Doornekamp firma un partido perfecto para silenciar Málaga y tumbar al campeón

Málaga.- Estaba en todas las quinielas como el partido más esperado de los cuartos de final. Y el Lenovo Tenerife - Unicaja no defraudó a nadie. Bueno, igual a los seguidores de Unicaja sí tras ver cómo su equipo tiene que hacer las maletas antes de tiempo. Pero para los aficionados neutrales fue un espectáculo de partido por parte de dos equipos que llegaban a la cita con la flechita hacia arriba tanto por resultados como por sensaciones.

El resultado (83-91) se decantó a favor de los insulares que supieron jugar mejor los minutos finales de un partido en el que sobresalió por encima de todos Aaron Doornekamp, pero en el que terminaron siendo decisivos Shermadini en la zona y la sangre fría de Kyle Guy en los últimos dos minutos. Su mejor manejo de los nervios y la precipitación malagueña en los instantes decisivos fue suficiente para tumbar al campeón de un torneo que ya busca nuevo rey.

Cuando Aaron Doornekamp tiene la mano tonta no hay muchos exteriores como él. En un equipo que tiene en el triple uno de sus grandes argumentos, tener un tirador en racha como la que firmó el canadiense es un lujo. A sus 38 años el veterano alero firmó uno de los mejores partidos de su vida con 25 puntos, seis triples (el primero en anotar tantos en un partido de Copa desde 2018 y a uno del récord de Epi, Toolson y Vasileiadis), dos tiros de dos y tres tiros libres y encima hacerlo sin fallo. Partido mayúsculo que vale una semifinal.

El fondo de armario de Unicaja hace que a veces no reparemos en la calidad de sus jugadores, muchas veces enmarcada en el colectivo. Es el caso de Dylan Osetkowski, que quiere volver a liarla en la Copa y repetir fiesta en la explanada del Carpena. El californiano le tiene tomada la medida a la competición y fue el bastión ofensivo sobre el que se apoyó el equipo de Ibon Navarro para intentar sumar su cuarto triunfo seguido en este torneo, aunque finalmente se quedó en la orilla.

La foto vale para cualquiera de los dos equipos en el primer cuarto, pero me quedó con la que dibujó Unicaja durante ese parcial. Hasta cinco veces los jugadores del conjunto andaluz se quedaron liberados en la posición frontal desde el triple y cinco fueron los tiros que anotaron: tres de Osetkowski, uno de Ejim y otro de Kravish. Todos desde la cabeza de la zona. Fueron cinco aciertos pero es que llegaron muchos más durante un primer cuarto con un impresionante 11 de 18 desde más allá del arco para los dos equipos. La tónica dominante durante el duelo.

Ilimane Diop debería bajar el número de revoluciones con los que salta a la cancha. Al menos en los últimos partidos. Le pasó el pasado 4 de febrero en el duelo ante sus ex de Baskonia cuando, aparentemente sin venir a cuento, le soltó un manotazo a Vanja Marinkovic. Sin la misma dureza, el pívot del Lenovo Tenerife repitió acción ante Unicaja. No esperó siquiera a que el balón estuviera en el juego. En el salto inicial, mientras el balón de las manos del árbitro él le dio con el revés de la mano a Yankuba Sima, cometiendo la falta más rápida de la Copa del Rey.

"Siempre te llevo conmigo, siempre seré tu bandera,nno juegas sólo si yo estoy aquí, porque vuela el Carpena, y Málaga sueña, Unicaja yo vivo por ti". La banda sonora del Martín Carpena. La afición de Unicaja es incansable y fue responsable de sostener a su equipo en los momentos de mayor debilidad. Es cierto que jugar la Copa en casa supone un plus de presión por aquello de ser anfitrión, pero también te da un añadido cuando las cosas pintan peor.