FÓRMULA 1

La FIA impone la ley mordaza en la Fórmula 1 y acorrala a los pilotos con sanciones inéditas por protestar

La Federación anuncia un nuevo y estricto código deportivo: 120.000 euros de sanción, un mes de suspensión y deducción de puntos para los reincidentes.

Fernando Alonso y Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA, intercambiando impresiones./REUTERS
Fernando Alonso y Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA, intercambiando impresiones. REUTERS
Jorge Peiró

Jorge Peiró

La Federación Internacional ha cambiado las reglas del juego. Su nuevo código deportivo internacional ha pillado a la Fórmula 1 por sorpresa, a falta de menos de dos meses que arranque la temporada. La dureza de las sanciones a los pilotos es inédita en la historia de la competición y llega en un momento estratégico en el Gran Circo, donde solo se habla de los primeros días de Lewis Hamilton en Ferrari.

Aun así, esta especie de ley mordaza que castiga con tanta severidad es protagonista en el comienzo de último año de mandato del presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, pues hay elecciones a final de año. Las protestas de los pilotos conllevarán a partir de ahora sanciones históricas según relata el artículo 12.2.1 del código deportivo, que aplicará desde el Gran Premio de Australia, que empieza el 13 de marzo, multas económicas, restricción de acceso a ciertas zonas y pérdida de puntos en el Mundial.

La conducta de los pilotos va a ser perseguida desde ahora. La primera ofensa se saldará con una multa económica, la segunda, para los reincidentes, con una multa mayor y una suspensión de un mes que quedaría en el aire donde los comisarios de ese Gran Premio tomarían una decisión final sobre aplicarla o no. Para la tercera ofensa, la suspensión de un mes sería efectiva al instante, junto a una multa todavía mayor y el piloto perdería también puntos en el Campeonato en el que compite.

Para los de Fórmula 1, hay multiplicadores de hasta por cuatro. Es decir, habrá sanciones por "causar daño moral o perjuicio a la FIA" de 10.000 euros a la primera ofensa, 20.000 a la segunda y 30.000 a la tercera. Sin embargo, serán de 40.000, 80.000 y 120.000 euros para los pilotos de Fórmula 1 según este multiplicador de cuatro. Básicamente, no se podrá protestar. Esta actualización del código deportivo va en línea con los castigos del final de la temporada aplicados a Max Verstappen por su lenguaje malsonante.

El artículo 13.7 es durísimo y echa más leña al fuego: "Las protestas contra las decisiones tomadas por cualquier juez en el ejercicio de sus funciones serán inadmisibles, una sola protesta contra más de un participante será será inadmisible, una protesta presentada conjuntamente por varios competidores será inadmisible, una sola protesta contra más de un coche será inadmisible, una sola protesta dirigida contra más de uno de los temas, según lo establecido en el Artículo 13.2.1, será inadmisible y toda protesta contra una decisión de los comisarios deportivos será inadmisible".

La FIA se defiende

A final de la temporada pasada, las sanciones acapararon el foco en la Fórmula 1 después de que el campeón neerlandés guardara huelga de silencio en la rueda de prensa oficial de la FIA tras ser castigado por la Federación e improvisara sus propias comparecencias con periodistas en medio del paddock. Aquel episodio de tensión terminó cuando se bajó el telón de la temporada pero este año se prevee reanudar la batalla. No solo con Verstappen, sino con la parrilla entera.

Se avecinan penalizaciones ejemplares a la mínima protesta de los pilotos... hasta el punto de quitarles puntos en el Campeonato. La versión oficial del máximo organismo sancionador, contactado por este medio, llega cuando solo se habla de Hamilton rodando con el Ferrari y revela que "este nuevo apéndice busca la transparencia y consistencia en la toma de decisiones". 

Un comunicado publicado por la Federación añade que "el objetivo es guiar a los comisarios con las sanciones por violar artículos del código deportivo mientras la FIA busca asegurar que las sanciones se apliquen de forma uniforme y consistente, beneficiando a la vez a comisarios y participantes. Los comisarios tienen la autoridad de decidir sanciones en caso de incumplir el código deportivo".