La juventud se adueña de los banquillos en lo alto de la Liga Femenina Endesa
La máxima competición nacional sufre un llamativo rejuvenecimiento tras los últimos cambios de entrenadores en la parte alta de la tabla.

Con la dimisión de Roberto Íñiguez y anuncio de Pepe Vázquez, 4 banquillos de los primeros 5 clasificados al término de la primera vuelta de Liga Femenina Endesa han cambiado de entrenador entre 2021 y 2023. Desde luego, un número más que significativo que ha regenerado la competición en lo más alto. No solo por la cantidad de cambios, sino por la elección de sustitutos.
En esta misma fecha pero hace dos años, Rubén Burgos (Valencia Basket), Alfred Julbe (Spar Girona), Roberto Íñiguez (Perfumerías Avenida), Carlos Iglesias (Casademont Zaragoza) y Mario López (Lointek Gernika) lideraban los 5 proyectos que, a día de hoy, podrían considerarse los conjuntos con mejor plantilla de la categoría. Esos mismos que, en el orden mencionado, coparon las 5 primeras posiciones de la tabla al llegar al ecuador de la competición escasos días atrás. Pero ya no es lo que era. Porque solo Rubén Burgos continúa en su puesto y la edad media ha caído en picado.
Ese quinteto de técnicos de 2021 ha cambiado. Vaya si lo ha hecho. Ya no hay pleno de hombres con la entrada de Anna Montañana, los 4 sustitutos viven su primera experiencia en un equipo con grandes aspiraciones y la edad media ha variado por completo. De los 51.4 años de media se ha pasado a los 39.4, provocado por los saltos de Bernat Canut (33) desde La Seu a Girona, Pepe Vázquez (42) de Bembibre a Avenida, Carlos Cantero (37) de Lugo a Zaragoza y el estreno de Montañana (42).
El camino de todos ellos, a pesar de su juventud, ha sido meritorio. No es casualidad que estos grandes proyectos hayan dejado su futuro en las manos de esta retahíla de nombres. Incluido Rubén Burgos, discutido en ciertos momentos de sus primeros pasos en la élite del baloncesto español, ya que se encuentra en su mejor temporada con Valencia Basket, liderando la Liga Femenina Endesa y haciendo un buen papel en Euroliga.
En el corazón de los Pirineos, el técnico más joven de la competición, Bernat Canut, ayudó a construir un lugar estable para formar y competir. Durante sus 5 campañas como entrenador, Cadí La Seu se coronó como líder de los mortales hasta en dos ocasiones, muy por encima de lo que su presupuesto podía exigirle, alcanzó competiciones europeas y jugadoras como Laura Peña o Irati Etxarri crecieron de manera progresiva.
Siguiendo por el norte, pero en la punta contraria de la península ibérica, Carlos Cantero estabilizó el proyecto de Durán Maquinaria Ensino. Tras varias experiencias como segundo entrenador en Rusia y Hungría, este iba a ser el guion de su paso por Galicia. Sin embargo, un cambio inesperado de los acontecimientos derivó en su nombramiento como primer entrenador. En dos temporadas, clasificó dos veces al equipo a la Copa de la Reina y terminó en ambas entre los 8 primeros clasificados. Suficiente para que Zaragoza se fijara en él.
Asimismo, Pepe Vázquez se hizo fuerte en otro humilde club de la competición. A lo largo de 5 temporadas, con uno de los presupuestos más bajos de la categoría, el técnico convirtió El Bierzo en un fortín. Ante el ascenso de grandes proyectos y equipos ACB, Embutidos Pajariel Bembibre se mantuvo firme en la máxima categoría exprimiendo cada gota de talento que su cartera podía permitirse. Y cuando todo parecía destinado a caer (iban últimas en la 19-20 a falta de 4 jornadas), la pandemia le dio una segunda oportunidad. Esa que ha terminado provocando que, tres años más tarde, el conjunto bembibrense haya rozado la Copa de la Reina.
Mientras que el camino de Anna Montañana, aunque trabajado también, no ha tenido nada que ver. Tras convertirse en la primera mujer asistente de la Liga Endesa, la ex jugadora voló hasta Colombia para dirigir en el Sabios de Manizales y posteriormente a Argentina para desempeñar labores de asistente en el Club Atlético Obras Sanitarias de la Nación. Su regreso se dio de la mano de Lointek Gernika para sentarse junto a Mario López, aunque finalmente en verano dejó el cargo en sus manos por motivos médicos. Una sucesión de hechos que provocó que la valenciana pasara a ser la tercera entrenadora de la Liga Femenina Endesa junto a Made Urieta (Araski) y Azu Muguruza (IDK Euskotren).
Cuatro casos que se unen a otros como los de David Gallego en Estudiantes o Jordi Acero en La Seu, protagonistas de un cambio de caras constante en la abierta rueda de técnicos de la Liga Femenina Endesa.