La escasez de recursos y el recuerdo del Partizan sirven a Chus Mateo para conseguir una victoria inesperada

Si algo ha demostrado el Real Madrid es ser un equipo capaz de crecerse ante las adversidades. Y lo cierto es que lo que mostró este domingo, ante el UCAM Murcia (64-85), fue lo mismo que ya enseñó aquel mermado Real Madrid que hace ya dos temporadas, durante los playoffs de la Euroliga. En aquella ocasión lo tenía supuestamente todo en contra, pero acabó llevándose aquella famosa eliminatoria ante el Partizan. De hecho, el arma secreta que por entonces le acabó dando la llave de la victoria fue la misma que empleó Chus Mateo este domingo en la Liga Endesa. Un recurso defensivo que, además, permitió corregir uno de los errores que más arrastran los blancos esta temporada: el rebote.

Ante la escasez de recursos -a las bajas por lesión de Andrés Feliz, Usman Garuba y Dzanan Musa, que tiene dañado el ligamento deltoideo del tobillo derecho-, se han sumado las ausencias de Serge Ibake por un virus y de Xavier Rathan-Mayes, que estaba a expensas de que naciera su primer hijo, y ante lo que es, según el propio Chus Mateo, "una plantilla no tan larga como otros años", el técnico se tuvo que reinventar. O, mejor dicho, tirar de un recurso al que ya sacó mucho rédito en mayo del 2023: la zona 2-3.

Ese recurso defensivo, lo primero, conseguía forzar a su rival, UCAM Murcia, a tirar desde el exterior ante la dificultad de penetrar. Pero es que, además, era una buena fórmula para tratar de proteger a sus jugadores de faltas, algo clave sobre todo ante la escasez de recursos... y funcionó.

"Es una defensa que tiene, digamos, un peligro y es que Murcia entienda cómo atacar este tipo de defensa y su éxito desde fuera o desde el rebote nos lleve a perder la fe en defensa. Nos ha permitido que Murcia por momentos dudara de si tomar tiros o no, ha perdido algún balón, hemos estado bien cerrados cuando han penetrado y eso nos ha permitido sacar una ventaja que al final ha sido bastante más holgada de lo que pensábamos que podía ser aquí en este campo", explicaba el propio Chus Mateo tras el partido.

Y, además, lo que también permitió la zona fue que los suyos, ante la falta de acierto del UCAM Murcia, lograsen mejorar otro de sus aspectos negativos de esta temporada: el rebote. Los blancos cerraron el duelo con 42 rebotes (36 defensivos) por los 27 con los que acabaron el partido los de Sito Alonso, cogiendo sólo 6 ofensivos, lo que dice mucho y bien de esa defensa del Real Madrid.

De hecho, el técnico del cuadro murciano, que también se valió de esta defensa zonal en los playoffs del pasado año de la Liga Endesa ante Unicaja, destacó que la que planteó el Real Madrid no era una zona "normal". ¿El motivo? Edy Tavares, que se quedó rozando el doble-doble con 10 puntos y 9 rebotes. "Es verdad que cambia mucho la situación cuando ellos vienen y se meten 37 minutos en zona, y no una normal, sino una con un tío de 2,20 debajo del aro, y eso es verdad que ha provocado fallos no habituales", dijo Sito Alonso.

Si bien, lo que destacó Chus Mateo fue que la clave estuvo en que, precisamente, hicieron "un partido inteligente": "Sabíamos que teníamos bajas y teníamos que protegernos de alguna manera. Ser listos a la hora de defender, los jugadores lo han interpretado francamente bien. Son extraordinarios. Sergi Llull ha sido el mejor manejando y dirigiendo, sabiendo cuándo cambiar la defensa, y el resto de compañeros saber por dónde iba. Abalde le ha ayudado y ha estado francamente bien. Todos".