OPINIÓN

Cuando espíritu de lucha y deseo superan estereotipos y prejuicios: Campazzo y TJ Shorts, esos locos bajitos

Campazzo entra a canasta contra el Barça. /EFE
Campazzo entra a canasta contra el Barça. EFE

Líder. Persona que dirige u orienta a un grupo, el cual reconoce su autoridad. Esa es la definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua. En él, no se hace ninguna referencia a atributos personales o físicos que condicionen de ninguna manera la condición de líder. Y es que, tirando una vez más de refranero español: el hábito no hace al monje.

Carsen Edwards (1,80 metros) y Shabazz Napier (1,85 metros), ambos en Bayern, y TJ Shorts (1,75 metros, París) están entre los diez máximos anotadores de la Euroliga en su arranque mientras que Tamir Blatt (1,78 m.; Maccabi) y Facundo Campazzo (1,81 m.; Real Madrid) ocupan plaza en el Top10 de jugadores más valorados transcurridas sólo cinco jornadas. Dos denominadores comunes: son los líderes de sus equipos y no superan el 1,85 de altura.

Facundo Campazzo (25,2 créditos) y TJ Shorts (24,6) son los jugadores más valorados de la competición y ambos han tenido una historia en clave de superación marcada por el tamaño y por romper techos de cristal.

Conocemos bien al 'Facu' de su paso por el baloncesto español. Pero los inicios no fueron fáciles. Fue un viaje a Mar del Plata con el Unión Eléctrica (empezó en Municipalidad de Córdoba), en octubre de 2006, para jugar el cuadrangular de la Zona Centro de la Liga Nacional Juvenil, el que hizo que Osvaldo Mario Echevarría, un entrenador de Peñarol, se fijara en él.

"Es un caradura del basket. Él me responde que es mejor que sea así, porque eso es lo que le hizo estar donde está", reconocía Echevarría a la revista El Gráfico. Dos años más tarde ya formaba parte del primer equipo milrayita, con el que lograría cuatro Ligas (2010, 2011, 2012 y 2014) y tres torneos Super-8 (2009, 2011 y 2013).

En 2014 desembarcaba en nuestro país en el Real Madrid (su nombre ya había empezado a hacerse conocido tras ponerle un tapón a Kobe Bryant en un amistoso con Argentina, frente a USA Basketball en Barcelona) y, después de un primer año en el que, pese a su poca participación, disfrutó como el que más el título de Euroliga conseguido, recaló cedido en el UCAM Murcia. Volver a empezar de cero.

Algunas voces expertas decían que no era base para el Real Madrid. Poco tardaron en acallarse viendo su juego, cómo metía a su nuevo equipo en el playoff en la primera temporada y era escogido cuarto mejor base de la Liga Endesa tras Sergio Rodríguez, Darius Adams y Tomas Satoransky, y en el segundo Mejor Quinteto en la segunda.

El primer año en su vuelta al club blanco ya no pararía de acaparar títulos (un total de once) y MVP's. Pero aún le quedaba un sueño por cumplir: jugar en la NBA. Y así, fichando en 2020 por los Nuggets se convertiría en el decimotercer jugador argentino en la historia en jugar en la Mejor Liga del Mundo en Nuggets y Mavericks antes de retornar a España, poniendo una nueva pica en Flandes.

Segundo máximo asistente (8 pases de canasta), decimosexto máximo anotador (14,8 puntos), séptimo mejor porcentaje en triples (56,2 %), décimo jugador que más triples mete con 2,2… son algunos de los registros de Campazzo en las cinco primeras jornadas.

"No hace falta ser alto para triunfar en el baloncesto", decía en una entrevista al diario ABC. Razón no le falta y se la da a uno de los últimos en llegar como TJ Shorts.

Porque, a sus 27 años, este jugador de 1,75 metros ya ha llevado al Paris Basketball, un debutante, a sumar dos triunfos en cinco jornadas, siendo él MVP de la última jornada.

¿Quién se lo iba a decir a un jugador que tras acabar en el instituto no recibía ni una sola beca para jugar en la NCAA? De ahí, el dorsal 0 que luce y que le hizo irse al JUCO, Junior College, para desempeñarse dos años en el Saddleback College antes de coincidir dos cursos con Chima Moneke en UC Davis, en la NCAA, tras recibir una beca. Nadie dijo que el camino iba a ser fácil ni sencillo.

El coronavirus paraba su primera experiencia profesional, en el Ventspils letón. Su siguiente destino ya sería en Alemania, en Hamburgo. Acompañado del técnico finés Tuomas Lisalo, desde su fichaje por Crailsheim Merlins la temporada siguiente comenzaría su eclosión, que le llevaría a ir primero al Telekom Bonn, con el que sería campeón de la Basketball Champions League en 2023, MVP de la temporada regular, de la Final Four y de la Bundesliga, después de ser finalista de la misma.

La pasada campaña formó parte del trasvase de seis jugadores y entrenador desde Bonn a París para disputar la Eurocup. Y subiendo un escalón competicional, volvía a romper un nuevo techo. MVP de la fase regular y de las finales, llevaba a su equipo a conseguir el pasaporte para participar en la presente Euroliga, además de ser campeón de la Leaders Cup, torneo como nuestra Copa del Rey, y de la fase regular liguera, en la que caían en la final ante el Mónaco.

Su velocidad y explosividad -siendo el jugador que más canastas mete en bloqueo directo de la competición, con cinco por partido, y cuarto en aclarados con una, suplen la falta de centímetros y de rango de tiro desde 6,75 metros (lleva un 1/11, cuando en el baloncesto actual sin triples no hay paraíso). Segundo máximo anotador con 19,8 puntos, líder en canastas de dos anotadas con 7,6, tercer máximo asistente con 7,6 pases de canasta… son algunos de los números de extraterrestre nada propios para un rookie.

Dice Sylvain Francisco (1,85 m. y clave en el 4-1 de arranque del Zalgiris), en una entrevista concedida a BasketNews esta misma semana, que "lo que me gusta de TJ Shorts y otros es que los bases pequeños siguen vivos. Por lo general, gustan los bases altos, pero ahora puedes darte cuenta de que, si pones al base pequeño en una buena situación, te dará el doble, diez veces más".

Siento contradecir al reciente Premio Príncipe de Asturias Joan Manuel Serrat en su canción 'Esos locos bajitos': no dejéis de joder con la pelota.