EUROLIGA

Bartzokas vive en sus propias carnes el infierno del Partizan: "Un aficionado me empujó, esto es una cosa de la Euroliga"

Los serbios ganaron a un Olympiacos frustrado, con su entrenador picado con el banquillo contrario y encarándose con Jones.

Bartzokas y Jones se encaran./
Bartzokas y Jones se encaran.
Jonás Pérez

Jonás Pérez

El Partizan-Olympiacos ya se veía venir como un partido tenso de salto inicial a bocinazo. El infierno del Belgrade Arena es una ratonera para todo aquel que intenta asaltarlo y pese al mal momento del equipo de Obradovic, compiten cada partido como si fuera una final. En esta ocasión les tocó tumbar a uno de los grandes favoritos para ganar la Euroliga en un día en el que la emoción se desbordó en exceso y hubo varios incidentes que lamentar.

Tras la conclusión del partido, Tyrique Jones se lanza visiblemente enfadado a por Bartzokas, entrenador rival, chocando por el camino contra varios protagonistas mientras le señalaba con el dedo en tono amenazante. No se quedó atrás el técnico de Olympiacos, que también se revolvió contra él, a la par que otros miembros de su cuerpo técnico metían calma.

¿Pero qué ocurrió para que se dieran imágenes de esta magnitud? Tuvo que ser Bartzokas en rueda de prensa el que lo aclarase, aunque claro, siempre según su versión. En esta ocasión, además, no remitió la responsabilidad a su rival, ni siquiera a Jones, sino a la Euroliga. Bajo su criterio, la competición debería tomar medidas para evitar que estos incidentes se den en una cancha de baloncesto. Es más, tiró de deportividad y elogió en repetidas ocasiones al Partizan por haber sido capaz de tumbarles.

"Esto es una cosa de la Euroliga. Uno de los ayudantes de Obradovic estuvo maldiciéndonos desde el banquillo durante todo el partido. Intercambiamos algunas palabras. Luego Jones me atacó. Entonces un aficionado de la grada bajó y me empujó. Esto no es mi trabajo, es responsabilidad de otros", reveló ante los medios de comunicación tras la conclusión del duelo.

Bartzokas habló del ambiente un par de respuestas más tarde, mostrando un enorme respeto por lo que vive en la pista del Partizan, aunque, por supuesto, sin llegar a los límites que se dieron al final del partido: "Estamos en Serbia y aquí todo el mundo entiende el baloncesto. En un partido con tanta intensidad, a veces es cuestión de una o dos decisiones: si no anotas algunos tiros fáciles o fallas en algunos rebotes... Eso es el baloncesto, un juego de errores. La gente ayudó al Partizan y luchó hasta el final, así que tenemos que respetarlo".

Más allá del incidente, el Partizan de Belgrado firmó una actuación mayúscula gracias a un parcial final demoledor (28-13), impulsado por el calor de su gente. El gigante griego no fue capaz de aprovechar su ventaja de 50-57 al final del tercer cuarto y acabó cediendo. Con la derrota, se queda en cuarta posición con ocho victorias y cuatro derrotas en las doce jornadas disputadas. Su rival, por el contrario, se encuentra en la parte baja de la clasificación, aunque ya llueve menos: suma su segundo triunfo seguido y ya acumula cuatro en el casillero.

La caída de Olympiacos probablemente tendrá que ver con una nueva ausencia de Sasha Vezenkov, claro candidato a MVP de la competición y ahora lesionado. Sin él, Evan Fournier tuvo que tirar del carro (16 puntos), aunque estuvo menos acertado que otros días con 2 de 8 en triples. Carlik Jones (que no Tyrique, el que se enfrentó a Bartzokas) fue el mejor de los locales con 15 puntos y 8 asistencias en su haber.

Un día más en la Euroliga, una competición vibrante, trepidante, con tensión, partidos ajustados y donde todo es posible. El Partizan tumbó a Olympiacos, con Bartzokas enfurecido, con Jones apuntándole y con un aficionado en mitad de la escena. I feel devotion.