Cuánto dura una carrera de Fórmula 1
El tiempo máximo estipulado por la FIA ha ido variando con el paso de los años. Las carreras se pueden prolongar a causa de accidentes o malas condiciones del clima.
Hubo una época en la que ver una carrera de Fórmula 1 podía llegar a resultar eterno si las condiciones climatológicas o ciertos accidentes condicionaban el devenir normal de un Gran Premio. Esto no solo exigía el máximo de la paciencia de los aficionados, también los pilotos llevaban al máximo su gasto físico y mental. Qué decir de los programas de TV que las transmitían en directo... El punto de inflexión fue el interminable Gran Premio de Canadá de 2011, que duró 4 horas, 4 minutos y 39 segundos, una eternidad. Desde entonces, las cosas empezaron a cambiar.
Una carrera de Fórmula 1 no tiene una duración específica establecida en tiempo, aunque sí en kilómetros. El reglamento establece que cada carrera -a excepción de la de Mónaco- debe contar con 305 km, como mínimo, de competición. Esto hace que el tiempo total de cada Gran Premio varíe en función del circuito en el que se celebre.
Como algunos circuitos son más largos que otros, los pilotos pueden necesitar menos vueltas para alcanzar la distancia mínima exigida por el reglamento. En el Gran Premio de Mónaco, por ejemplo, una carrera puede durar aproximadamente 78 vueltas (3,337 km por vuelta), mientras que en otros circuitos, como el de Silverstone (GP de Gran Bretaña, 5,891 km por vuelta) puede llegar a las 52.
Pero sí existe un límite: en 2021, de hecho, la FIA decidió reducir el tiempo máximo de duración de una carreracon periodos de bandera roja incluidos. Después de aquel GP de Canadá de 2011 que se prolongó más de lo razonable debido a las malas condiciones climáticas, la Federación resolvió tomar cartas en el asunto y fue modificando las reglas para que no se repitiera una situación como la que ganó el inglés Jenson Button. Actualmente, el reglamento estipula con claridad cuánto pude durar una carrera en la F1.
La duración de una carrera de Fórmula 1
La normativa actual dice que en caso de que los pilotos no puedan completar los 305 kilómetros estipulados durante la prueba, la misma finalizará una vuelta después de haber llegado a los 120 minutos de duración (dos horas). La última vez que un Gran Premio acabó por límite de tiempo fue en el GP de Singapur de 2014.
Pero durante las carreras existe la probabilidad de que ondeé una bandera roja (detención por accidente o malas condiciones climatológicas), algo que detiene la prueba hasta nuevo aviso y puede estirar una carrera por más de dos horas, sumando el tiempo que los coches están en pista y el que están detenidos por el incidente. Así, en caso de bandera roja, el máximo de tiempo establecido se eleva a tres horas desde el inicio de la prueba. Si para entonces no se han completado todas las vueltas previstas, se dará por finalizada en el siguiente giro.
Después de la introducción de la norma que establecía un máximo de cuatro horas en 2011, solo una sola carrera superó la duración de tres, la de Brasil en 2016, que tuvo que detenerse en dos ocasiones debido a la fuerte lluvia que cayó aquel domingo en el circuito de Interlagos. El GP de Baréin de ese mismo año -que quedó detenido por más de una hora tras el brutal accidente del francés Romain Grosjean- cumplió con la normativa por apenas 13 segundos.