NBA

Los Nets de Durant y Kyrie son pasado: una historia de 1314 días y demasiado drama

El proyecto de Brooklyn presentó el mejor big-3 ofensivo de la historia de la NBA y consiguió ganar una serie de playoffs en algo más de tres temporadas. Un fracaso enorme.

El 'big three' de Brooklyn Nets formado por Durant, Irving y Harden parecía candidato a ganarlo todo. /GETTY
El 'big three' de Brooklyn Nets formado por Durant, Irving y Harden parecía candidato a ganarlo todo. GETTY
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Sobre el papel eran una pareja formidable. Kevin Durant, uno de los mejores anotadores de la historia de la NBA, unía fuerzas con su amigo Kyrie Irving, uno de los mayores talentos de la generación en la liga. Lo hacían en Brooklyn, una franquicia que nunca ha podido ganar el título. Un 6 de julio de 2019 se hacía oficial la firma de ambos jugadores por los Nets. Lo que pasó en los siguientes 1314 días no es para nada lo que esperaban en las oficinas de la franquicia: una historia de drama, lesiones, polémicas, traspasos y ego que será recordada como uno de los mayores fracasos de la historia de la NBA. 

El primer año fue de transición. Con Kevin Durant lesionado en el Aquiles, lesión que le apartó toda la temporada. Fue el año en que la pandemia paralizó el mundo y en que la NBA se terminó jugando en una burbuja en Disney, a donde Kyrie Irving no acudió por una lesión. Fue de los más vocales en protestar contra reanudar la competición en mitad de las protestas bajo el lema Black Lives Matter. Los Nets sin sus dos estrellas, y ya sin Kenny Atkinson como entrenador en jefe, caían 4-0 ante los que eran vigentes campeones, Toronto Raptors. El entrenador interino era Jacque Vaughn, el mismo que en la actualidad dirige a los Nets.

Semanas más tarde llegaría Steve Nash, y lo hacía justo días antes de que Kyrie dijera públicamente que no consideraba necesario que Durant y él tuvieran un entrenador. Todo eso fue antes de la vuelta de Kevin Durant, que regresó a las pistas el 22 de diciembre de 2020 tras 18 meses sin jugar. Los Nets se gustaron y encima incorporaron a James Harden a cambio de Jarrett Allen, Caris LeVert, tres primeras rondas y cuatro intercambios. Todo el futuro de la franquicia estaba hipotecado a una decisión. Eso sí, se plantaban con el mejor big-3 ofensivo jamás visto en la liga, tres talentos capaces de promediar +25 cada uno en el prime de su carrera. A ellos se sumaban Blake Griffin, LaMarcus Aldridge y otros veteranos. 

Llegaron a playoffs con el segundo mejor récord y en primera ronda mostraron su mejor versión. Con los tres sanos, Harden, Kyrie y Durant superaron a Boston 4-1 sin dificultades. En semifinales ante los Bucks la historia fue otra: Harden se lesionó en el primer encuentro y Kyrie en el cuarto. La barba llegó al final de la serie, forzando, pero el peso del equipo cayó en un Kevin Durant que estuvo a escasos centímetros de ganar la serie solo. Su tiro final pisó la línea y mandó el partido a la prórroga en vez de enviar a los Nets a unas hipotéticas finales de conferencia. Los Bucks acabarían ganando en el tiempo extra y posteriormente el anillo. El potencial estaba ahí y para el tercer año debían mostrar su mejor versión, nadie podía detenerlos. 

Excepto una normativa local en la ciudad de Nueva York que impedía a los trabajadores no vacunados ir a trabajar. Kyrie en su momento decidió no vacunarse contra la Covid-19 y ahí empezó una espiral sin freno de problemas. Pese a tener a Kyrie al margen del resto del equipo y los positivos subiendo, el equipo luchaba por la primera posición del Este. Pero en una situación excepcional, con la mitad de la plantilla afectada por el virus, los Nets decidieron a finales de diciembre volver a usar a Irving, al menos en los partidos de visitante. Un mes después, Kevin Durant caía lesionado y se perdería seis semanas de competición. Entre esos dos puntos, James Harden pedía el traspaso. 

Los Nets lo enviaron a cambio de Ben Simmons a Philadelphia donde se encontraría con su mentor, Daryl Morey. El australiano no jugaría ni un partido esa temporada, aquejado de problemas en la espalda y falto de ritmo, y Brooklyn acababa la temporada teniendo que acceder a los playoffs vía play-in. En la postemporada los Celtics se vengarían: 4-0 y los Nets se iban de vacaciones antes de tiempo. Unas vacaciones que iban a ser movidas. Entre mayo y julio Kyrie pidió permiso para negociar con otros equipos, Kevin Durant pidió el traspaso y finalmente nadie salió. Joe Tsai, propietario, y Sean Marks, general manager, vencían. Por el momento.

El último capítulo de esta novela llamada Brooklyn Nets es la temporada actual, 2022/23. Una que empezaba con Kyrie tuiteando contenido antisemita, los Nets apartándole del equipo, Steve Nash despedido y rumores de traer a Ime Udoka como sustituto. Nada salía bien en Brooklyn. Y cuando parecía que sí, otra vez Durant caía lesionado: mismo parte médico, diferente pierna. Y de la nada, el pasado tres de febrero, Kyrie pedía salir. Del viernes al jueves salieron ambos, Irving rumbo a Dallas y Durant hacia los Suns. Se acababa aquí, 1314 días después, una época oscura en Brooklyn. 

En tres años han ganado una serie de playoffs, han perdido dos veces en primera ronda, y los dos han jugado 74 partidos juntos (47-27). Ni una temporada completa. Les lesiones tuvieron un papel muy importante. De los 280 partidos que pudieron haber jugado, Kyrie se perdió 153 y Durant 151. La cifra para Harden es menos grave: disputó 80 de 114. Los tres, juntos, tuvieron 16 noches en las que ganaron 13 (8-2 en temporada regular, 5-1 en playoffs). El mayor 'y si...' en la historia moderna del baloncesto es saber qué habría pasado si estos tres jugadores no hubiera tenido problemas físicos.