El tiro final ante el Real Madrid que explica la dimensión de Mario Saint-Supery y por qué lo quiere la NCAA
El base malagueño, en el radar de la Universidad de Gonzaga, se jugó la última bola que pudo darle la victoria al BAXI Manresa.

Quedaban 1,7 segundos para el final. Una canasta de Sergio Llull acababa de poner al Real Madrid dos arriba y los de Diego Ocampo tenían sólo una oportunidad. Ya fuera para forzar la prórroga o para lograr una victoria que les hubiera acercado a los playoffs y hubiera cortado la racha de 20 triunfos consecutivos de los blancos. Y ahí, el que se la jugó fue Mario Saint-Supery. Dani Pérez sacó de banda y el joven del BAXI Manresa, lejos de evitar ser quien se la jugara, pidió la bola, su compañero se la pasó y buscó el triple que hubiera dado a los suyos el partido. El tiro no entró, pero fue el claro ejemplo que demuestra la dimensión a la que ha llegado el joven base malagueño y es una prueba más de por qué es uno de los mejores jóvenes de la temporada en la ACB y de por qué la NCAA ha ido en su búsqueda con una gran oferta que todo apunta a que acabará aceptando.
Cuando acabó el duelo este domingo en el Nou Congost, Saint-Supery casi con las lágrimas saltadas, se lamentaba de lo ocurrido. Sin embargo, después de que algunos compañeros como Derrick Alston se le acercaran a abrazarle, también lo hicieron rivales como Facu Campazzo o Sergio Llull, que quisieron apoyarle y darle ánimos porque el descaro que había mostrado el joven base para jugarse una bola así bien que era digno de aplaudir. Aquello, que puede ser un gesto más dentro de la deportividad de un partido, fue además la muestra de que todo lo que se habla sobre el futuro tan prometedor que apunta a tener Saint-Supery no es baladí. Y es algo que ha ido mostrando jornada tras jornada y partido tras partido, sobre todo esta temporada.
Saint-Supery ha cerrado el que ha sido su estreno en la Basketball Champions League (BCL) con 6,3 puntos, 2,3 rebotes y 3,8 asistencias de media. Mientras que en la Liga Endesa su media es de 7,9 puntos, 2,1 rebotes, 2,1 asistencias y un 8,1 de valoración. Sin embargo, esta temporada ha sido, además, su estreno como internacional absoluto en las Ventanas FIBA, así como la que se ha puesto de forma plena en el mapa del baloncesto internacional. De ahí que la NCAA, que ya llevaba tiempo detrás de llevárselo, haya puesto sobre la mesa una oferta suculenta que apunta a que finalmente el malagueño podría aceptar, concretamente de la Universidad de Gonzaga, tal y como ya avanzó Chema de Lucas.
Por eso, que haya sido el tercer mejor joven (y primer español) de la Liga Endesa no es casualidad. Como tampoco lo fue que en 2023, justo antes de su primera cesión -al Tizona Burgos, que entonces era entrenado por Diego Ocampo-, el Unicaja lo renovase hasta 2028. Y sí, de ahí que el base si decide finalmente cruzar el charco, tenga que pagar su cláusula, tal y como dejó claro el propio presidente del club cajista, Antonio López Nieto.
👏 Del triple que entra, se aprende.
— Liga Endesa (@ACBCOM) May 18, 2025
Del que no, se aprende el doble.
La tuvo en sus manos @M_SaintSupery, tan cerca que compañeros, e incluso sus rivales, quisieron apoyarle en este momento.
¡Qué gran batalla nos habéis regalado, @BasquetManresa!#LigaEndesa pic.twitter.com/3GL2HOMZpQ
En una entrevista a principios de este mes de mayo con el diario Málaga Hoy, al ser preguntado por Saint-Supery, López Nieto aseguró que "si decide irse", el club lo respetaría siempre y cuando cumpla con lo acordado: "Si decide irse, nosotros lo vamos a respetar. Eso sí, tiene cláusula de salida y nosotros, por política de club, no negociamos con nadie la cláusula. Tendrá que pagar". Y todo apunta a que así ocurrirá, ya que a día de hoy el Principito parece más cerca de estar al otro lado del charco que de continuar en España.