Ricky Rubio reaparece en una cancha de baloncesto… en una liga amateur
El crack de El Masnou, que jugó su último partido profesional en el mes de junio, se divierte mientras decide su futuro.
Es una de las imágenes más esperadas en el baloncesto español: Ricky Rubio en una cancha repartiendo asistencias de fantasía como ha hecho en los últimos 19 años. Y lo ha hecho en el entorno menos esperado. El base de El Masnou ha dejado su primera imagen en una cancha de baloncesto desde que disputase su último partido con el Barcelona el pasado mes de junio.
Y lo ha hecho en el entorno más inesperado. Mientras el mundo del basket intenta deshojar la margarita del futuro de Ricky, él ha cumplido con su máxima que es buscar la diversión en el bote de un balón y en una asistencia a un compañero sin más pretensión. Y lo ha hecho lejos del foco del baloncesto profesional, en un partidillo de 2 mes 1, una liga amateur del área metropolitana de Barcelona.
Son las primeras imágenes públicas de Ricky en una cancha desde que el 2 de junio cayese junto al Barcelona en el tercer partido de semifinales de la ACB ante el Real Madrid. El base ha demostrado que en estos siete meses no ha perdido el sentido de la fantasía y ataviado con una sudadera con capucha (al más puro estilo Carmelo y su versión hoodie Melo) se ha encargado de repartir asistencias marca de la casa como se puede ver en los vídeos colgados por la propia liga.
Ni Penya, ni Barça, ni històries. Ricky Rubio (versió hoodie) està jugant a la lliga de lleure de 2+1 amb sons amics. És el millor. pic.twitter.com/AmAZBW3ddj
— Adrià Arbués (@arbues6) January 9, 2025
Han pasado 165 días desde su último partido y el silencio ha sido la nota dominante. Ricky ha preferido tomar distancia y se ha dejado ver en contadas ocasiones. La despedida de Víctor Claver fue la primera de ellas y dejó claro que se encontraba "muy bien", aunque no habló de un posible regreso a las canchas. El pasado mes de noviembre volvía a hablar sobre el proceso que le alejó del baloncesto entre agosto de 2023 y enero de 2024. Y volvió a aparecer unos días más tarde, en un acto de su fundación.
"Volver a tener una base sólida antes de volver a empezar. La intención es ir vaciando el vaso que se llenó mucho", aseguró hace un mes un jugador que lleva desde los 14 años lidiando con la presión del deporte profesional y las expectativas que se generaban a cada paso que daba uno de los mayores talentos del baloncesto europeo en las últimas décadas.
Entre medias, en estos meses de 'stand by', el base de El Masnou asegura haber aprendido a parar y escucharse a sí mismo, sin hacer caso al ruido que se genera en el exterior. Y no ha sido poco. Desde que hablase con Scariolo respecto a su presencia en el Preolímpico de Valencia ("Nos ha pedido un tiempo de reflexión. Tiene que tomar decisiones sobre su vida y su carrera", aseguraba entonces el seleccionador nacional) hasta ahora su nombre se ha vinculado con un regreso al Barça, su vuelta al Joventut e incluso una primera de contacto con la Unió Esportiva Montgat, de EBA, para volver al baloncesto más puro. Sin pretensiones. Algo que ahora parece estar cumpliendo en una liga amateur.
La realidad ha dibujado un panorama diferente en el que, por el momento, el baloncesto profesional queda en un segundo plano. Al menos como profesión. Ricky sigue trabajando a diario, como confesó hace unas semanas, pero sin más ambición que ir "día a día. Cuando eres deportista de élite todo va muy rápido y le das importancia a resultados, algo que no deja de ser un deporte". Una actividad que le ha dado mucho y a la que él también ha dado como para parar ya si lo considera necesario. "El futuro no lo sé, lo estoy meditando y dándole vueltas".