LA VUELTA

El hijo de un ganador de La Vuelta se gradúa en Ancares: "Es un orgullo que sea mi padre"

Nicolas Vinokourov, hijo de la leyenda kazaja del ciclismo, debuta con Astana en la gran ronda española y se muestra por primera vez en la etapa de Ancares.

Nicolas Vinokourov, en La Vuelta 24. /ASTANA / SPRINT CYCLING
Nicolas Vinokourov, en La Vuelta 24. ASTANA / SPRINT CYCLING
Fran Reyes

Fran Reyes

Como las expectativas y los secretos, los apellidos también pueden pesar. En el ciclismo, las diez letras de 'Vinokourov' evocan mil adjetivos: pionero por abrir camino en un país lejano al corazón del ciclismo como Kazajistán, ganador por un palmarés que incluye una Vuelta y unos Juegos Olímpicos, valiente por un estilo osado y corajudo, controvertido por asuntos de dopaje y corrupción deportiva, emprendedor por haber lanzado y mantenido a flote el Astana casi dos décadas. Todo eso es Alexandre Vinokourov.

Hoy por hoy, Nicolas Vinokourov (2004, Niza - Francia; de nacionalidad kazaja) y su hermano mellizo Alexandre son 'los hijos de Vino'. Discretos ciclistas juveniles y dignos sub23, pelean pedalada a pedalada por un estatus propio, emancipado de su padre. Alex pedalea en el filial Continental de Astana, con cuyos colores se rompió la clavícula el pasado mes de junio disputando el Giro de Italia sub23; Nico, por su parte, está ya en el conjunto WorldTour y disputa La Vuelta.

"Progresó mucho el año pasado", describe 'Vino' con su voz queda, sin expresar emoción ni orgullo paterno. "En abril trabajó muy bien para Mark Cavendish en la Vuelta a Turquía, y así se ganó la oportunidad de disputar esta Vuelta como preparación para el Mundial. Hemos alineado a cinco jóvenes que debutan en una gran vuelta aquí; le vendrá bien compartir esa experiencia con otros ciclistas como él. No le ponemos ninguna presión: que busque las fugas y saque partido de su potencia, que es bastante grande para su envergadura".

Tras concentrarse todo el mes de julio en Livigno, el 'jovencito Vinokourov' pasó la primera parte de La Vuelta escondido en el pelotón. "La idea es poder buscar escapadas de calidad en la segunda y tercera semana de competición, con el objetivo personal de acabar alguna etapa entre los diez primeros", cuenta a Relevo. "Soy un ciclista de puertos cortos, para ascensiones similares a las clásicas belgas", se define. En mayo se anotó una etapa quebrada de la Vuelta a Japón que atestigua este 'punch'; también ganó en junio el Campeonato de Asia CRI sub23.

Su apellido es una honra, y no un sambenito. De hecho, no tuvo siempre claro querer ser ciclista. "De niño practicaba judo, natación, baloncesto… y sólo un poco de bicicleta. Fue con 14 años que decidí centrarme en la bici porque era el único deporte que verdaderamente me llamaba la atención". En cuanto a 'Vino': "Es un orgullo que sea mi padre. Su carrera deportiva y sus resultados hablan por sí solos. Procuro escuchar sus consejos y me gustaría seguir sus pasos para ganar un día en La Vuelta".

Este viernes, camino de Ancares, Nicolas Vinokourov logró entrar en la poderosa escapada del día con Wout van Aert, Marc Soler o el a la postre ganador Michael Woods. No logró filtrarse en la selección definitiva y acabó siendo rebasado por el grueso de los favoritos, relegado a una anónima 65ª posición. No obstante, le queda Vuelta para seguir sumando experiencias… y tratar de alcanzar ese top10 deseado.