La defensa de los Oklahoma City Thunder asfixia a Luka Doncic, que se queda fuera de concurso en su camino a su primer título en la NBA

Nos quisieron vender la revancha de las últimas semifinales de conferencia. Nos prometieron un duelo entre los dos equipos más en forma del Oeste, entre dos de los favoritos al MVP. Y la realidad fue otra. Oklahoma aplastó a Dallas por momento, la defensa de los Thunder maltrató a los Mavericks y el equipo de Shai Gilgeous-Alexander hace las maletas rumbo a Las Vegas.

Un equipo construido como un muro de hormigón armado detrás combinado con un ejército de brazos y envergadura capaz de amargar la noche a cualquiera. Y al otro lado de la pista, el pincel de Shai Gilgeous-Alexander dibuja a placer, ayer con 39 puntos, y el resto pintan y colorean al ritmo del canadiense. Anoche mezclaron su mejor versión posible, todavía sin Chet Holmgren, la de la mejor defensa de la NBA con un partido excelso en ataque. Todos los titulares en dobles figuras, 40% en el triple y una intensidad de mayo antes de llegar a Navidad. Por algo son el favorito en la conferencia.

Al descanso el marcador no era tan preocupante como las sensaciones. Oklahoma había conseguido 11 triples y 22 puntos tras pérdida de Dallas. Sumado al primer cuarto de Shai, con 16 puntos, y la debacle de Doncic, autor de solo dos puntos y un tiro de campo, la diferencia de tres era algo muy recuperable. Con solucionar uno de los tres problemas (diferencia en el triple, pérdidas de balón y Shai siendo mejor que Luka) debería haber valido. Lo que nadie esperaba era ver a unos Mavericks todavía peores para arrancar la segunda parte. La salida de vestuarios fue cuando se escapó el partido por completo, cuando la diferencia llegó a rozar los 20 en el tercer tiempo.

Del 59-56 al 70-56, 11-0 en dos minutos y medio para abrir el hueco. Un triple de Isaiah Joe sobre la bocina tras un rebote ofensivo de Alex Caruso dejaba el hueco en 17, virtualmente insalvable. Lo intentó Kyrie Irving, aprovechando los minutos sin Shai en pista, para bajar la diferencia a solo 10 tras dos triples desde la esquina, o la aparición por fin de Luka con ocho puntos en el cuarto, pero los Thunder tuvieron siempre una respuesta. Sobre todo desde el triple, 20/50, y con el canadiense firmando un partido que bien vale una candidatura al MVP. Se le vio cojear en los últimos tres minutos y aun así sacó a bailar a Klay Thompson una última vez antes de vaciar los banquillos. "Queríamos mandar un mensaje" dijo postpartido. Y la NBA ha escuchado.

A los 39 puntos en 23 tiros se le deben sumar 8 rebotes, 5 asistencias y 3 robos, +22 con él en pista. Pero el trabajo duro, las manos a la obra, lo lidera el bloque laboralista del equipo. Isaiah Hartenstein metió 10 puntos con 13 rebotes, cinco en ataque, mientras se peleaba con Lively y Gafford. Entre Lu Dort (11 puntos) y Alex Caruso (6) bailaron con Luka Doncic y Jalen Williams apareció, como siempre, con 18 puntos. Sumado a la ausencia de PJ Washington, clave en un duelo tan físico como los Thunder, la diferencia fue insalvable. La misma, algo más de dos partidos, que tiene Oklahoma con el segundo en la conferencia.

La otra serie de cuartos de final que se jugó la pasada madrugada, la primera del Este, se la llevó Milwaukee. Los de Giannis Antetokounmpo consiguen por segundo año consecutivo el billete para Las Vegas tras vencer a Orlando Magic. Un partido donde el equipo de Florida llegó sin sus dos mejores jugadores, Paolo Banchero y Franz Wagner, y tuvo que recurrir a Jalen Suggs. El exterior de Gonzaga estuvo a punto de hacer saltar la banca con sus 32 puntos y 9 rebotes, llegando a tener a Orlando por encima en el marcador en el último minuto. Pero apareció Damian Lillard, autor de nueve puntos consecutivos para los Bucks en los 52 segundos.

Del 106-103 de Orlando al 107-112 y ya no volvieron a mirar atrás. Suggs falló las últimas oportunidades de vida y los Bucks repiten como semifinalista. Son, con un récord de 10-1, el equipo con mejor récord en la historia del torneo y el único que ha jugado semifinales en las dos ediciones. Lo hicieron porque Giannis Antetokounmpo sigue a un nivel sideral, con 37 puntos y 7 rebotes, y los 28 puntos de Damian Lillard. El tercer punto fuerte de los Bucks fue Bobby Portis, con 22 puntos desde el banquillo, y solo dos tiros fallados, además de 10 rebotes. Esperan rival entre los Knicks y Atlanta y ya están a dos partidos del factor pista.

Orlando se queda tercero y con el mayor miedo en saber que podría perder también a Jalen Suggs. Se tuvo que retirar en el tercer cuarto momentáneamente por una lesión en el pulgar y se le harán más pruebas al llegar a Orlando. Sin Banchero, Wagner, Jonathan Isaac y Gary Harris, perder al único jugador capaz de generar su propio tiro sería una debacle.