NBA

Curry, Draymond Green, ¿y luego qué? El dilema de Kerr y su larga plantilla

Por tercera vez en la historia, un equipo usa a doce jugadores al menos doce minutos por noche. ¿Por qué?

Stephen Curry no pudo evitar el tropiezo ante Phoenix Suns. /AFP
Stephen Curry no pudo evitar el tropiezo ante Phoenix Suns. AFP
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

La salida de Klay Thompson de Golden State fue un golpe duro para la franquicia. No solo por lo que representaba el tirador en la historia reciente de los Warriors, sino por la salida de un referente en ataque. Si los tiros no pasaban por las manos de Steph Curry, iba a ser Klay el encargado de hacerlo. Se trajo a Buddy Hield para suplir esa salida, pero una vez el nivel del bahameño se ha normalizado, Steve Kerr todavía no ha encontrado su alternativa. Y el 'plan B' ha sido pluralizar el ataque de los Warriors a lo grande. 

Los Warriors tienen, ante la ausencia de una tercera referencia tras Curry y Draymond Green, una plantilla profunda. Y el entrenador de la dinastía y los cuatro anillos ha tomado la decisión de que su mayor virtud será el grupo. Desde principio de temporada, Steve Kerr ha alabado la profundidad de su plantilla, incluso con la lesión de De'Anthony Melton, que se perderá toda la campaña. Lindy Waters era, por minutos a importancia, el jugador número 13 y ahora está ocupando el puesto de titular por Melton. Y sobre el papel, parece que funciona.

El banquillo de los Warriors es líder en anotación con más de 50 puntos por partido, pero al mismo tiempo el quinteto titular es el peor anotador de toda la liga. Y lo que parece un sistema equitativo y de meritocracia, acaba afectando al talento. Steph Curry está jugando menos de 30 minutos por primera vez desde 2012, y fue cuando los tobillos solo le dejaron disputar 26 partidos. Los minutos de Dray y Wiggins se mantienen en la línea del año pasado, alrededor de los 28, pero dos piezas de futuro como Jonathan Kuminga y Moses Moody han visto su impacto reducido en tres y dos minutos respectivamente.

La improvisación (o adaptación) de Kerr según el rival y partido se puede entender como una manera de intentar ganar, pero no todos están a favor: "¿Tenemos que acortar la rotación? Probablemente necesitamos ser más predecibles de una noche a la otra para que los jugadores puedan coger más ritmo. ¿Implica eliminar uno o dos jugadores? Quizá", decía Steph Curry, referente de estos Warriors. El partido ante los Suns fue un ejemplo, con Podziemski como titular por Waters y Looney empezando la segunda parte. Ellos dos, con Wiggins, Dray y Curry podrían ser el quinteto titular con Hield, Kuminga, Moody y Kyle Anderson fijos desde el banquillo.

Golden State Warriors tiene doce jugadores promediando más de 12 minutos por partido, y eso sin contar a Melton que estaba en 20.2 antes de caer. Solo hay otro equipo que supere los 10 jugadores, y son los Brooklyn Nets de Jordi Fernández, con la diferencia que las lesiones han afectado mucho más al equipo de Nueva York. En lo que va de siglo solo dos equipos habían tenido tantos jugadores promediando al menos un cuarto de partido en pista: los Spurs de 2017, el primer año de Pau Gasol, y los Milwaukee Bucks en 2020. Nadie más está siguiendo el plan de Steve Kerr, que funcionó de inicio, pero tiene a los Warriors con cuatro derrotas seguidas. 

Y todo con los rumores de traspaso siempre de fondo, especialmente con Kuminga no firmando su extensión. Porque es la ausencia de ese tercer nombre, segundo en el área ofensiva, que ha forzado a Kerr a improvisar. Sonaron Paul George o Lauri Markkanen en verano, pero son inaccesibles ambos. Mientras esperan, 12 hombres juegan cada noche para los Warriors como llamado de socorro.