AFE mueve ficha para ayudar a Dani Olmo y Pau Víctor, con la experiencia de Pedro León: "El Barcelona lo tiene fatal"
Valoran la mejor forma de defender a los futbolistas aunque, incluso en el peor de los escenarios, creen que llegarían a un acuerdo.
¿Y la AFE? Una de las cosas que se han echado de menos en toda la polémica entre el Barcelona, LaLiga, la RFEF y las no inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor, ha sido la postura del sindicato de futbolistas AFE. No se han pronunciado públicamente, pero sí que han dado los pasos necesarios para posicionarse en este tema, como siempre, al lado de los jugadores.
Además de hablar con ambos futbolistas y con el Barcelona, el régimen jurídico del sindicato ha estado elaborando un plan de acción para sacar la cara por los jugadores, que son los grandes perjudicados en todo este tema por la gestión del conjunto azulgrana. Tanto Olmo como Víctor mantienen, por ahora, la tranquilidad de que su club va a solucionar las cosas y todavía no han alzado la voz. Sin embargo, a su alrededor todas las partes están preparando el escenario de que salga todo mal: agentes, abogados y el propio sindicato AFE.
Tampoco es que vayan a tener demasiado margen para moverse en el terreno de lo jurídico. La forma de actuar de Joan Laporta y su Junta Directiva (todos los que no han dimitido ya) no les da demasiada opción para ninguna fantasía y la sensación que hay es la de ir "a la guerra con una cuchara de madera". Tanto si preguntas en la propia AFE, como en LaLiga, como en la RFEF, el comentario siempre es el mismo: "El Barcelona lo tiene fatal".
¿Qué ha hecho AFE hasta ahora? Aunque no haya sido de forma pública, sí que han estado sobre el tema. Han respetado la voluntad de los jugadores, hablando con ellos desde el primer momento y explicando las opciones. En ambos casos, si hubieran querido salir del Barcelona, lo habrían hecho. Se podrían haber marchado después del día 31 sin ningún problema. Pero la cosas no están en ese punto. Ambos quieren continuar en el club y prefieren que no haya más ruido del que ya está generando la situación por sí misma. A nivel laboral tienen todas las de ganar, con todas las herramientas que necesitan en sus contratos: cláusulas y penalizaciones a su favor. Pero todo indica que, llegado el peor escenario posible en el que no pudieran jugar y no consiguieran inscribirlos de ninguna manera, alcanzarían acuerdos con el club, al que por ahora están decidiendo respetar sin alzar la voz.
Tampoco es que AFE pudiera pronunciarse de manera pública en una tesitura que lo único que haría es aumentar la presión sobre los jugadores. Si, llegado el caso de que no pudieran jugar y tuvieran que forzar una salida, el Barcelona pusiera algún problema con lo que les corresponde por contrato, ahí sí que podría entrar AFE con los tanques, defendiendo a sus asociados. Pero no tiene pinta, por ahora, de que ese vaya a ser el escenario.
Nervios que van creciendo hasta el final del mercado
Sin embargo, el tiempo va pasando y los jugadores se van poniendo más nerviosos. La duda ahora es qué va a hacer el Gobierno (CSD). La Cadena Ser adelantó ayer una posible suspensión cautelar de la ejecución, aunque fuentes gubernamentales aseguran que esa decisión no se ha tomado aún. Antes, tanto a nivel civil como mercantil, cuando el Barça pidió cautelares, se las tumbaron. Están quemando opciones y ya no les quedan muchas. Y, aunque el CSD finalmente se las concediera, serían sólo eso: "temporales". Con la posibilidad real de quedarse en nada en un espacio corto de tiempo (máximo tres meses, que dura un procedimiento administrativo). Y todo esto tiene una fecha límite: cuando se cierre el mercado de fichajes el 31 de enero. Si no hay un remedio antes, habrá tiempo para que entren en juego otro tipo de presiones y manifestaciones públicas.
Todas las partes lo tienen clarísimo: no pueden traspasar la peligrosa línea de cometer una excepción con Laporta y las consecuencias de hacerlo generarían mucho más problema que ceñirse a cumplir la norma a rajatabla. Una regulación votada y aceptada por todos los clubes. De haber cualquier sorpresa en este punto que permita la inscripción, tendrá que llegar de la mano de una resolución judicial.
El precedente de Pedro León
Hace poco más de 10 años LaLiga dejó sin inscribir a Pedro León, entonces jugador del Getafe, porque el conjunto azulón no tenía margen salarial para meterlo en su plantilla, que en la 2014-15 se quedaba en 17 millones de euros. Por poner en contexto: en la 23-24 tienen más de 39 millones, aunque esta temporada hay clubes en apuros que no llegan a los 17 de aquel Getafe de hace una década: Espanyol (8,7) y Sevilla (2,4).
Aquello fue también muy polémico y de nuevo LaLiga se posicionó con firmeza defendiendo su control económico. La RFEF, entonces dirigida por Villar, al contrario de lo que pasa ahora, entró en conflicto y sí permitió la licencia del futbolista, pero el Getafe no se arriesgó a que el Juez Único de LaLiga les acusase de alineación indebida por poner a jugar al futbolista murciano.
Junto a AFE, Pedro León recurrió en la justicia ordinaria y terminó encontrando, meses después, una medida cautelar que le permitió acabar la temporada jugando. Ya en 2016, cuando el jugador sí podía competir, el Tribunal Superior de Justicia terminó dando la razón a la patronal, desestimando el recurso de AFE y del propio futbolista.
Volviendo a 2025 de nuevo la opción de ir a la justicia ordinaria, más allá de la posibilidad de conseguir unas medidas cautelares, parece una bala muy poco práctica para los jugadores. Por los tiempos que se manejarían en esta vía, parece poco probable que acepten estar en la grada más de un año.