NBA

Los Raptors retiran el 15 de Vince Carter en una ceremonia emotiva e histórica

La primera leyenda de los Raptors no pudo evitar las lágrimas en una noche que nadie olvidará en Toronto.

Imágenes de la ceremonia de la retirada del dorsal de Vince Carter./AFP
Imágenes de la ceremonia de la retirada del dorsal de Vince Carter. AFP
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Hay cosas que solo pasan una vez en la vida. Hay momentos, situaciones, que solo se pueden disfrutar en una ocasión, y ni eso. Para un jugador NBA, el honor de que una franquicia retire tu dorsal es algo único. Que decidan que, por tus servicios, el número que vestiste en activo pase formar parte de la historia y no pueda volver a vestirse por otro jugador, es un motivo de orgullo. Por eso, las lágrimas de Vince Carter al ver su 15 subir al cielo del Scotiabank Arena, el pabellón de los Raptors, eran merecidas. Eran el resultado de seis temporadas juntos, diez uno contra el otro, y otra década de recuerdos. Eran el resultado de la relación más madurada de la NBA reciente.

Vince Carter representa mucho más que un jugador de baloncesto en Canadá. Para Toronto, Carter simboliza la esperanza, la ilusión. El saber que se puede conseguir algo si uno se lo propone, como los Raptors se propusieron crear una franquicia en Toronto. Fue Carter, mate a mate, partido a partido, el culpable de que cualquier runrún de una mudanza, se apagara. Los Raptors eran de Toronto, eran Toronto. Y Vince Carter fue, por muchos años, sinónimo de ambos: Toronto y Raptors. El imaginario colectivo de la NBA no puede evitar pensar en el jugador con el 15 a la espalda hundiendo el balón por encima del rival, ya fuera con la camiseta retro de la franquicia o con el dinosaurio al frente.

"Cuando la camiseta suba, no solo será Carter y el 15 el que suba. Es la de todos nosotros" decía el jugador, visiblemente emocionado, a los casi 20,000 espectadores que celebraban a su primer amor. "Las memorias creadas en estos seis años, como queráis recordarlas, también se van arriba" seguía. Porque hubo amor, pero también hubo mucho rencor. "Yo solo quería jugar a baloncesto, ir a pabellones y hacer mates en la cara de la gente. Y por eso la gente se enamoró. Y entiendo la frustración, porque ese chico que les empezó a gustar, ahora se iba" explicaba Carter, recordando su traspaso hacia los New Jersey Nets. Un antes y un después en la historia de la franquicia canadiense.

La ceremonia, que se celebró al descanso del partido entre Sacramento Kings y Toronto Raptors, la dirigieron Matt Devlin, narrador de la franquicia, y Masai Ujiri, presidente de la organización. Entre los dos dieron paso a un Carter que no pudo controlar las lágrimas en ningún punto, ni al agradecer a sus compañeros, entrenadores o familiares, ni al dirigirse a los aficionados. Entre los alumni de Toronto, Tracy McGrady, Morris Peterson, Muggsy Bogues, Charles Oakley o DeMar DeRozan, presente con los Kings. La mayor ovación se la llevó, como casi siempre, Kyle Lowry, en el vídeo que publicaron en el marcador. "Estoy feliz de que te la retiren... primero" decía el ahora base de los Sixers. Que debería ser el siguiente.

La traición llegó en 2004, cuando pidió salir de Toronto. La reconciliación, casi una década más tarde, con Carter jugando para los Grizzlies de Marc Gasol. Fue en el 20 aniversario de la franquicia cuando por fin los Raptors decidieron rendir un homenaje a su leyenda con un vídeo tributo en el marcador. Del vídeo a los aplausos, y de la ovación a las lágrimas de Carter. "Fue verlo aquí, en este pabellón, donde todas esas jugadas increíbles se crearon. Porque aquí es donde empezó Vinsanity, Air Canada" decía Carter. Rookie del año, cinco veces All Star, dos veces All NBA y otros tantos premios y récords que enumeran la historia. Es sexto en partidos, tercero en tiros anotados y tiros libres, noveno en rebotes y octavo en asistencias.

Lideró prácticamente cada una de las categorías, pero DeRozan, Lowry y Bosh le fueron superando por insistencia. Aunque todos ellos son hijos del efecto Carter. Su impacto va más allá de generaciones. "Tenía una idea, pero no lo entendía cómo se hace ahora con las redes sociales" explicaba Carter en la rueda de prensa. Nombres como RJ Barrett y Kelly Olynyk, ahora jugadores de Toronto, o Jamal Murray y Shai Gilgeous-Alexander, crecieron viendo a Carter o unos Raptors posteriores a VC. La etiqueta de franquicia perdedora, de ciudad apestada, era parte del pasado. Llegaron los nombres después Chris Bosh, DeMar DeRozan, Kyle Lowry o Kawhi Leonard y el anillo, pero sin Vince Carter no hay después posible. Un futuro inexistente

Y si para la mayoría de jugadores la ceremonia de la retirada de camiseta es algo único, a Carter le espera otra en tres meses. Porque el 25 de enero serán los Nets de Jordi Fernández los encargados de homenajearle. Y viene de entrar en el Salón de la Fama.