¡Qué pedazo de Tour! Pogacar y Vingegaard a hachazo limpio

Hay Tour de Francia, y vaya que sí lo hay. Pogacar le devolvió a Vingegaard el golpe que el danés le había dado un día antes. En apenas 24 horas, los dos mejores ciclistas del planeta han firmado sendas exhibiciones que les llevan a las dos primeras plazas del Tour, el lugar que les corresponde. Ninguno de los demás favoritos se les acercó. No es su carrera y lo saben. Y ahí emergió un Carlos Rodríguez que llegó a meta con Yates y Hindley, demostrando que quiere y va a pelear el podio.

Tras la exhibición de la jornada previa de Jonas Vingegaard, Jumbo quería seguir tensando la carrera. Saben que el Tour es una carrera muy larga y que los picos de forma van y vienen, por lo que la etapa de hoy, con Aspin y Tourmalet, podía darles la oportunidad de abrir más ventaja respecto a Pogacar y, además, endosarle tiempo a un Hindley que quiere plantar batalla en la general. Y el que primero se movió fue el de casi siempre: Wout van Aert.

Justo cuando acababa la salida neutralizada y se lanzaba la etapa, el belga realizó un ataque demoledor que fue rápidamente replicado por otros corredores. Así una y otra vez hasta que se formó la fuga definitiva, otra vez numerosa, camino de los tres puertos del día. El pelotón, comandado por Bora, mantenía la diferencia entre los tres y los cuatro minutos hasta que en el col d'Aspin el propio Jumbo cambiaba el ritmo para que adelgazara el grupo principal.

A los pies del Tourmalet, la ventaja de la escapada alcanzaba los cuatro minutos y medio, una diferencia pequeña si los gallos de la carrera tenían pensando apretar en el mítico puerto. No lo hicieron, o al menos no de manera descarada. Los neerlandeses impusieron un ritmo medio-alto con el que exhibieron el potencial de todos sus gregarios, con un Nathan Van Hooydonck que lideró buena parte de las ascensión hasta que a cinco kilómetros para coronar el pelotón explotó.

Kelderman, Kuss, Vingegaard, Pogacar y Hindley. En eso se quedó el gran grupo tras el gran cambio de ritmo. Y el líder de la carrera duró poco. Por detrás ya quedaban los hermanos Yates, Ciccone o Carlos Rodríguez entre otros. A 50 para la meta atacó el danés. Y le replicó el esloveno. Los dos colosos frente a frente, algo que no se pudo ver el miércoles. La diferencia con los de delante se rebajaba metro a metro hasta alcanzar la cima con menos de un minuto de ventaja.

Y todavía quedaba la subida a Cauterets, menos dura que las anteriores pero también exigente. Allí se plantaron los dos mejores de la carrera junto a Van Aert, con el resto de favoritos a casi tres minutos. Nadie dudaba que la victoria parcial estaba entre los dos últimos ganadores del Tour y que todo se decidiría en los últimos cinco kilómetros, los más duros de la ascensión.

Fue ahí cuando Van Aert apretó hasta el límite de sus fuerzas y Vingegaard lanzó un ataque demoledor que solo pudieron contestar el de UAE, hoy con asombrosa facilidad, y un Kwiatkowski que recordó al de sus mejores días, aunque apenas duró 500 metros con ellos. Y cuando le tocó a Pogacar asestar el golpe, fue el definitivo. El vigente ganador de la carrera francesa no lo pudo seguir y cedió casi medio minuto en meta. Los dos ya comandan la clasificación del Tour de Francia y los dos van a seguir pegándose durante las próximas dos semanas.