Setas alucinógenas y un tratamiento con testosterona, la 'ayuda' que no sirvió a Tyson frente a Paul
Mike Tyson cayó ante Jake Paul el pasado viernes en Texas. Pese a su derrota y a tener 58 años, impresionó por su físico en la previa del combate.
Arlington (Texas)-. "Sólo puedo presentar mis respetos a Mike Tyson. Entrenó, con 58 años, durante siete meses sin descanso. Estaba en el gimnasio por la mañana y por la tarde cada día. De lunes a sábado y pocos domingos descansó", apuntó Rafael Cordeiro, entrenador de Mike Tyson, en la conferencia de prensa posterior al combate de su pupilo ante Jake Paul.
El resultado final convenció a todos, sobre todo, por el papel que jugó Iron. Impresionó al mundo por su estado físico. Se le había visto bien por redes sociales en la previa, pero en el pesaje oficial incendió las redes sociales con una foto. Con 58 años presentó un físico fuerte y definido, algo impropio para la gran mayoría de personas de esa edad. Iron detuvo la báscula en 105,6 kilogramos, un peso muy cercano a los 103,8 kg que dio el último día que ganó un campeonato mundial (7 de septiembre de 1996 ante Bruce Seldon).
El físico que lució Tyson ha sido un trabajo de muchos meses, como reconoció su entrenador. Frente a Roy Jones, en 2020, ya lució correctamente. No se ha descuidado mucho desde entonces. Todos recordamos la etapa en la que tenía un sobrepeso notable. Tyson se ha seguido cuidando, pero la preparación para este pleito ha sido mucho más larga de lo habitual. Hay que recordar que el duelo estaba programado para el mes de julio, pero un problema médico a pocas semanas de la fecha marcada provocó el aplazamiento. El achaque no le restó capacidad, pero le hizo empezar de cero una nueva preparación.
Hay trabajo, pero también hay ayuda detrás. Tyson reconoció en una de las muchas entrevistas que dio en la previa que utilizó la Terapia de Reemplazo de Testosterona. El tratamiento, que se está popularizando en Estados Unidos, consiste en la ampliación de testosterona (por diferentes métodos) a los pacientes. Esta hormona se reduce en los hombres con el paso de los años. Su administración externa provoca que los cambios a nivel sexual y físico se reduzcan o detengan. Por tanto, en este caso, ha sido una gran ayuda a la hora de lucir de la manera que lo hizo.
Ese tratamiento, no obstante, podría haberlo dejado semanas antes del pleito. Así lo reveló un excolaborador suyo, Brad Rowe. Tyson nunca habló del tema en la semana de pelea, pero al tratarse de un combate de boxeo profesional estaba supeditado a controles antidopajes. Según el reglamento de la Agencia Mundial Antidopaje, no se puede tomar testosterona.
Por otro lado, Tyson reveló en el podcast Impaulsive que los hongos alucinógenos son parte clave en su campo de entrenamiento. "Tengo que tomarlas cuento entreno. Siempre lo hago con mis setas. Entreno con hongos. Me lleva al cielo. ¿Me viste pelear contra Roy Jones? Los había consumido. No pelearía sin ellos. Me ayuda a no sentir los golpes", afirmó antes de añadir que si para el pleito frente a Jake Paul no los tomaba ingeriría "algún derivado". Además, Iron también ha contado en el pasado que consume marihuana, legal en algunos estados de Estados Unidos, para mitigar los dolores.
El tratamiento médico le pudo ayudar a activar sus músculos y las drogas a resistir, con mayor tolerancia al dolor, la dureza de un training camp para una pelea de primer nivel. El propio Mike Tyson confirmó todos los extremos, pero de momento no sabemos cuánto de esa ayuda fue clave para lucir tan bien en la previa de su combate de regreso a los 58 años. El chasis impactó, pero como era de esperar la gasolina no duró en un pleito frente a alguien 31 años más joven. Aún así, su trabajo duro en el gimnasio fue parte clave del milagro que sucedió en Texas.