El Real Madrid logra una vida extra en el infierno de Belgrado
Los de Chus Mateo sacan una victoria colectiva ante Partizan, liderada por un coloso Tavares y un descomunal Williams-Goss.
Belgrado.- "Lucha de gigantes convierte el aire en gas natural. Un duelo salvaje advierte…". Antonio Vega, sin saberlo, escribió la letra de un tema cuyo inicio bien podría hablar de lo que ha sido este tercer duelo entre Partizan y Real Madrid. Porque si algo se vio sobre el parqué fue eso: un duelo titánico entre dos equipos que han escrito, por h o por b, su nombre en la historia de la Euroliga. Y este encuentro en un Stark Arena de Belgrado que dejó claro por qué a su afición se le conoce como "los sepultureros" y que hizo arder un ambiente que elevó al infinito el baloncesto. Y que acabó con la victoria para los blancos (80-82). Vida extra sacada del infierno de Belgrado, pese a todo.
Porque el partido empezó con Smailagic bailando y haciendo bailar a Tavares, mientras al Real Madrid le bailó la concentración. Varias desconexiones hicieron al Partizan ponerse 12-0 y en bonus cuando no habían corrido aún ni tres minutos del reloj de juego. Sólo Williams-Goss con dos libres y una canasta y el caboverdiano maquillaron con 6 puntos el mal inicio de los de Chus Mateo. Pero el acierto de los de Zeljko Obradovic, desde el triple, en la media distancia y, sobre todo, en defensa mató a los blancos durante el primer cuarto. Y así se vio en el marcador 32-19.
La apuesta por la vieja guardia en el segundo cuarto surgió efecto. Al menos, durante los primeros minutos. La inteligencia del Chacho y la lectura (y muñeca) Rudy, a los que se sumó Hezonja con buenas decisiones de tiro pusieron a los blancos a diez a seis y medio para el descanso (41-31). Y luego, tras un tiro libre fallado y otro anotado de Tavares, el marcador quedó congelado durante más de dos minutos y medio hasta que el caboverdiano volvió a ver aro por partida doble y desde el tiro libre. 3:27 para el descanso y cuatro abajo (41-37). Y a partir de ahí el partido cambió por completo. Hasta el punto de que el partido se fue al descanso con 48-45 en el marcador. A partir de entonces cambió todo y en la segunda parte el Real Madrid hizo lo que mejor sabe: ser el Real Madrid.
BALONCESTO POR ENCIMA DE TODO
😎 Me reafirmo
El baloncesto es lo que se ha vivido este martes en el Stark Arena. Un partido de iguales fuerzas entre dos grandes de Europa que han hecho disfrutar a todo el que haya visto o vivido el encuentro. Desde Madrid a Belgrado pasando por cualquier rincón del mundo. Porque de eso es lo que hay que hablar y no de otras cosas. Y este duelo ha sido una lucha táctica y de entereza, de juego y de inteligencia baloncestística. Desde el banquillo hasta la pista. Eso es lo que debe ser. Baloncesto por encima de todo.
CHUS MATEO
😬 Me ha hecho cambiar de opinión
El jueves, Chus Mateo estaba contra las cuerdas. Después de lo de hoy, tiene una segunda vida que gastar. La realidad es que esta vez las rotaciones quedaron a un lado e hizo lo que sabía que debía hacer: apostar por la veteranía, los de la sangre fría, los que ya llevan tantas batallas que en la guerra no les tiembla el pulso para disparar. Sergio Rodríguez sacó a relucir al Chacho de las grandes citas. Rudy Fernández a don Rodolfo, el que se colgó el oro el pasado Eurobasket con la Selección. Y Tavares hizo el resto. La apuesta de Mateo funcionó, tanto a nivel mental como de juego. Porque el temple era clave en un partido como hoy y él lo sabía. Esta vez, la pizarra, que al inicio del partido parecía emborronada, funcionó. Y el resto del equipo se contagió de esa mano izquierda y paciencia que es necesaria en partidos como el de hoy.
EL TAPÓN DE TAVARES A SMAILAGIC
🤳 Mi fondo de pantalla
Si el inicio de esta crónica empezó con la letra de la canción 'Lucha de gigantes', voy a permitirme el lujo de volver a repetirlo en este apartado para hablar de Tavares y Smailagic. Porque eso es lo que se vio entre ambos: un duelo en la pintura de dos colosos con buena muñeca. Y por eso, ambos dejaron la foto que se convierte en mi fondo de pantalla, esta vez con Tavares como lo que es: el máximo taponador de la Euroliga. Un gorro para enmarcar.
EL STARK ARENA
📀 Mi 'bonus track'
El Stark Arena es un templo del baloncesto. Lo que ha conseguido este Partizan no tiene calificativos. Más de 20.000 personas en el pabellón ante el Real Madrid, una media de más de 16.000 esta temporada… Eso es digno de aplaudir. Y si a eso se suma el ambiente que son capaces de conseguir los llamados 'sepultureros', que incluso hora y media antes del partido ya animaban sin descanso de la grada, poco más se puede añadir.