EUROLIGA

Las dos acciones consecutivas de Ognjen Jaramaz que abren un debate en el Baskonia de Pablo Laso

El base se ha reivindicado tras firmar una gran segunda parte, sobre todo a nivel defensivo, en el duelo ante el Paris Basketball.

Ognjen Jaramaz, esta temprada, en Euroliga con Baskonia. /GETTY IMAGES
Ognjen Jaramaz, esta temprada, en Euroliga con Baskonia. GETTY IMAGES
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Cuando a finales de agosto se anunció el fichaje de Ognjen Jaramaz (Serbia, 1995) por el Baskonia de Pablo Laso, lo cierto es que, a priori, que el base serbio gozase de minutos, sobre todo en la competición continental, se antojaba complicado. Por delante, tenía a Kamar Baldwin y Trent Forrest, los dos bases por excelencia que se turnarían el puesto de '1' que ya habían sido anunciados con anterioridad. Pero al tener ambos pasaporte extracomunitario, la necesidad de contar con un director de juego más para los partidos de la Liga Endesa (en ella sólo pueden jugador dos extracomunitarios y Baskonia, además de los bases, tiene a Markus Howard) propició la llegada de Jaramaz. Y la realidad es que lo que está demostrando el base desde entonces es que Pablo Laso va a tener un debate a la hora del reparto de minutos, porque se está ganando los suyos con creces y el partido que hizo en París es (otra) muestra de ello.

Vaya por delante que Jaramaz ya ha sido protagonista de algunas acciones claves de Baskonia que van más allá de las estadísticas. Y un claro ejemplo de ello se vio en el partido de Liga Endesa ante el Barça, en el que los de Laso se llevaron la victoria tras una jugada clave en la que el serbio tuvo gran protagonismo. Quedaban segundos y Kevin Punter acababa de penetrar en la zona. Y ahí, ante un físico que le superaba y a sabiendas de la dificultad que tenía para taponarle, lo que hizo Jaramaz fue desajustarle lo justo para que fallase lo que parecía una canasta fácil con la que el Barça hubiera empatado el duelo.

Seguramente esta fuera su primera gran carta de presentación, aunque no resonase tanto. Pero no iba a ser la última. Porque lo que firmó este viernes en París, pese a que la victoria no acabase siendo para los suyos (cayeron 67-65), fue otro claro ejemplo de la dimensión a la que puede llegar el base y del crecimiento que está mostrando jornada tras jornada a las órdenes de Pablo Laso. Y es que Jaramaz se está ganando a pulso todos y cada uno de los minutos que está sobre el parqué... aunque en París su entrada a pista llegase, literalmente, fruto de la necesidad.

Los directores de juego de Baskonia se habían cargado muy pronto de faltas en el segundo cuarto, así que Laso lo que hizo fue sacar al serbio. Y gracias a él las sensaciones del Baskonia mejoraron de forma notoria. Aunque sin duda, hubo dos acciones clave que lo demostraron. La primera fue cómo peleó una defensa con agresividad y se tiró a por la bola, cuando parecía que esta iba a quedar suelta, para acabar recuperándola y armar un contraataque que culminó con canasta de Rogkavopoulos. Y la segunda, fue justo en la jugada posterior.

Tras encajar la canasta del griego, el Paris Basketball subía la bola y el serbio no dudó en robarla, irse con rapidez hacia el aro y anotar a placer. 4 puntos consecutivos de Baskonia que llevaron acento griego de una u otra forma y que evidenciaron que tiene buena visión de juego, pero, sobre todo, una buena faceta defensiva. Así se vio, de hecho, también en la segunda parte, más concretamente en el último cuarto donde primero, logró que el Paris pronto entrase en bonus gracias a sacar faltas. Y, después, hizo una gran labor defensiva, sobre todo a TJ Shorts, al que incluso llegó a sacar de sus casillas fruto de la frustración. Y es que el base del Paris firmó su peor partido hasta la fecha en Euroliga.

Con lo que firmó Jaramaz sobre la cancha, le valió para ser el tercer jugador más valorado de Baskonia tras los 30 créditos de Chima Moneke y los 16 de Donta Hall (se quedó en 12, con 3 puntos, 4 asistencias, 4 robos y 4 faltas recibidas en 19:30 minutos). Todo ello gracias a haber sido el mejor base del conjunto vitoriano, aunque también se le vio ejercer como '2' en algunos momentos, habiendo insuflado bastante ritmo en ataque, pero, sobre todo, por su labor defensiva en la que metió muchas manos para cortar las jugadas del rival. Una actuación que le vale para reivindicarse cuando parecía que quedaría relegado a un rol más de rotación, tras Forrest y Baldwin, que el que se está ganando. Se aprieta la lucha por minutos en la dirección de juego baskonista.