PLAYOFFS NBA

Tyrese Haliburton y un triple de 10 metros tumban a los inagotables Knicks, mientras los Nuggets sacan la casta de campeones

Los Pacers ponen el 1-2, igual que Denver, que asaltó Minnesota en una respuesta de campeón.

Tyrese Haliburton no se cree el triple de su compañero Menbhard./AFP
Tyrese Haliburton no se cree el triple de su compañero Menbhard. AFP
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Llevan nueve partidos de playoff, seis de primera ronda y tres en segunda. Y no ha habido partido tranquilo para los New York Knicks. Han ganado seis, perdido tres, y el balance hasta la fecha es de un +9 entre todos los partidos, con solo uno decidido por más de 10 puntos, la primera derrota ante los Sixers. Y anoche en Indiana no iba a ser diferente. Se pusieron 10 abajo, le dieron la vuelta antes del descanso y volvieron a estar 11 por detrás en el tercer cuarto. A falta de 8 minutos ganaban por 9 y un triple de Andrew Nembhard decidió que esta vez le saldría cruz al equipo de Tom Thibodeau. Los Pacers se estrenaban por fin en la serie de la mano de Tyrese Haliburton, quien se presentó cojeando en la sala de prensa post-partido. Indiana vive.

El base metió 35 puntos, su máximo de carrera en playoff con además seis triples y 7 asistencias. Siete de los puntos llegaron seguidos en el último periodo para darle la vuelta al partido. En su mano estuvo el balón con empate a 106 y 20 segundos por jugarse, cuando los Knicks mandaron una defensa doble a intentar frenarle.

Su respuesta fue darle la pelota a Nembhard, quien metió un triple de más de 30 pies (9.4 metros) para sentenciar el partido. "Puse a Andrew en una mala situación, la verdad, pero metió un gran tiro" decía Haliburton. El más importante de su carrera para el canadiense, eso seguro, que acabó con solo cinco puntos. Se une a Damian Lillard como único jugador en meter un tiro para ganar de más de 30 pies en los últimos 25 años de playoff: Nembhard y Dame.

Pasó que a los Knicks le pesó por fin el minutaje que llevan encima. Josh Hart, que sumaba 12 cuartos consecutivos sin descansar (153 minutos y 42 segundos) tuvo que sentarse en el tercer cuarto y sin OG Anunoby, baja para el tercer partido, a Thibodeau le tocó tirar de Alec Burks. Metió 14 puntos en la primera parte, y un horrendo 0/2 en la segunda. Fue esta vez Donte DiVincenzo quien mantuvo vivo al equipo neoyorkino con 35 puntos y siete triples, o los 26 de un Jalen Brunson algo más errático (10/26 en el tiro), aunque metió el triple para empatar a 106. Hart volvió a bajar 18 rebotes, casi la mitad de los 41 de los Knicks que permitieron 56 puntos en la pintura a Indiana. Y ven como mínimo la serie alargarse hasta el quinto partido. 

Y el factor pista se vuelve importante. Porque Indiana todavía no ha perdido en el Gainbridge Fieldhouse, 4-0 y el domingo recibe a los Knicks. Necesitarán a Siakam, que se volvió referente esta madrugada con 26 puntos y 7 rebotes, y otro doble-doble de Myles Turner con 21 puntos y 10 rebotes. Y como más se alarga la serie, más duro será jugar. Porque Halliburton cojeó por problemas en el tobillo, además de dolores en el coxis, y se suma a la lista de problemas físicos. Jalen Brunson fue cuestionable por una lesión en el pie derecho, y finalmente jugó. Pudo haber sido el héroe otra vez, pero falló el triple para empatar, en un tiro que casi ni tocó aro.

Y tras desperdiciar dos partidos en los que llegaron por delante al segundo tiempo, esta vez cambiaron las tornas. Remontaron a New York, tuvieron más energía en los minutos finales y sobrevivieron la locura de jugar contra los Knicks. Por desgracia para Indiana, el domingo viene otra noche loca, como cada partido del equipo de Tom Thibodeau.

Resultados de la noche

  • New York Knicks 106-111 Indiana Pacers (2-1)
  • Denver Nuggets 117-90 Minnesota Timberwolves (1-2)

EL RESTO DE LA JORNADA

Respuesta de campeón

En Minnesota no hubo historia. Tras la paliza del pasado lunes, con los Timberwolves abusando defensivamente del campeón, los Nuggets despertaron por fin en la serie para ganar su primer partido. De la mano de su pareja, Nikola Jokic y Jamal Murray, anularon el entramado defensivo de Chris Finch hasta llegar a mandar por 34 puntos. La mayor diferencia que los Timberwolves habían visto en contra en estos playoff, invictos hasta esta noche, eran 14. "Es una serie, estamos bien, es el primero en llegar 4" decía Anthony Edwards en uno de los tiempos muertos, con el partido ya sentenciado. Porque el 16-16, en el primer cuarto fue la última vez que hubo emoción. Apenas 10 minutos después, y tras un 29-9, la diferencia era de 20 puntos.

Nikola Jokic se quedó a una asistencia del triple-doble tras dos partidos complicados ante la defensa de Minny, incluso en la vuelta de Rudy Gobert. Celebró su nuevo MVP con 24 puntos (10/18 en tiros), 14 rebotes y 9 pases de canasta, con 3 robos y 3 tapones en un partido casi perfecto. Metió también 24 Jamal Murray, quien pudo haber sido suspendido para el encuentro por lanzar un calentador desde el banquillo al partido en la última derrota. Una respuesta de Denver que Minnesota se esperaba. "Van a tener una actuación de nivel de campeón" decía Finch antes del partido, y así fue. En ataque y en defensa. Porque ningún jugador de los Timberwolves llegó a los 20 puntos.

Ant se quedó en 19, Karl-Anthony Towns llegó a 14 y Jaden McDaniels y Conley 10 cada uno. Nadie más pudo aportar en una noche que tiene que olvidar rápido Minnesota. Han pasado cuatro días desde el segundo partido, Denver supo ajustar y aprieta la serie, pero los Wolves están todavía 2-1 y el cuarto se juega en su pabellón. Un 3-1 sería demasiado incluso para Jokic.