió un par de puntos para su casillero. Aún así, el de ayer fue un domingo negro más para Sainz.
¡CARLOS SAINZ IMPACTÓ CON HAMILTON EN LA ÚLTIMA VUELTA! 🔥
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Su aventura en Williams, a las pruebas hay que remitirse, no ha empezado de la mejor manera. Era de esperar. A nadie se le escapó en ningún momento que el cambio de Ferrari por Williams no era el más beneficioso para él, aunque poca elección tenía. Le toca remar con un coche que, como él mismo admite,tiene carencias en su ADN con las que tendrá que pelear a lo largo de una temporada en la que pocas mejoras verá introducidas en su monoplaza. "Ahora mismo es lo que hay", dijo ayer en el corralillo de periodistas.
Lo curioso es que a pesar de los problemas de equilibrio que le achaca a su coche, Sainz superó de nuevo el sábado a su compañero. Colocó el coche en la sexta plaza, justo por delante de Alexander Albon, una décima más lento, y superó a ambos Ferrari para confirmar sin alardes un detalle que ya es un hecho para todos en el paddock:Williams es 'el mejor del resto'. La escudería británica ha cumplido con el objetivo primordial que se marcó en la pretemporada, que no es otro que ser el mejor equipo de la zona media y aprovechar los errores de los cuatro mejores para rascar puntos que en condiciones normales serían inalcanzables. Así fue en Miami ante la inoperancia del coche que pilotan Leclerc y Hamilton, así como por las dificultades con las que aún se encuentra Yuki Tsunoda para domar al Red Bull 'post-Newey'.
Williams puede colgarse ya una medalla porque su coche corre como esperaba. Tanto a vuelta única como en carrera. Sin embargo, queda afinar el desempeño de un Carlos Sainz que todavía no se siente uno con la máquina. Bien que ha contribuido a encontrar las carencias y ponerles todo remedio posible, aunque sigue 'pidiendo' unos mínimos retoques en su coche para entrar de lleno en peleas por podios que cree alcanzables a medio plazo (o sea, esta misma temporada). Han decidido poner todos los huevos en la cesta de 2026, aunque todo apunta a que implementar modificaciones en el bólido actual podría aportar una décimas esenciales que ahora mismo es imposible extraer de otro modo.
Con las actuales herramientas y hasta que Sainz entienda al 100% el pilotaje que exige su Williams, así están las cosas. No pescará algo mejor que un octavo lugar, como el que firmó en Arabia Saudí, y sobre todo, no superará en demasiadas ocasiones a Albon. Al tailandés no se le presupone mejor nivel que al madrileño, aunque el canterano de Red Bull no es un hueso de peluche.
🗣️ Carlos Sainz: "El equipo me ha dicho que Albon no me iba a atacar y no ha dudado en pasarme"#MiamiDAZNF1 🇺🇸 pic.twitter.com/sdOlJE2ne2
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El asiático afronta su cuarto año de trabajo en Grove, tiempo suficiente para asumir y entender un coche que lleva presentando el mismo comportamiento en pista desde antes incluso de su llegada al equipo. Así, su rendimiento ha ido 'in crescendo' hasta alcanzar un nivel aclamado por la crítica desde hace ya años y que ahora eclipsa la adaptación de Sainz. La tabla no engaña: Albon ha superado en cinco de las seis primeras carreras al español y lidera la aportación de puntos al quinto mejor constructor hasta ahora en 30 a 7. Una pequeña paliza para ponerle las pilas a Sainz.
Pero como con todo, la situación no es ni blanca ni negra. Que Albon esté por encima en el Mundial con tan solo un cuarto del año transcurrido no significa que vaya a ser la tónica habitual en lo que resta de 2025. A Sainz le queda recorrido por delante para remontar y demostrar en pista que, como se estableció sobre el papel, es el número uno del equipo. Tendrá que seguir la línea ascendente de trabajo que prometió en su desembarco para darle la vuelta al marcador porque esta tampoco era la imagen que se esperaba del fichaje estrella de James Vowles.