El Kyrie Irving más eficiente sostiene a Dallas... que ya sabe respirar sin Doncic
La mejor temporada del australiano mirando al aro, y haciendo de líder sin el esloveno.
Anoche volvió, por fin, Luka Doncic a las pistas. La estrella de los Mavericks regresó tras cinco partidos fuera por una lesión en la muñeca. Desde la madrugada del 16 de noviembre, Doncic solo se vistió ante los Pelicans en la paliza más grande de la temporada para Dallas. Y lo que tradicionalmente habría sido un suplicio para el equipo texano, esta temporada ha sido un paseo militar para los de Jason Kidd. Han ganado en Oklahoma, Denver, Atlanta y Utah, además de vencer a los Knicks en Dallas. Solo los Heat pudieron hacer saltar la banca en un partido que Dallas se olvidó de ganar. La racha podría ser de seis triunfos sin el esloveno.
¿Cuál es la diferencia? Además de tener el mejor equipo alrededor de Doncic desde que diera el salto a la NBA, superior incluso a la versión que llegó a las finales el pasado mes de junio, Kyrie Irving es la pieza clave. El base australiano está firmando una de las mejores temporadas de su extensa carrera, con sobre todo un punto de mejora: la eficiencia en el tiro. Irving ha sido, históricamente, uno de los bases con mejores porcentajes de acierto. Formó, en 2021, parte del club del 50-40-90: +50% en tiro de campo, +40% en el triple y por encima del 90% desde la línea de tiros libres. Pues este año lo ha mejorado.
Kyrie Irving está en un 50.4% de acierto en el tiro, la segunda cifra más alta de su carrera con un astronómico 46.6% en el triple. Nunca había superado el 42%, y lo está haciendo con siete intentos por noche. Combinados, y teniendo en cuenta el valor del triple, su porcentaje de tiro efectivo es del 59.2%, el más alto de toda su vida deportiva. Solo hay cuatro jugadores con mayor promedio anotador y tirando mejor que Irving: Kevin Durant y tres interiores, Nikola Jokic, Giannis Antetokounmpo y Karl-Anthony Towns. Se está moviendo con jugadores candidatos al MVP o cuyos tiros llegan mucho más cerca del aro.
Irving llegó a Dallas a hacer de líder, de referente en el vestuario, y lo está haciendo. Tiene experiencia en las finales y ha sabido asumir su rol de segunda espada. Pero al mismo tiempo, echarse el equipo a las espaldas cuando la referencia que es Doncic no está disponible. Ante los Blazers se turnaron, con Irving tomándose la noche libre con molestias en el hombro.
El 5-1 que suma Dallas sin Doncic es categóricamente antagónico a lo visto en los años anteriores. En 2023 el balance fue de 5-1 y el año pasado 4-8, incluso con un equipo capaz de llegar a las finales. Antes de la llegada de Kyrie, la dependencia era todavía más grande. Pero este año el equipo, con Luka Doncic en el banquillo o lesionado, es todavía dos puntos mejor que el rival por partido (+6.5 con Doncic jugando). Desde 2022, el equipo no conseguía un diferencial positivo en los minutos sin su estrella. Aunque no todo es gracias a Irving, ni mucho menos.
En tres de los cinco partidos que Doncic se perdió desde la lesión de muñeca, Kyrie fue el máximo anotador, pero en los otros dos apareció Naji Marshall. Metió 26 ante Denver y 24 ante los Knicks, enlazando cuatro partidos seguidos de 20+ puntos. Aprovechó la baja de Klay Thompson, que se ha perdido los últimos tres sin Luka, para dar un paso adelante en anotación. Y quien también ha sabido aprovechar los minutos ha sido Quentin Grimes, un jugador que llegó en el movimiento para liberar el salario de Tim Hardaway Jr., y que ha promediado 15.8 puntos en la serie.
El objetivo de Jason Kidd ahora es intentar que, con la vuelta de Luka Doncic en el triunfo ante los Blazers, Dallas siga optimizando sus recursos. Que el mejor Kyrie Irving coincida con un Naji Marshall agresivo, con Quentin Grimes ganando minutos a la espera de Dante Exum. Y que los Mavericks sigan ganando.