'Papá Jokic' vuelve a la cancha, pero no es suficiente ante unos Mavs que quieren irse de Copas... sin Luka Doncic

Un Nuggets contra Dallas siempre promete. Da igual que faltara Luka Doncic, o que fuera el primer partido de Nikola Jokic en casi dos semanas, de baja por el nacimiento de su hijo. Un duelo entre los dos últimos campeones de la conferencia Oeste es una apuesta segura, y anoche, volvió a serlo. Se pusieron 24 arriba los Mavericks en el primer tiempo, remontó Denver con el MVP firmando números que solo el serbio sabe hacer, y cuando los Nuggets lo tenían en la mano, aparecieron los secundarios de Dallas para recuperar el partido. Uno que Jokic quiso robar y que la profundidad del equipo de Kidd evitó.

Sin Doncic, de baja por una lesión en la muñeca, la historia del partido era su amigo Jokic. Su último partido fue el 10 de noviembre, ante Dallas, previo a una ausencia de 12 días por el nacimiento de su hijo, el primer chico de la familia Jokic. Y volvió como si nunca se hubiera ido: su pausa en el baloncesto llegó tras cuatro triples-dobles seguidos, y firmó el quinto nada más ponerse el pantalón de deporte. 33 puntos, con 17 rebotes y 10 asistencias, sin fallar un triple y con un +6 en un partido que Denver perdió por tres puntos. "Algunos en el equipo respiraron aliviados porque Jokic volvió y esperaban que Superman salvara el día. Tenéis que hacer vuestro trabajo" decía Michael Malone, entrenador de Denver, post-partido. Porque más allá de Jokic, Dallas fue mucho mejor. 

Naji Marshall metió 26 desde el banquillo, casi perfecto desde el triple (3/4) y siendo el autor de la última canasta en juego de Dallas antes del festival de tiros libres. Ni Kyrie Irving, con 19 puntos poco efectivos, ni PJ Washington, que firmó un doble-doble de 22 puntos con 13 rebotes fallaron desde la línea. Jamal Murray puso el partido en un aprieto con un triple, pero los Nuggets no supieron conseguir un último tiro. Dereck Lively anotó 11 puntos, además de pelearse con Nikola Jokic todo el partido y firmar dos tapones clave con el duelo empatado a 113, y Daniel Gafford puso su granito de arena, con otros 13 tantos. Un parcial de 40-22 antes del descanso les dio vida y la segunda parte de Washington y Marshall sirvió.

Vieron como de la mano de Michael Porter Jr y Christian Braun, con 17 puntos cada uno, y las heroicidades de Russell Westbrook desde el banquillo, autor de 16 puntos. Pero Jamal Murray volvió a su versión apática, pese a los 14 puntos, con 16 tiros de campo. No fue, para suerte del canadiense, el peor del partido. Porque en Dallas todos aportaron salvo Klay Thompson, con 0 puntos y un 0/8 en el tiro. Una noche para olvidar camuflada en un triunfo clave para seguir vivos en la copa. Denver, al contrario, prácticamente eliminado necesitará un triple-empate milagroso para soñar siquiera con un billete a los cuartos de final, algo que tampoco pudieron hacer en el primer año.

¿El mayor beneficiado de la batalla? Golden State. A falta de un partido, y tras ganar a New Orleans, los Warriors ya se aseguran haber ganado el grupo C. Son el único invicto, y tienen el desempate con Dallas (2-1), el único que puede alcanzarles. Steph Curry jugará los cuartos de final de la Copa NBA. Aunque anoche pasó mucho más.