SUPERCOPA | REAL MADRID - UNICAJA

Facundo Campazzo y Dylan Osetkowski, un pulso por el título de la Supercopa... y del MVP

El Real Madrid y el Unicaja se citan en al final de Murcia a las 20:00 horas.

Dylan Osetkowski con la bola frente a Campazzo en un duelo la pasada temporada. /ACB PHOTO/M. POZO
Dylan Osetkowski con la bola frente a Campazzo en un duelo la pasada temporada. ACB PHOTO/M. POZO
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Murcia.-Mismo sitio, mismo rival... pero con muchos cambios de por medio. La Supercopa Endesa vuelve a tener a Real Madrid y Unicaja en la final (20:00 horas), reeditando así la misma del año pasado, aunque esta vez todo sea distinto. El rodaje de los equipos, los cambios -sobre todo en la plantilla blanca- y la dinámica -más positiva de Unicaja por eso de acabar de coronarse campeón de la Intercontinental- hará que sea un partido diferente... pero con más intensidad y nivel (todavía) que el de hace un año. Y en esto, sobre todo, hay dos nombres que sobresalen: Facundo Campazzo por el lado blanco y Dylan Osetkowski por el malagueño.

Ambos se han convertido en los líderes de sus respectivos equipos. Y eso no es algo fácil. Más que nada porque si en algo coinciden Real Madrid y Unicaja es en el talento tan descomunal que tienen en sus plantillas y que hace que cualquiera pueda tirar del carro en el momento que sea. "Lo bueno de este equipo es que cualquiera puede sobresalir en cualquier partido y eso es lo que nos hace a nosotros tan peligrosos e impredecibles. Tenemos un equipo con mucho poderío ofensivo en todas las posiciones", decía esta misma mañana el propio Facundo Campazzo.

Y aunque lo cierto es que lo mismo puede aplicarse al conjunto de Ibon Navarro, si algo han demostrado tanto el argentino como el californiano en uno y otro equipo es estar un punto siempre por delante de cualquiera de sus compañeros... y de sus rivales. Y por eso hoy son los grandes protagonistas de cara a la consecución del título y del MVP.

Campazzo es el claro ejemplo de jugador que a veces parece no estar a su mejor nivel, pero de pronto miras sus números y te sorprende. Porque el trabajo que hace siempre es tan excelso, que cuando luce menos -ya se sabe eso de los famosos intangibles del baloncesto-, parece que su aportación no es tan grande... y nada que ver. Así se vio de hecho este sábado, cuando quizá sobre el parqué la actuación del base no parecía tan descomunal como en otras ocasiones, pero de pronto uno miraba las estadísticas y veía ese descomunal 33 de valoración.

Su mayor virtud, más allá de la lectura de juego que tiene, la capacidad de hacer jugar al resto y de su capacidad de reacción, es que siempre parece hacer fácil lo difícil. Y esto es algo que también se encontrará este domingo al otro lado de la cancha. El culpable es Dylan Osetkowski.

"Parece que juega sin despeinarse, la coleta intacta, pero fíjate de lo que es capaz", se escuchaba en el Palacio de los Deportes de Murcia este sábado, después de ver ese tercer cuarto -con once puntos y 100% de efectividad- que firmó el ala-pívot del Unicaja. Y esa es su gran virtud: que ha conseguido encontrar un equilibrio en su juego descomunal, ya no sólo para él, sino también para su equipo. Y así lo está dejando claro desde que ha vuelto de las vacaciones con ese MVP en la Intercontinental y esa candidatura para esta noche tratar de levantar el de la Supercopa Endesa.

Y todo ello, cuando su futuro está aún en mitad de un mar de dudas. Esas que hace unos meses le costaron caro a nivel mental en la recta final de la temporada -cuando se enteró de su positivo y le dijeron que tendría una posible sanción-, pero que ahora, tras un convulso verano en el que esa incógnita sobre su castigo (se espera en los próximos días) le costó el salto a la Euroliga de la mano del Barça, ha logrado canalizar de otra forma para iniciar la temporada a su mejor nivel.

De este modo, el vigente campeón del triplete (Supercopa, Copa y Liga), el Real Madrid, defiende el título ante el que posiblemente sea uno de los equipos que más en forma está a día de hoy. Un Unicaja que llega tras haberse coronado campeón de la Intercontinental y con un salto de nivel en su plantilla tras las incorporaciones de este verano. La lucha por el título está en juego... y también la corona por el MVP.