Alejandro Valverde, la Flecha Valona y el emotivo recuerdo a Scarponi en Lieja: "Fue una semana muy especial"
El murciano atiende a Relevo antes de 'su' semana mágica: el miércoles, Flecha Valona, donde ganó cinco veces; el domingo, la Lieja-Bastoña-Lieja, monumento que levantó en cuatro ocasiones.
La mañana del 22 de abril de 2017, el italiano Michele Scarponi, líder del equipo Astana, ultimaba la preparación para el Giro de Italia que arrancaba dos semanas después en la preciosa isla de Cerdeña. Aquella mañana, un conductor se saltó un ceda al paso con su furgoneta y embistió a Scarponi, que a sus 37 años murió en el acto.
Menos de 24 horas después de la trágica pérdida de Scarpa, un corredor queridísimo dentro del pelotón, decenas de compañeros de profesión partían desde Lieja para, 258 kilómetros y seis horas después, poner el broche al cuarto monumento de la temporada en la misma ciudad belga.
Allí se encontraba, un año más, Alejandro Valverde, "gran amigo" de Scarponi e imponente vencedor cuatro días antes de la Flecha Valona, la quinta de su palmarés —más que ningún otro ciclista en la historia—. "Aquel día en Lieja fue muy especial, fue una semana muy especial", reconoce a Relevo 'El Bala', que dedicó el triunfo a su querido Michele, además de entregar a la familia el premio en metálico obtenido con el triunfo.
Fue, sin duda, el triunfo más emotivo del murciano en lo que se podría definir como su parque de bolas. Allí, en la Flecha y Lieja, las dos pruebas que conforman el Tríptico de las Ardenas junto a la Amstel Gold Race, Valverde ganó en nueve ocasiones (cinco en el exigente Muro de Huy, cuatro en el monumento decano del ciclismo).
El murciano es el segundo ciclista con más victorias en la historia de la trilogía, solo por detrás de Eddy Merckx (10). Eso sí, en cuestión de podios, 'El Bala' supera a todos, incluido a 'El Caníbal'. Valverde suma 19 visitas al cajón: tres en la Amstel, nueve en la Flecha Valona y siete en Lieja. Por detrás, Merckx con 15, Rebellin y Verbeeck, con 11, y Criquielion, con diez.
"Son carreras que disfruté muchísimo en su día. La verdad es que me da envidia sana ver al pelotón afrontar este tipo de semanas; me gustaría estar ahí con ellos", asegura el murciano a este medio en Ibiza, donde completa la Vuelta a la isla en 'mountain bike' y donde, además, aborda la actualidad del Movistar Team.
"En la Flecha Valona, la colocación es importantísima, más incluso que en otras carreras", explica Valverde, retirado en 2022, justo cuando consiguió su último podio en el Muro de Huy (1,3km al 9,8% de pendiente media). "Como empieces ese último kilómetro descolocado, olvídate, porque todo lo que hagas para remontar es lo que luego te va a faltar en la parte final".
Ahí, cuenta Valverde, el equipo juega un papel fundamental. Son ellos quienes tienen que echar una mano a su líder para que entre en las posiciones de cabeza a las faldas de la colina. "Son momentos de meter mucho codo", confiesa el murciano entre risas. "Luego eres tú el que tienes que dar el do de pecho, pero para llegar ahí necesitas a tu equipo".
En Lieja, la exigencia no se concentra al final, pero la colaboración también es clave. "Al final, en Lieja es todo, la distancia, el desnivel, la fatiga acumulada... Es una carrera muy, muy exigente. ¿La clave? Sobre todo, gastar lo menos posible y estar en las posiciones de cabeza cuando toca para buscar tu distancia", sentencia 'El Bala'. "Es una carrera muy dura, aunque estos dos últimos años ha sido un poco diferente con la llegada en llano. Antes, parecía que no, pero esa última cota era decisiva, una agonía constante hasta la línea de meta".