Juan Núñez demuestra que sabe ser el base del Barça… y además lo van a necesitar
El madrileño lideró con soltura el juego cuando estuvo en pista en un duelo que acabó con Tomas Satoransky cojeando y Raul Neto con molestias en el abductor.
Que el Barça echa de menos a Nico Laprovittola es un hecho. Más allá de por ser su base titular, por lo que supone el argentino dentro del vestuario para el resto de sus compañeros. Pero si algo se vio este jueves durante el Clásico en el Palau es que la apuesta culé por Juan Núñez no deja de crecer y empieza a revalorizarse. Porque el joven base fue el mejor director de juego de los de Joan Peñarroya, mostrando una buena versión, pese a que se enfrentaba a su exequipo y le tocaba bailar con la más fea (por algo Facu Campazzo es uno de los mejores bases de Europa).
Pero, además, también hizo que se notara su ausencia en pista durante la prórroga que se tuvo que perder tras ser eliminado por faltas. Y que el Barça sea capaz de jugar a lo que quiere Peñarroya dando la batuta al joven madrileño es algo muy positivo, sobre todo, en tiempos de urgencia como este. Porque el duelo dejó a los culés tocados a nivel físico... sobre todo en la dirección de juego.
"Tenemos a jugadores tocados y algunos han terminado con molestias", explicaba Joan Peñarroya tras el desgaste que supusieron esas dos prórrogas de las que finalmente no obtuvieron premio. Y uno de los tocados es, precisamente, Tomas Satoransky, el otro '1' que pese a no hacer un buen partido -aportó a nivel defensivo con cuatro rebotes, pero sólo repartió una asistencia y acabó con un -2 de valoración- tuvo que exprimirse en la prórroga aun habiendo tenido que retirarse varios minutos al banquillo por una molestia en la pierna que le hizo terminar el partido cojeando. Y no fue el único.
"Lo que me ha parecido una pena es que no haya podido jugar más Neto. Se ha hecho daño en el abductor y quería que jugase más. Veremos a ver qué dicen las pruebas", admitió Peñarroya sobre el nuevo fichaje del Barça, después de que el base brasileño sólo estuviera en pista 3:49 minutos en los que firmó 5 puntos y dejó bastantes destellos de calidad de lo que puede aportar al equipo. Y ante este panorama, el que salva la papeleta como base y más que con creces, tal y como se vio ante el Real Madrid, es Núñez.
El joven base sólo estuvo en pista 11:58 minutos, pero en estos la realidad es que aportó un carácter y una fluidez al juego colectivo culé que se echó en falta cuando tuvo que abandonar el parqué tras hacer la quinta falta en el último cuarto antes del tiempo extra. En esos casi doce minutos, anotó 7 puntos, repartió tres asistencias y cazó tres rebotes que le hicieron firmar un 9 de valoración.
Aunque a simple vista puedan parecer números algo escasos, la comparativa con el resto de sus compañeros demuestra todo lo contrario. Porque esos 9 créditos fueron la tercera mayor valoración de un jugador culé, solo tras Jan Vesely (26) y Kevin Punter (25), pero es que además también cosechó el mejor +- de la plantilla con un +9 con él en pista.
Lo cierto es que Núñez mostró visión, lectura, actitud e inteligencia para tratar de trasladar la pizarra de Peñarroya al parqué. Pero también es capaz de mostrar una buena versión defensiva, como hizo ante Facu Campazzo -líder del Real Madrid y quien acabó dinamitando un partido que realmente pudo haber ganado cualquiera-, sin que le temblase el pulso ni dudase para hacerlo pese a estar ante uno de los bases más difíciles de defender de toda Europa por su enorme talento y su cantidad de recursos en todos los aspectos del juego.
Y aunque aún le queden cosas por corregir -su carrera no ha hecho más que empezar porque sólo tiene 20 años-, lo que demostró es que a día de hoy, ante la ausencia de Laprovittola y la incógnita de Neto, es quien mejor maneja los conceptos del juego culé para ponerlos en práctica. Y eso es algo que necesita y quiere aprovechar el Barça, más aún en tiempos difíciles como los que se le presenta. Porque se ha convertido en un seguro para ello.