No es un Clásico más

Nunca lo es. No lo es, lo primero, porque se ha adelantado de hora, para que lo veas, para que lo disfrutes. El jueves a las 19:00 horas en la Calle Goya de Madrid hay un Real Madrid baloncesto -Barça, de Euroliga. Esta semana se ha sabido que no habrá final de la Copa del Rey entre los dos habituales. Se enfrentarán en semis siempre que superen a un Valencia Basket en buen momento y reforzados, los de Chus Mateo. Y al mejor Unicaja de los últimos años, los de Jasikevicius. Todo eso ha agitado a los aficionados al baloncesto que no profesan ni el blanco ni el azulgrana. No queda claro si el sorteo es la preferencia de los operadores televisivos. Y de repente, la Euroliga y otra vez verse las caras.
El coliderato en Europa de estos dos grandes españoles con Olympiacos y Fenerbahçe ahora mismo no hay analista serio que lo sepa explicar. Las mentes más tácticas señalan a los griegos de El Pireo como el equipo que mejor juega. Pero, aún así, han sumado siete derrotas, un 35% de los partidos, muchísimo. Lo mismo que Barça y lo mismo que Real Madrid. Ganar tiempo hasta final de enero es una constante de los últimos años. Recuperar lesionados, recuperar ambiciones en los más veteranos y ganadores, recuperar sin mirar atrás.
La escuadra merengue ha perdido contra Olympiacos (los dos partidos y de distinta manera), contra Barça, contra Zalgiris, Baskonia y contra Mónaco (5º, 6º y 7º actualmente). De los de arriba ganó únicamente a Fenerbahçe. Los de azulgrana en los últimos nueve partidos han ganado o han perdido, pero siempre +/- 8 puntos. Muchos de esos partidos decididos en el último minuto o última posesión.
La Inteligencia artificial, Madrid, Barça y el baloncesto europeo
Si usáramos un modelo de Inteligencia artificial de procesamiento lingüístico de última generación y metiéramos parámetros como entrenador, Euroliga, declaraciones previas, Saras, Chus, Mirotic o Llull seguramente nos entregaría un texto donde las palabras solidez, consistencia o competir serían los núcleos del sujeto para muchas frases. Pero la realidad que los dos grandes de este país están sujetos a la victoria por encima de predicados que sirvan para atender a medios o ganar ese tiempo que resta hasta el momento de la verdad. Las normas de cambios ilimitados entre jornada han permitido a los equipos con más capacidad construir plantillas mucho más largas y trayectorias menos permeables a lesiones y malos momentos de juego.
Lo ideal es ganar jugando bien (¿quién da esos diplomas?) y también ser reconocible, a eso parece que quiere jugar Jasikevicius, al menos en defensa. Reconocibles para sí mismos y para sus aficiones. Real Madrid, no de ahora, también las últimas temporadas de Laso, juega a ponerse el disfraz de Dragón de Cien Cabezas. Formatos muy diferentes, quintetos cambiantes, posición de base sin definir jerarquía desde que marchó Campazzo, no queda claro quién juega al 3 o al 4. Pero en el 5 las columnas de Edy lo sustentan todo (o casi todo). De momento líderes en Liga y Euroliga.
Chus Mateo ha declarado que está contento con la primera vuelta. En la mitología griega a ese dragón de cien cabezas (cada una de las cuales hablaba una lengua diferente) se le llama "Ladón". Y precisamente lo que más le ha costado al Real Madrid ha sido cambiar el balón de lado del eje. Musa y Hezonja, las grandes esperanzas para febrero, PO de Euroliga y F4, permanecen en 8 metros cada uno a cada lado de la línea de triple. A sistema roto, prefieren balón y solucionar con su enorme talento. Eso ha funcionado en ocasiones, no parece lo ideal. Real Madrid siempre cuenta con la baza del saber jugar partidos grandes por parte de Llull en ataque y de Rudy en defensa, más la capacidad de alimentar a los grandes por parte de Sergio Rodríguez. Ellos son los que más tranquilos están.
En Camp Barça la situación es parecida, incluso parece que esta plantilla es más de Saras que las anteriores, más luchadores, menos creadores. Vesely, Kalinic, Satoransky o Da Silva, perfiles físicos y de querencia por la defensa. Curiosamente en su biografía, Jasikevicius decía que él siempre prefirió bases líricos como Petrovic o Magic a bases más de ciencias como Corbalán o Marzorati. Mirotic llegó fuerte, después bajó números y seguro que espera los partidos grandes para exponerse aún más. Sorprendió en algunas remontadas que Da Silva terminara partidos, la lectura es que la temporada es larga. Siempre esa frase que sirve para mucho.
El Clásico del jueves
Ganar o perder el jueves tiene muchas lecturas y cómo lo hagas también. El final del Clásico en el Palau con ese Lost in translation del último tiempo muerto ya está olvidado, siempre que gane el Madrid. El Barça ya no recuerda la derrota en la semifinal de la F4 de Belgrado, que cambió el signo de la temporada pasada. Siempre que ganen el jueves.
Satoransky irá al poste, el Madrid está avisado. Edy Tavares será defendido con mucho contacto, el Madrid está avisado. Mateo pondrá tamaño y triple poste con Deck, Yabu y Edy, el Barça es consciente. Rudy anticipará como tercer hombre en los traps, el Barça es consciente.
¿Lo saben todo el uno del otro? ¿Saben el qué puede pasar, pero no el cuándo? ¿Hay tiempo para entrenar tantas variables en plantillas tan intercambiables? ¿Seguro que no pasa nada por perder o ganar de nuevo? ¿Será el último clásico en Europa de la temporada? No parecen tan macizos como otras temporadas ¿pero es mejo de menos a más de cara a playoffs o F4?
¿Y los tiradores, aparecerán Kuric, Rudy, Abrines o Causeur? ¿Laprovittola y Chacho se anularán o se dejarán brillar? ¿Los mismo Higgins y Musa? ¿Quién será el factor X: Cornelie o Nnaji?
No puede ser un Clásico más cuando no puedes responder a estas preguntas, nunca lo es. Nunca sabes si es el último, siempre lo juegas, lo vives y lo comentas como si lo fuera.