CICLISMO

Victoria psicológica de Roglic sobre Evenepoel en Catalunya: "Puedo aprender mucho de él"

El duelo de titanes de la Volta dejó al esloveno de Jumbo-Visma con ventaja sobre el campeón del mundo en vísperas del Giro d'Italia.

Remco Evenepoel (izquierda, con maillot de campeón del mundo; Soudal-Quick Step) saluda a Primoz Roglic (derecha, con maillot blanquiverde de líder; Jumbo-Visma) en el podio final de la Volta a Catalunya 2023. /EFE / QUIQUE GARCÍA
Remco Evenepoel (izquierda, con maillot de campeón del mundo; Soudal-Quick Step) saluda a Primoz Roglic (derecha, con maillot blanquiverde de líder; Jumbo-Visma) en el podio final de la Volta a Catalunya 2023. EFE / QUIQUE GARCÍA
Fran Reyes

Fran Reyes

Hoy por hoy, el ciclismo de carretera es un deporte de prodigios que dejan boquiabiertos a sus espectadores: tanto a quienes contemplan sus gestas por televisión como a aquellos compañeros de pelotón que sólo pueden aspirar a perseguirles hasta reventar. Esta Volta a Catalunya, con Primoz Roglic y Remco Evenepoel primero y segundo en cuatro de las siete etapas y también en la general final mientas se tanteaban con la vista puesta en el Giro d'Italia, ha sido un gran ejemplo de esto. Esta vez ha sido el líder de Jumbo-Visma quien se ha llevado el gato al agua, cediendo a su joven antagonista el triunfo en la tradicional etapa final de Montjuic.

Impactante y significativa fue la imagen del sábado, sexta etapa resuelta al sprint en Molins de Rei. El belga de Soudal-Quick Step arrancó sin ambages en el último puerto con Roglic a su sombra. Pese a quedar una veintena de kilómetros planos hasta meta, tiró y tiró… hasta que se paró en seco, y con él su rival, y ambos fueron absorbidos por el pelotón. "Tenía al tío equivocado a mi rueda", asevera Evenepoel tras la ceremonia de podio. Ríe para rebajar la tensión de sus palabras, un posible 'lost in translation' de su flamenco nativo al inglés aprendido. "Quiero decir: al más fuerte de la carrera". Y analiza: "Si Primoz hubiera colaborado conmigo, nos hubiéramos jugado la victoria de etapa en meta. Sin embargo, su equipo decidió que no lo hiciera, algo que entiendo perfectamente. Es una pena, pero hay que hacer caso a los directores. No estoy enfadado; es una carrera, nada más".

"Son estos jóvenes, que atacan en cada repechito…", atempera Merijn Zeeman, cerebro del Jumbo-Visma de Roglic. "... Y no siempre hay que entrar en su juego. Para algo somos un poco más viejos que ellos". 33 años, el esloveno; 23, su contrincante belga. "Remco hace las carreras divertidas de ver, y eso es bueno para el ciclismo", le concede Zeeman. "Yo no tengo ningún problema con Remco", aclara Roglic tras la escaramuza de Molins de Rei. "Simplemente, para mí esta escapada no era necesaria. Me podía permitir ir tranquilo hasta meta. Él tenía más prisa que yo, y me limité a seguirle".

Remco Evenepoel otea por encima de su hombro la sombra de Primoz Roglic.  EFE / QUIQUE GARCÍA
Remco Evenepoel otea por encima de su hombro la sombra de Primoz Roglic. EFE / QUIQUE GARCÍA

Más allá del duelo particular con Evenepoel, el regreso de Primoz Roglic a la competición tras el injerto óseo que le abocó a pasar casi todo el invierno ciclista en el dique seco ha sido extraordinario. Sus dos primeras carreras han sido dos rondas del máximo nivel, Tirreno-Adriático y Volta a Catalunya, de las que se lleva como botín ambas generales, cinco etapas dos clasificaciones por Puntos y una de la Montaña. Y, en lo intangible, el dominio psicológico sobre Evenepoel, su gran rival en el próximo Giro d'Italia. ¿Le has ganado la mano?, le pregunta el periodista francés Antoine Plouvin después de enumerar los distintos momentos en los que el belga ha errado condicionado por su presencia. Su amplia sonrisa es una respuesta mucho más elocuente que sus palabras, "estoy disfrutando mucho de competir".

Evenepoel, un campeón de pura cepa por su talento y por su carácter, muestra la máxima deportividad posible ante las cámaras. Asume sus fallos, que le han "costado la general" de la Volta a Catalunya, y los explica. En el final en alto de Lo Port, por ejemplo, "Primoz me hizo atacar demasiado pronto, porque atacó a 500 metros de meta y luego levantó el pie, animándome a arrancar… que no fue el movimiento más inteligente por mi parte". El esloveno le remachó. En esa emboscada táctica le 'birló' los 10 segundos que le han permitido regalar la victoria parcial a Evenepoel hoy en Barcelona. El campeón del mundo se deshace en elogios: "Desde mi punto de vista, él es el mejor vueltómano de los últimos años; un ídolo para mí. Puedo aprender mucho de él".

Remco Evenepoel celebra su victoria en la última etapa de la Volta a Catalunya por delante de Primoz Roglic.  SOUDAL-QUICK STEP / GETTY IMAGES / DAVID RAMOS
Remco Evenepoel celebra su victoria en la última etapa de la Volta a Catalunya por delante de Primoz Roglic. SOUDAL-QUICK STEP / GETTY IMAGES / DAVID RAMOS

¿Y el resto del pelotón? Pues se resigna. "Van muy rápido, y parece que lo hacen muy fácil", suspira Marc Soler, catalán de UAE Team Emirates: el hombre que más cerca ha estado de ellos, tanto en Lo Port como en Molins de Rei y Barcelona. "Cada día vemos que cuando están ellos en carrera es más difícil ganar", admite Juan Pedro López, 'maglia rosa' durante diez días el pasado Giro d'Italia. "Tienen otro punto, otro nivel". No obstante, un compañero del propio 'Juanpe', Giulio Ciccone, les sisó un triunfo de etapa el martes en Vallter. Hay esperanza, aunque todo indique que en el próximo Giro d'Italia se van a zampar todos los honores dejando a los demás únicamente migajas.