PRIMERA FEB

Jayson Granger encuentra la tranquilidad que el infierno de su país le arrebató

El base manda en el primer partido liguero de Estudiantes y deja atrás el año más difícil de su vida entre el racismo y las amenazas.

Mus Barro felicita a Jayson Granger tras la primera victoria del Estu./FEB
Mus Barro felicita a Jayson Granger tras la primera victoria del Estu. FEB
Guillermo García

Guillermo García

Jayson Granger vuelve a sonreír. Le ha costado dejar atrás todo lo que vivió la pasada temporada en Uruguay. Una vivencia que poco o nada esperaba cuando decidió volver a su país natal. Allí se encontró con algo que no esperaba: un infierno por un "cúmulo de racismo y odio" al que se había sido sometido desde su llegada. Una pesadilla que le llevó a encararse con un rival hasta el punto de hacerle el gesto de apuntarle con un arma.

Fueron los momentos más bajos de uno de los mejores bases del Viejo Continente en la última década como admitía la presentación del equipo. "Es algo que no me esperaba y fue muy duro de asimilar, algo que cruzó lo deportivo que no debería pasar en ningune escenario. Desgraciadamente que en el siglo XXI pasen estas cosas son difíciles de llevar, pero son aspectos que se escapan de mi control. Pase página, pero me quede triste porque fue en mi país donde nací", reconoció.".

Hoy todo eso ha quedado atrás. Granger ha recobrado la felicidad en la cancha y lo ha hecho en la que fue la casa que primero le abrió las puertas del baloncesto profesional. El uruguayo sorprendía en verano al anunciar su fichaje por Movistar Estudiantes. Regresaba a Madrid con su familia y volvía a un Ramiro que no ha tardado en volver a idolatrar a un base llamado a marcar diferencias en Primera FEB desde el primer día. Y no ha tardado en hacerlo.

El ex de Unicaja, Baskonia, Efes o Alba Berlín fue el líder del triunfo colegial por 82-69 ante el recién descendido Monbus Obradoiro. Un conjunto llamado a pelear por volver a la Liga Endesa y que fue la primera víctima de Granger. El uruguayo tardó en empezar a carburar, pero cuando lo hizo se mostró imparable. El base (35 años y 1,88 m) salió desde el banquillo para aportar 20 puntos, 5 rebotes, 8 asistencias, 28 de valoración y un +23 siendo el mejor del equipo en este apartado.

Granger se dedicó a jugar con el rival, apurando las posesiones casi hasta el final y anotando muchas veces en la cara de un contrario desesperado por no poder frenar a un jnugador en estado de gracia. Especialmente en el último cuarto, cuando decidió el choque con 15 puntos de los 20 que anotó, entre los que incluyó dos triples en los dos últimos minutos que pusieron la puntilla a los gallegos.

"El objetivo está claro que es devolver al equipo a la Liga Endesa que es donde se merece, aunque no va a ser fácil. Muchos equipos se han reforzado muy bien y es una liga muy dura por lo que me han dicho, pero intentaremos poner lo mejor de nosotros para conseguirlo. Esperamos tener un equipo competitivo y alegre y que la gente se pueda divertir". De momento, en su primera aparición Granger ha cumplido ambas premisas.