El infierno que vivió Jayson Granger en Uruguay antes de volver al Estudiantes: "Vamos a asesinar a tu mujer y a tus hijos"
El otra vez jugador colegial ha explicado en una entrevista con el 'AS' la compleja situación a la que ha tenido que hacer frente en su país.
Cuando hace un año, Jayson Granger decidió dejar Europa y poner rumbo a su Uruguay natal para seguir jugando al baloncesto en el Peñarol, lo cierto es que lo hacía con la intención de estar allí varios años. Sin embargo, todo se terminó torciendo demasiado pronto, tanto dentro como fuera de la pista. La realidad es que hace unos meses saltó a los medios por un encontronazo con el jugador del Aguada, Santiago 'Pepo' Vidal durante la final de liga. Un gesto por el que el propio base pidió disculpas, pero tras el que desveló venía por un "cúmulo de racismo y odio" al que se había sido sometido. Algo sobre lo que ahora, tras su regreso a España, ha hablado y ha confesado que incluso recibió amenazas incluso de muerte hacia su familia.
"En mi cabeza estaba volver a Uruguay, jugar unos años en casa, el país del que me fui con 15 años. Firmé un contrato de largo plazo, de tres años, con Peñarol y mi objetivo era estar ahí, tener una estabilidad familiar, personal, un buen club...", explica el ahora otra vez jugador del Movistar Estudiantes en una entrevista con el diario AS. Y es que lo que ocurrió fue que Granger, acostumbrado a ligas europeas donde el nivel y el control es mayor, se topó con "un lugar lleno de odio, de envidia, con situaciones de tipo racial, insultos, amenazas".
Lo cierto es que, según explica el ex de Unicaja, Baskonia y el Estu, la falta de seguridad que sentía tanto él como su familia hizo que abrazase esa opción de volver a Madridy enrolarse, de nuevo, en el Movistar Estudiantes. Y es que, como reconocía el propio jugador, "siempre pongo a mi familia por delante del deporte y esta no se sentía segura", todo ello después de que incluso trascendiesen amenazas de muerte hacia su mujer y sus hijos.
"Yo me he tenido que limpiar escupitajos, he tenido que aguantar pisotones de jefes de seguridad, insultos raciales de niños de 10, 12 años con sus padres al lado descojonándose y llega un momento que cuando te dicen 'vamos a asesinar a tu mujer y a tus hijos', uno dice basta. Mi estado mental y familiar supera a todo eso", admitió el propio Granger, que ya está en Madrid a expensas de empezar (de nuevo) su pretemporada con el equipo colegial.