El padre de Checo Pérez desvela las claves de su renacer: "Tiene su propia proteína"

"De pequeño, cuando corría en los karts, le ponía el motor con menos potencia, llantas usadas y viejas en vez de nuevas y le hacía salir último pero él siempre ganaba". Es la anécdota de la infancia de Sergio 'Checo' Pérez que cuenta a Relevo su padre Antonio para demostrar que "cuando a un ser humano le pones todo fácil, no logra sus objetivos". Así, poniendo las cosas complicadas a su hijo pero sin la mano durísima que caracteriza al padre de Max Verstappen, lo ha llevado a ser subcampeón del mundo de Fórmula 1.

Gracias a esta filosofía, cuantos más obstáculos hay que superar, el piloto mexicano está logrando seguir de cerca a su compañero Max Verstappen en este comienzo de temporada. Tres segundos puestos de Checo en cuatro carreras le sirven para estar a 13 puntos del tricampeón gracias a haber superado momentos díficiles de tremenda presión y feroces críticas. La más dura y desafortunada tuvo tinte racista y vino de su propio equipo, del doctor Helmut Marko, asesor de Red Bull.

"Aquello fue lo mejor que le pudo pasar a Sergio, revisa cuántas veces lo han enterrado durante su carrera y siempre logra salir del panteón (cementerio)", reconoce su padre a este medio sobre aquel episodio de fuego amigo desde su equipo, cuando el mexicano no rendía como se esperaba en 2023. Cuenta que cuando peor se le ponen las cosas y más elementos tiene en contra, como le ocurre ahora, mejor responde Checo: roces con Verstappen, flojos resultados en pista y líos internos en el equipo como el caso Horner. El mexicano ha pasado de todo.

Pérez quedó segundo el año pasado pero atravesó momentos que no quiere repetir esta temporada. "Mónaco fue su principal problema, cuando chocó en la clasificación", recuerda Diego Mancera, periodista de El País en México sobre uno de los momentos más oscuros de Checo, cuando su pesadilla eran las clasificaciones los sábados y le tocaba remontar desde atrás los domingos en carrera. "Le costó mucho trabajo retomar su nivel este año pero ha sabido demostrar en los momentos clave, esto le ha ayudado mucho", añade el periodista mexicano.

¿Pero qué ha cambiado en Pérez? ¿Qué ha mejorado este año? Checo arrancó con fuerza en 2023 ganando en Yeda y Bakú pero se deshinchó pronto y terminó muy lejos de su compañero Verstappen. Se decía que el Red Bull se adaptaba más al estilo del neerlandés, que había sabotaje del coche decían algunos conspiranoicos y, este año, la película ha cambiado.

"Checo quiso tener siempre el auto a su estilo y, este año, lo han llevado a manejar al estilo de Max, por eso se le ha acercado este comienzo de año", señala su padre, en conversación telefónica rumbo Cartagena para cumplir con su apretada agenda política en México.

Antonio Pérez subraya que "el cambio de Checo viene por la ayuda del doctor Marko y Christian Horner, que lo han llevado por un camino diferente en el que estaba". El mexicano se ha visto obligado a tomar "ese camino" por la enorme presión que ha sentido en el mejor equipo del mundo para no perder ese valioso asiento el año que viene: termina contrato y todavía no ha renovado.

"Sabe que tiene que agradar, que no tiene margen de error, este año tiene mucha presión y sabe que como tenga un pequeño fallo...", destaca Diego Mancera, de El País. "Checo tiene un ambiente de marketing muy pesado encima", recuerda sobre una gigantesca presión mediática que viene, en gran parte, "desde el Reino Unido".

La preparación física de este año ha tenido mucho que ver para que el mexicano haya empezado tan bien. "En este aspecto, lo veo mejor que nunca, Xavi Martos, Jo Canales y todo el equipo que tiene trabajando en lo físico y en lo mental es magnífico, ha desarrollado técnicas que enseñaremos más adelante y también ha hecho algo que ningún piloto ha hecho, que es tener su propia proteína, Habits", desvela Antonio Pérez, que ejerce de diputado en México.

Su entorno y medios comparten que la preparación está siendo clave. "Veo que este año ha tenido mucho cuidado con el físico", sigue el periodista mexicano al padre del piloto ya que, recuerda que la carrera de Checo "es como el buen vino y, a sus 34 años, es un veterano que está cada vez mejor". Extremo cuidado físico y mental como respuesta a aquellos que desean su asiento.

Las amenazas que le pululan son constantes. De hecho, el propio piloto bromeaba en la previa del Gran Premio de China acerca de que cada semana aparezca un candidato diferente para sustituirle. "Checo no está todavía en la zona de comfort que quisiera. Es complicadísimo lo que está haciendo porque Max es el mejor del mundo", señala su padre sobre su mejoría respecto al año pasado.

Responder en los momentos delicados está manteniendo a Pérez en Red Bull. "Aparecían los fantasmas de Ricciardo, ese asiento está muy peleado y le ha ayudado mucho demostrar en los momentos clave, donde se ha centrado más que nunca en competir", explica el periodista de El País. Checo está mostrando este año una versión renovada que nada tiene que ver con 2023 pero no puede descuidarse ni en un entrenamiento porque comparte garaje en Red Bull con el mejor piloto del mundo.