Luka Doncic regresa a su mejor nivel y los Mavericks vuelven a mirar hacia arriba con la Copa en el horizonte
Dallas suma once victorias en doce partidos y afronta los cuartos de final con el objetivo de lanzar un mensaje.
Era todavía el primer tiempo del partido en Toronto cuando Luka Doncic ya había sacado todo su arsenal de pases mágico. A Kyrie Irving por encima de la cabeza para dejarlo solo en el triple abierto; más tarde, a Klay Thompson, cruzado de campo a campo, para el triple desde la esquina. Al descanso llevaba ocho y los Mavericks eran muy superiores a los Raptors, aunque acabaran sufriendo para llevarse el triunfo de vuelta a Dallas. La diferencia a años anteriores era que esta vez, no necesitaban al Luka Doncic supernova para seguir ganando. Hay un reparto de talento más allá del esloveno muy capaz de ganar
Con el esloveno fuera, los Maverick supieron sobrevivir de la mano del Kyrie Irving más eficiente de toda su carrera. Ganaron en Oklahoma, Denver o ante los Knicks, y solo los Heat pudieron evitar que la racha de victorias sea de 12 en la actualidad. Pero con la vuelta de Doncic el equipo alcanza su mejor versión, el de favorito en el Oeste. De golpe, los Mavericks están terceros, a solo dos partidos de la cabeza del Oeste. Y en ese tramo han sido el séptimo mejor equipo defensivo y la segunda mejor ofensiva de la NBA, con solo los Thunder teniendo un mejor diferencial. Porque este Doncic, el de la última semana, les lleva a otro nivel.
En el pódcast de ESPN The Hoop Collective se habló sobre el nivel físico del jugador al empezar la temporada. "Diría que la muñeca es el motivo oficial de su ausencia, pero no el único motivo por el que todavía no ha vuelto. Esto ha sido una oportunidad para Luka para ponerse en forma, que ha sido un problema... otra vez" decía Tim MacMahon. Desde su vuelta hemos visto al mejor Luka Doncic de la temporada, con cuatro partidos a un nivel sideral, capaz de pelear por el MVP, sobre todo ante los Grizzlies y en el triple-doble conseguido en Toronto. Son 31 puntos, con un 50% de acierto en tiros de campo y un 42.9% en el triple, 10.5 rebotes y 9.5 asistencias. Y cuatro triunfos.
Con además, 3.3 robos, la cifra más alta de su carrera en un tramo de cuatro partidos. Se le ha visto más activo en defensa, aceptando el contacto e iniciando el ataque rápido. Se le ve mejor. "Está haciendo que todo el mundo forme parte, está recuperando el balón, pero también está anotando. Se puede ver que su tiro está empezando a mejorar desde la larga distancia. Está empezando a anotar" decía Jason Kidd sobre él. Y añadía el tema del ajuste a un equipo con caras nuevas. "Se trata de que todos nos sintamos cómodos y volvamos a nuestro ritmo, en ataque y en defensa". Porque todo esto lo han conseguido con ausencias, sobre todo la de Naji Marshall y Dante Exum, que todavía no ha debutado este año.
Desde principios de noviembre, Dallas ha perdido solo cinco partidos, y todos han sido por una posesión (y un total de ocho puntos) o en el tiempo extra. Los Mavericks son, por méritos propios, el equipo más en forma de la NBA en este momento, y por eso el partido de esta noche, en Oklahoma, es la prueba real para demostrar quién es el coco del Oeste. Un duelo que recupera las pasadas semifinales de conferencia en Oklahoma. Los Thunder han sido los favoritos para llevarse la conferencia desde que se hicieron con Alex Caruso y el pívot Isaiah Hartenstein, pero con las lesiones todavía no han podido contar con todos sus jugadores al mismo tiempo.
El duelo es, para los Thunder, una oportunidad de redimirse tras el 4-2 de los pasados playoff. Una noche para soñar con la Copa NBA, con viajar a Las Vegas y conseguir el primer título oficial desde la mudanza de Seattle. Pero hay un problema por el camino: Luka Doncic y los Mavericks. Y si no pudieron solucionarlo en mayo, ahora es una versión todavía mejor.