CICLISMO

Kaden Groves y Wout van Aert, la diferencia entre ser el más rápido o el más fuerte

El sprinter australiano superó al poderoso crack belga en el sprint final de Villablino, forzado por Visma mientras los equipos de la general se tomaban un respiro pensando en Asturias.

Groves ganó la decimocuarta etapa de La Vuelta./EFE/Javier Lizón
Groves ganó la decimocuarta etapa de La Vuelta. EFE/Javier Lizón
Fran Reyes

Fran Reyes

Uno de los aspectos más bellos y más crueles del deporte es que no siempre gana el mejor, ni quien más se lo merece, ni quien más denodadamente trabaja. Visma | Lease a Bike se fajó para propiciar una llegada masiva en la 14ª etapa de La Vuelta con meta en Villablino pensando en Wout van Aert, probablemente el mejor y más fuerte ciclista de la carrera como demuestran sus tres victorias y su liderato en las clasificaciones de la Montaña y la Regularidad. Sin embargo, en la recta final se encontró con un hombre más rápido que él: el australiano Kaden Groves, el mismo que le había batido en Ourém, decidido a ejercer como bestia negra para el crack belga.

Cinco parciales consecutivos de La Vuelta se habían resuelto en favor de la escapada, y éste disputado en tierras leonesas estaba marcado en los libros de ruta del pelotón como propicio para ser el sexto. Como consecuencia, tardó nada menos que 50 kilómetros en partir una escapada pequeña y correosa con Victor Campenaerts (Lotto-dstny), Harold Tejada (Astana-Qazaqstan), Isaac Del Toro (UAE Team Emirates), Jhonatan Narváez (Ineos Grenadiers), Xandro Meurisse (Alpecin-Deceuninck) y Marco Frigo (Israel-Premier Tech).

Sólo eran seis los fugados, y esto permitió que un único equipo bastara para controlar su ventaja e impedir el éxito de su aventura. Visma | Lease a Bike apostó por Wout van Aert y gastó a todos sus efectivos para favorecer sus opciones de una cuarta victoria parcial que sumar a las anotadas en Castelo Branco, Córdoba y Baiona. La naturaleza del recorrido, con bastante desnivel y pendientes sostenidas, jugaba precisamente en pro de la caza organizada frente a la escapada desbocada.

Edoardo Affini, Robert Gesink, Cian Uijtdebroeks, Steven Kruijswjik… se fueron gastando en el Puerto de Leitariegos (1ª), última dificultad de la jornada cuya cima se situaba a 16 del final. El campeón ecuatoriano Narváez fue quien más resistió en cabeza al empuje de Visma, que le cazó a tiempo para que Van Aert coronara en primera posición afianzando, así, su liderato en la clasificación de la Montaña.

Todo quedó para una llegada masiva entre un centenar de corredores, puesto que sólo se descolgaron quienes van ya muy justos y quienes miraban más allá de hoy. Alpecin-Deceuninck se encontró con la agradable sorpresa de que Kaden Groves pasó el puerto con el grupo principal y lanzó el sprint para él, que se batió tú a tú con Van Aert y le acabó por ganar la mano mientras los demás les observaban muy de lejos.

Los hombres de la general fueron invisibles. Apenas hubo un sobresalto en la bajada hasta línea de meta: Primoz Roglic (Red Bull-Bora-Hansgrohe), segundo clasificado de la general y líder 'in pectore' ante la remisión de Ben O'Connor (Decathlon-Ag2r La Mondiale), sufrió un pinchazo que solventó sin problemas. Así, las diferencias se mantienen inalteradas (1'21" para el australiano sobre el esloveno y 3'01" sobre Enric Mas) en vísperas de los colosos asturianos del Cuitu Negru (domingo) y los Lagos de Covadonga (martes).