La venganza se abre paso en la Copa NBA: Hawks y Rockets sorprenden a Knicks y Warriors

La venganza es un plato que se sirve frío. E Ime Udoka ha tenido que esperar más de dos años para poder sonreír finalmente bajo la atenta mirada de Steve Kerr. Con apenas 3;38 minutos restantes en el electrónico para finiquitar la segunda serie de cuartos de final de la Copa NBA había una alta probabilidad de victoria de los Golden State Warriors. Con 7 puntos de ventaja, un atauqe en forma y una defensa más que concentrada los Houston Rockets iban a tener que sacar su mejor versión para incluso poder competir. Pero en el corazón del equipo de Texas residía la llave para impulsar al equipo: la defensa. Y así se explica la victoria por 91 a 90 ante los californianos que les da el billete a Las Vegas.

En los minutos que vendrían después los Warriors solo serían capaces de hacer pasar la bola por el aro en una ocasión, consiguiendo de paso el menor valor disponible por esa acción (un tiro libre de Kuminga). Mientras, el conjunto dirigido por Ime Udoka empujaba, se crecía e iba encontrándose cada vez más cómodo. El público apretaba y todo parecía más claro a los ojos de sus pupilos.

Houston confió en los pilares de su proyecto y le salió bien. Alperen Sengun y Jalen Green resultaron vitales en la consecución de la victoria. El turco, por abrasión ofensiva, sacando puntos de enorme valor, como un posteo sobre Looney tras un tiempo muerto que pilló desprevenidos a los Warriors. Por su parte, el base, demostró tener un grado mayor del esperado en madurez resolviendo desde el tiro libre y presionando a la defensa rival en el cierre, fundamentalmente.

Tan solo un punto en más de tres minutos para Golden State que colapsó por completo en el clutch. Y lo más preocupante, la falta de creatividad y recursos en la jugada final, aquella que podría haberles dado la victoria. Una acción donde el peso de la responsabilidad recayó en Brandin Podziemski en lugar de Stephen Curry ante el gran trabajo defensivo de los texanos.

El mejor del partido fue, sin duda, Alperen Sengun, autor de 26 puntos en 10 de 18 tiros de campo (55,6%), añadiendo 11 rebotes, 5 asistencias y 3 robos. El turco supo aprovechar bien la ausencia de un interior defensivo de su calibre para campar a sus anchas por la zona al tiempo que en defensa le cubrían nombres como Jabari Smith o Dillon Brooks.

Momento para la reflexión en Golden State, quienes desaprovecharon una oportunidad magnífica de darle significado a su temporada. La implosión de su ataque se explica por la timidez de un Curry al que se le echó en falta en varios tramos, aportando 19 puntos con apenas 8 de 17 en tiros de campo (47,1%). Jonathan Kuminga lo intentó, pero resultó, como siempre, insuficiente (20 puntos, 40% TC).

Así, los Rockets pondrán rumbo a Nevada para enfrentarse a los Thunder en la noche del sábado al domingo (2:30 y 1:30 en Canarias).

Hay jugadores con un afecto especial por ciertas plazas. Trae Young ha hecho del Madison Square Garden y los New York Knicks su enemigo favorito en las fechas señaladas. El villano de los Hawks hizo su entrada estelar sobre el pabellón neoyorquino con una actuación soberbia que bien vale un pase a las semifinales de la Copa. Victoria por 108 a 100 de Atlanta que supo cómo hacer daño a los de Tom Thibodeau y sorprender en el torneo.

Un tercer cuarto magnífico de los Hawks, o mejor dicho, de Trae Young, cambió por completo la dinámica del choque. Si hasta ese momento el control había estado en poder de los Knicks, la salida del vestuario tras el descanso de Atlanta modificó el equilibrio de fuerzas. Los de Georgia asfixiaron en defensa la ofensiva local, dejándoles en un 30,8% en tiros de campo y un 16,7% en triples, todo ello a la vez que su estrella se venía arriba en el otro costado.

Escenario perfecto para un último cuarto donde pese a los intentos de los Knicks de darle la vuelta al electrónico chocaron con el muro defensivo impuesto por Dyson Daniels y De'Andre Hunter, vitales en toda la velada.

Una inyección de motivación para los Hawks que quedó representada por la acción final de Trae Young, simulando en el centro de la cancha que jugaba a los bolos con el logo de los Knicks.

Atlanta se verá las caras en la noche del sábado con los Milwaukee Bucks (22:30 y 21:30 en Canarias) en Las Vegas por un hueco en la final de Copa.