MUNDIAL DE BALONMANO

La leyenda de los Hispanos que moldeó en silencio a la generación Cikusa: "Para mí fue como un psicólogo"

Los jóvenes apuntan a Raúl Entrerríos, uno de los mejores centrales de la historia de la Selección de balonmano de España.

Raúl Entrerríos, en los Juegos de Tokio. /LEAL OLIVAS / AFP
Raúl Entrerríos, en los Juegos de Tokio. LEAL OLIVAS / AFP
Andrés G. Armero

Andrés G. Armero

Cuando Ian Barrufet y los hermanos Cikusa afrontaban un año formativo clave, en los juveniles del FC Barcelona, el destino les puso en sus manos un regalo común: Raúl Entrerríos. La leyenda de los Hispanos, uno de los mejores centrales de siempre, fue el encargado de moldear a varios talentos que este viernes serán protagonistas a las 15:30 en el Mundial, en la batalla ante Portugal, con las plazas de cuartos en juego.

"Fue una gran experiencia", resume Ian Barrufet. "Se veía que tenía muchísima calidad, no solo cuando te daba pases en los entrenamientos, sino prácticamente en todo. Era increíble, me ha ayudado mucho el aprender de él", continúa uno de los pilares de aquella quinta mágica del Barcelona en categorías inferiores y hoy soldado de Jordi Ribera en la Selección.

Para Raúl Entrerríos aquella temporada también fue especial, como reconocía a Relevo durante los Juegos olímpicos. "Cuando llego al staff técnico del club, entro en el juvenil y tengo la la suerte de dirigir a un equipo con muchísimo talento. Pude disfrutar mucho de aquellos días y de trasladar todo lo que llevaba encima", tras su retirada de bronce en los Juegos de Tokio.

En aquel vestuario estaba Djordje Cikusa, un jugador para el que Entrerríos es un antes y un después en su carrera. "Cuando nos entrenó fue un sueño. ¡Que alguien como él nos entrenara! Aprender de él es aprender de uno de los mejores del mundo", enfatiza antes de destacar otro aspecto menos conocido del excapitán de los Hispanos: "Para mí fue casi como un psicólogo. Fue increíble lo que aprendí de él en todos los aspectos".

Era inevitable en aquella charla olímpica con Raúl Entrerríos sacar el apellido de los Cikusa. "Desde jóvenes son jugadores muy destacados, con peculiaridades que les hacen destacar técnicamente sobre el resto, pero la parte de maduración que están teniendo está siendo muy rápida", subrayaba. "Siempre he insistido a Petar y al resto de jugadores que tengan consistencia en el trabajo, compromiso; y afortunadamente todos tenían muy claro que querían ser profesionales".

Dentro del 40x20, el excentral incide en un punto. "Siempre les he inculcado que conozcan el juego. A mí siempre me ha gustado mucho una tipología del jugador, el jugador completo, aportar al equipo en todas las facetas; eso es lo que les hará mejores", apunta un hombre que predicó antes con el ejemplo en sus 294 internacionalidades con la roja.

En el plano individual, la irrupción de Petar Cikusa en las grandes plazas del balonmano mundial enamora y sorprende a partes iguales. "Está subiendo peldaños a una velocidad muy grande. Está claro que es un jugador que tiene muchísima calidad, eso ha quedado patente por cómo compite. Hay que ir con paciencia porque es muy joven aún, está adquiriendo responsabilidades que a lo mejor en otros jugadores tardarían más años en llegar, pero lo está asumiendo con mucha naturalidad", analizaba.

"Petar conoce bien el juego, donde más disfruta es en la pista y eso se puede ver a simple vista: es un jugador que disfruta jugando", decía. "Es un jugador único con sus características técnicas y tiene que continuar evolucionando a nivel táctico y de dirección, como cualquier primera línea debe hacer. Tiene que intentar crecer individualmente al mismo tiempo que sigue aportando para el equipo y ayudando a los compañeros a mejorar".

La admiración de Petar hacia Raúl Entrerríos es recíproca. "Es uno de mis ídolos. Nos llevamos muy bien", reconocía a Relevo en una entrevista. Y es que Petar, al igual que su hermano Djordje, Ian Barrufet y el resto de aquella hornada mágica en Can Barça sienten devoción por el excapitán de los Hispanos. Ahora les toca a ellos demostrar en la pista que el legado del mito asturiano está a salvo.