NBA

LeBron James, KO, acrecienta el drama en los Lakers

El Rey se perderá al menos las tres próximas semanas de competición por lesión. Salvo sorpresa, no volverá en temporada regular.

LeBron James posa como máximo anotador de la historia de la NBA./
LeBron James posa como máximo anotador de la historia de la NBA.
Jonás Pérez

Jonás Pérez

LeBron James será reevaluado en tres semanas por una lesión en el tendón del pie derecho. Eso no implica que el máximo anotador de la historia de la NBA regrese a las pistas tras ese tiempo, sino, más bien, que al menos estará esos 20 días sin pisar una cancha de baloncesto. La temporada regular finaliza el próximo 10 de abril y mucho tiene que cambiar el panorama para que la estrella vuelva a vestir de oro y púrpura para entonces.

A día de hoy, no ha trascendido si la dolencia de LeBron es suficiente como para que se pierda los Playoff. El problema es que los Lakers sí que han otorgado argumentos de sobra como para no disputar la postemporada. Dervin Ham se marcó el objetivo de ni siquiera jugar el PlayIn y acceder directamente a las seis primeras plazas. Su meta cada vez se pinta más de utopía.

Los Lakers se encuentran en la undécima posición de la Conferencia Oeste, a un solo partido de la plaza que da derecho a disputar las eliminatorias para meterse en la postemporada. La anhelada sexta plaza ya sí queda a 2.5 encuentros. Relativamente asequible, teniendo en cuenta que aún les faltan por jugar 19 partidos de temporada regular. Pero la franquicia sigue en récord negativo (30-33), sin atisbos de mejora evidentes y, sobre todo, sin LeBron James.

Ni el mayor guionista de Hollywood diseñaría un drama así para unos Lakers que dejaron hace tiempo la estela de equipo campeón para ser una franquicia cargada de desdichas y desgracias que no otea un solo rayo de luz en el horizonte. Tras una nueva temporada de tintes tétricos, resurgía la esperanza aupada en el récord de anotación de un LeBron James pletórico, el relativo bienestar de Anthony Davis y los por fin acertados traspasos que acabaron con Russell Westbrook en los Clippers y una pandilla de perros de prensa en el antiguo, pero aún nombrado por todos, Staples.

¿Es posible sin el Rey?

Si con el máximo anotador de la historia de la NBA, los Lakers han tenido problemas para acercarse al 50% de victorias, sin él al final del túnel solo se intuye catástrofe. ¿Pero hay motivos para creer? La primera señal para el optimismo es la victoria que cosechó la segunda unidad ante Oklahoma City Thunder. No estaba Shai Gilgeous-Alexander, alma máter de OKC, pero más significativas eran las de Anthony Davis, D'Angelo Russell y el mencionado LeBron.

Ham ha encontrado, por fin, un roster de garantías. Los nuevos ya son los enrollados de la clase. Hachimura cuenta con buena mano y fortaleza; Mo Bamba ya era un jugador de garantías y Beasley y Vanderbilt pintaron de brillante un traspaso que dejaba dudas si solo hubiera incluido el intercambio directo entre D'Angelo y Westbrook. Estos dos últimos son los ejemplos idóneos de jugadores que todo contender quiere tener entre los suyos. Tiburones, intensos, la buena mano de Beasley, el carácter ganador de Vanderbilt...

Pero la NBA es la NBA y no basta con tener un buen roster y una estrella como Anthony Davis. Si no se lesiona, que ya vuelve a sus fueros con molestias. Cabe recordar que el ex de los Pelicans es de cristal y que sus innumerables problemas físicos han impedido a los Lakers gozar de un rendimiento constante.

Los Lakers, según el análisis de medios especializados estadounidenses, cuentan con uno de los calendarios más asequibles de toda la NBA. El primer paso son los cinco partidos consecutivos en casa ante Timberwolves, Warriors, Grizzlies, Raptors y Knicks. No son especialmente difíciles tampoco las salidas a Nueva Orleans y Houston. Sobre los hombros de los soldados de LeBron recae una enorme responsabilidad. Si no suma más de un 50% de triunfos en esta franja, su futuro en postemporada se pintará definitivamente de negro.

Mientras, el Rey lo verá desde su trono, en el banquillo, con sus habituales dotes de entrenador y más frustrado que nunca. Ya avisó tras el All Star: "Estos serán los partidos de temporada regular más importantes de su carrera". Aunque no juegue, los vivirá del mismo modo. Hay drama en LA. Aún con solución.