La mejor versión de Pierria Henry no es suficiente para la victoria de Baskonia

El baloncesto dura 40 minutos. Cuatro cuartos de diez minutos en los que como solo en uno te despistes, más aún si en el partido reina la igualdad, caes. Y esto es lo que le ha pasado a Baskonia en Mónaco en esta jornada de Euroliga. En el último cuarto hubo "cositas", como decía el técnico vitoriano, Joan Peñarroya, que faltaron e hicieron a los suyos sucumbir ante un AS Mónaco que, precisamente, no es que hiciera un gran juego (79-74).

Y es que, las cosas como son, Cazoo Baskonia hizo una buena segunda parte, pero le faltó agresividad matadora. El tercer cuarto lo inauguró con un parcial de 8-0 a favor. Mantuvo durante cuatro minutos y medio a los de Obradovic sin anotar - ayudado por el desacierto de los jugadores rivales, eso sí-. Pero la efectividad ofensiva de los vitorianos se quedó a medio gas. Cuarto bueno que pudo ser mejor y que dio paso a unos últimos diez minutos en los que Baskonia se desinfló y Okobo tiró del carro. Ay, lo que hubiera sido de los de Peñarroya si Howard hubiese estado acertado en el tiro exterior...

En definitiva, partido irregular de ambos cuadros, en el que Baskonia recuperó la mejor versión de Pierria Henry -por algo fue MVP- y mostró buen juego interior tras el descanso con Dani Díez, Costello, Kotsar y Sedekerskis. Pero Mónaco, que fue de menos a más, supo gestionar mejor la recta final para hacerse con el triunfo.

Cuando se anunció que Pierria Henry volvía a Baskonia mandé el siguiente whatsapp: "Tremendo fichaje... Verás la de puntos que va a hacer y repartir". No pongo la captura por eso de la protección de datos, pero el mensaje es real. Y si ya los últimos partidos había hecho que Baskonia elevase sus números de anotación -y confirmasen mi whatsapp-, lo que ha firmado ante el AS Mónaco lo reafirma aún más.

La primera parte fue brillante. El tercer cuarto lo inició con un triple para igualar el marcador (Baskonia perdía 48-45) y luego dio dos asistencias para que los suyos firmaran un parcial de 7-0 y diesen la vuelta al marcador. Y ni siquiera Okobo, que fue el líder de los italianos, logró superarlo. 17 puntos, 7/9 en tiros de dos, un triple, un rebote, siete asistencias, dos robos y un 21 de valoración. MVP del partido y de los baskonistas, como no podía ser de otro modo.

A ver, no voy a negar que, obviamente, un jugador que ha sido internacional con la Selección algo tiene. Eso es obvio. Pero, la verdad, no esperaba que Dani Díez firmase este viernes un partido tal que así. Los tres robos en los que dejó su sello fueron una maravilla. La capacidad reboteadora (cogió cinco) y la incisión en defensa fueron clave para la mejora del juego interior de Baskonia. Si a ello le sumas una asistencia y 12 puntos... Poco más se le puede pedir al alero. Chapó para el madrileño y gracias por hacerme cambiar de opinión.

Si Pierria Henry marcó la diferencia para el Baskonia en ataque, Elie Okobo hizo lo propio en el AS Mónaco para, además, acabar llevándose la victoria. Sin duda alguna, el base-escolta fue el punto de inflexión de los suyos. Anotó cinco puntos en el último cuarto cuando el Mónaco perdía de uno y dio la vuelta al marcador (73-71). Y si eso lo culmina con que terminó el partido como máximo anotador con 22 puntos... ¿Qué más se puede decir?

No voy a extenderme mucho, porque creo que no necesita mucha explicación. Aunque reconozco que tenía dudas porque el corte de Sedekerskis para recibir el pase de Howard y colgarse del aro en el tercer cuarto fue una jugada de esas con clase, finalmente mi fondo de pantalla va a ser otro. Es el alley-oop patrocinado por Donta Hall. Y de él solo diré una cosa: si no lo has visto, busca la jugada para hacerlo. Y ya de paso, el mate del jugador lituano de Baskonia, también.

Baskonia acusó la falta de acierto. Y ahí, Markus Howard fue protagonista. Su juego exterior es necesario... Y no apareció. Tres puntos en una sola canasta desde la línea de triple -aunque probó hasta seis veces y una desde la zona-, una asistencia y dos robos fue lo que aportó. Pero las tres pérdidas pesaron de más para los de Peñarroya. Howard no estuvo ante el Mónaco y su -3 de valoración lo confirma.

Si algo necesitaba mejorar Baskonia de cara a la segunda parte era la defensa. Y ahí, los pívots, acompañados por el resto de los jugadores, respondieron. Matthew Costello, que también estuvo animado de cara a aro, fue determinante. También Maik Kotsar. Y también aparecieron Tadas Sedekerskis y Dani Díez. Cuando las cosas se hacen bien, hay que decirlas. Y ellos lideraron el buen hacer del juego interior de un Baskonia que ganó en el rebote... Aunque no en el marcador final.