Seis comidas al día, filetes de 400 gramos… el plan de Tyson Fury para su espectacular cambio físico
El inglés, quien este sábado unifica las cuatro coronas del peso pesado frente a Olek Usyk, ha seguido un estricto plan nutricional que le hace llegar en uno de sus mejores momentos de su carrera.

El 28 de octubre de 2023, Tyson Fury se subió al ring para enfrentarse a Francis Ngannou. El inglés lo hizo con el mayor peso de su carrera. El día anterior detuvo la báscula en 126 kilos. Ese tonelaje fue uno de los puntos por los que el campeón mundial WBC del peso pesado lució tan mal ante el excampeón de la UFC. Su preparación no fue la idónea y sufrió en exceso. Ese susto provocó que el combate frente a Olek Usyk, previsto para el 23 de diciembre, se moviese al 17 de febrero. Necesitaba tiempo para preparar uno de los mayores desafíos de su carrera.
Tanto Fury como Usyk buscaron hacer dos campamentos casi perfectos. El ucraniano se estableció en Gandía, donde montó su pequeño 'búnker' y ha vivido aislado desde el mes de diciembre. El inglés, por su parte, decidió mudarse durante ese tiempo a Arabia Saudí. La aclimatación no iba a ser un problema. Todo estaba en orden hasta que Fury sufrió un corte en un entrenamiento. La pelea para unificar los cuatro cinturones del peso pesado tuvo que posponerse hasta el 18 de mayo. Usyk abandonó España para ir a conocer a su último hijo. No pudo estar presente en el parto debido a los entrenamientos. Fury, por su parte, no varió demasiado el plan y siguió trabajando. El retraso le vino bien.
Con más tiempo para prepararse, el inglés podría estar en el mejor peso de su carrera. En noviembre de 2015, Fury pesó 112 kilos ante Wladimir Klitschko. Ese día lució su mejor físico y ese día quizá se repita este sábado. No sabemos todavía el peso que maneja el Gipsy King, pero el cambio es evidente. Está muy delgado y para ello ha sido clave el trabajo del nutricionista Greg Marriott, quien se ha convertido en su sombra. Cada ingesta del campeón está controlada por ese profesional.
Fury tenía un problema de alimentación. Comía una o dos veces al día. Marriott ha logrado que sentándose en la mesa seis veces cada jornada haya perdido grasa y se encuentre en un estado óptimo. Fury comprendió que se equivocó frente a Ngannou y que Usyk no le dará chance. El inglés debe sacar sus mejores cualidades en cuanto a movilidad y para ello necesita físico. En eso ha trabajado.
El púgil de Manchester, según reveló Marriott en Mens Health, ingiere 3.000 calorías los días que no entrena y entre 4.500 y 6.000 calorías cuando sí que hace actividad física. Como toda dieta, cuanto más tiempo pase mejores serán los resultados y en el caso de Fury la transformación de marzo a este mes de mayo es evidente. Este sábado está mejor de lo que lo habría estado el 17 de febrero.
La rutina de Fury comienza al despertarse, cuando toma diferentes suplementos (vitamina C y colágenos) y un café. A las 8:00 de la mañana desayuna y tras el primer entreno del día, a las 11:00, toma un pequeño aperitivo. En la comida tiene dos pechugas de pollo con arroz y una ensalada griega. A las 16:00 toma otro aperitivo y a las 18:00 cena. Dos filetes de 400 gramos y medio kilo de patatas son la base de esa última gran ingesta, la cual va a acompañada de verdura. No acaba ahí el método, ya que dos horas después toma yogur griego. La rutina la desveló su nutricionista y con ella afirma que el sábado se verá a un "Fury renovado".
Marriott también comenta en la publicación que el inglés es uno de "los deportistas más disciplinados con los que ha trabajado". Afirma que el campeón mundial no toma nada sin consultárselo y que sigue a rajatabla sus directrices. Fury se ha centrado y eso le hace más peligroso. La mala imagen de octubre no se repetirá. El inglés ha puesto todo de su mano, este sábado no puede fallar en Arabia Saudí.