F1 | GP AZERBAIYÁN

El calendario ilusiona a Ferrari y hace que Carlos Sainz camine (de nuevo) en falso

Tras el espejismo de Zandvoort el español se propuso hablar solo a posteriori, pero ha vuelto a caer en un juego peligroso.

Carlos Sainz, en Azerbaiyán. /AFP
Carlos Sainz, en Azerbaiyán. AFP
Daniel Knecht Escobar

Daniel Knecht Escobar

Carlos Sainz se fue algo mosqueado de Zandvoort (Países Bajos). El madrileño no entendía cómo su Ferrari había pasado de clasificar undécimo el sábado a escalar hasta el quinto lugar el domingo. El ritmo de los italianos se multiplicó con creces y su compañero subió al podio por encima del McLaren de Oscar Piastri, cosa que sorprendió a todos. Incluidos a los trabajadores del garaje ferrarista, los jefes y los pilotos.

Después de presenciar dicho fenómeno paranormal, las palabras de Sainz fueron tajantes: "Hay que ser más optimistas, ayer (qualy) fuimos muy pesimistas". Reconocía que pintaron una catástrofe en caliente, que se dejaron llevar por el dolor de verse tan lejos de la cabeza. "Parecía que era el final del año... Ahora parece que Ferrari es la leche, y no es la una ni la otra". Sentenciaba con una nueva misión a llevar a cabo ante los micrófonos, un deber para sí mismo: "Hay que evaluar el fin de semana después del domingo".

Su propuesta tiene todo el sentido. De nada vale hacer valoraciones premonitorias, de momento nadie tiene una bola de cristal y en la Fórmula 1 de 2024 ni siquiera medio segundo de ventaja en la clasificación te ofrece garantías en la carrera del día siguiente. De haber cumplido su palabra hubiese sido un acierto, pero no lo ha hecho.

Ya en Monza se dejó llevar por la euforia de ver a Charles Leclerc subido en lo más alto del podio, celebrando con la alocada grada teñida del rojo 'tifossi' una victoria que no se vivía en Italia desde 2019. El coche no fue tan lento contra el cronómetro y, como quedó constatado, era el más equilibrado y menos derrochador (presentó la mejor degradación del fin de semana) de la parrilla. Así que allá fue, a realizar promesas que no sabe si su equipo y él podrán cumplir. "En las dos próximas carreras se puede ganar", dijo. Ergo, Azerbaiyán (esta semana) y Singapur (la siguiente). Es más, se vino un poco más arriba asegurando que tenían en campeonato de constructores "en la mira".

Ya en las calles de Bakú, ha vuelto a caer en su contradicción ampliando su abanico. "En el calendario tenemos marcados Monza, Singapur y Vegas como opciones posibles para nosotros de luchar por ganar". "Otra cosa luego es ganar...", reculó, por si las moscas, pero en Ferrari tienen claro que están remontando el vuelo y que estas próximas fechas dictaminará a cuantos pies de altura consiguen elevarse.

Hasta la tarde de este sábado (crono a partir de las 14:00 horas) es difícil conocer dónde está su límite. Los primeros entrenamientos libres los alejaron a medio segundo de Max Verstappen. En los segundos, algo más fieles por la simulación de clasificación que se llevó a cabo, Charles Leclerc encabezó la lista, con Sainz cuarto a 466 milésimas. Los terceros, los más representativos por la cercanía con el momento de la verdad, los dejaron segundos (Leclerc) y sextos (Sainz). Pero poco mas que eso se puede afirmar con certeza antes de poner las cartas encima de la mesa en clasificación y remover la baraja por última vez en la carrera.