Álex Abrines, capitán del Barça, no se muerde la lengua ante el descalabro culé: "Es ridículo tras ridículo"

El Barça no sólo vive tiempos convulsos en la sección masculina de fútbol con la inscripción o no de Dani Olmo y Pau Víctor. Su equipo masculino de baloncesto tampoco pasa por sus mejores días. La derrota ante el Bàsquet Girona (91-90) ha dejado muy tocado a Joan Peñarroya y al equipo con muchas posibilidades de quedarse fuera de la Copa del Rey por primera vez en 58 años.

* ASÍ ESTÁ LA CLASIFICACIÓN DE LA LIGA ENDESA

Algo insólito en la historia del baloncesto culé que unido al episodio del no fichaje de Thomas Heurtel ha desatado el nerviosismo en el Palau y en el vestuario azulgrana que ya no esconde la crisis que vive el equipo esta temporada, en la que suma 17 victorias y otras tantas derrotas. Un balance que le ha llevado a salir de los seis primeros puestos de la Euroliga y a ocupar una extraña novena posición en la Liga Endesa.

Todo esto ha hecho estallar a los jugadores y en especial a un Álex Abrines que tras la derrota ante el equipo gironí tomó los galones de capitán y dio la cara para pintar la situación tal y como es. "Soy el primero en criticar al equipo. No estamos dando la cara ni somos capaces de entender lo qué significa este escudo. Es ridículo tras ridículo. Con los jugadores que tenemos no tendríamos que estar como estamos", aseguró en los micrófonos de Jijantes.

"Cuando las cosas van mal salen las dudas. Lo hemos hablado muchas veces, pero la dinámica no cambia. Hemos hecho partidazos pero no somos un equipo competitivo. No hay palabras. No sabemos jugar. Hemos vuelto a salir mal y hemos encajado 51 puntos al descaso. Sólo con el talento no iremos a ninguna parte. No es suficiente. Hemos de jugar más como equipo. Las palabras se las lleva el viento. Hemos hablado ya muchas veces y obviamente la situación no es mala ahora, lleva siendo mala mucho tiempo. No hemos conseguido reaccionar", concluyó el internacional español sobre una situación que pinta crítica para el Barcelona.

Un equipo que, pese a las derrotas, sigue dependiendo de sí mismo para llegar a la Copa del Rey. Y todo gracias al average acumulado en estas primeras 15 jornadas del campeonato doméstico. El conjunto de Peñarroya necesita ganar los dos partidos que le quedan (contra el Gran Canaria en Las Palmas y en casa ante el Bilbao Basket) y tiene que mirar de reojo lo que sucede este fin de semana en el duelo directo entre el Baxi Manresa y el Casademont Zaragoza, los dos equipos que le preceden en la tabla.

Los culés superan en el average (+48) al conjunto maño (+31) pero tienen peor margen que los manresanos (+55) por lo que es casi obligatorio que ganen los dos partidos que les quedan. De perder uno de los dos tendrán que esperar al resultado del duelo directo entre maños y manresanos para sacar la calculadora. Además tendrá que tener en cuenta otros invitados como el Baskonia e incluso UCAM Murcia y Bilbao Basket, que con seis victorias todavía tienen opciones (casi imposibles) de meterse en la cita copera.

"Es una evidencia que la presencia en la Copa del Rey está difícil", apuntaba Peñarroya tras el encuentro ante Girona. El técnico aseguró que entiende las "dudas" despertadas por la mala dinámica de las últimas semanas. Ha dicho que pondrá todos sus esfuerzos en sacar adelante un momento "complicado" y que "lo demás", su futuro, no depende de él. En este sentido ha reivindicado que siente el "apoyo" de la gente del club y que "la única manera" que entiende para cambiar esta "dinámica negativa de resultados" es "seguir trabajando y picando piedra".