BALONCESTO FEMENINO

La jugadora que asombró al mundo y progresa en la sombra: ¿qué fue de Anastasiia Kosu?

Nacida en 2005, la rusa se presentó al planeta como una de las mejores jóvenes del mundo en 2019. Cuatro años después, analizamos su presente.

Anastasiia Kosu posa en la previa del Mundial U19 de 2021. /FIBA
Anastasiia Kosu posa en la previa del Mundial U19 de 2021. FIBA
Luis Vallejo

Luis Vallejo

Skopjie, 2019. En pleno verano, el último antes del parón global por la pandemia, la capital de Macedonia del Norte se convirtió en el destino de las mejores jugadoras europeas sub-16 del continente, algunos familiares apasionados y un puñado de entrenadores procedentes de la NCAA. Es decir, a priori, nada diferente a lo que sucede año tras año en distintas ciudades europeas. Pero esta vez no fue una más. Diez días después de su aterrizaje, nadie se atrevía a afirmar que había sido un campeonato cualquiera. Y con razón.

La cita, organizada para la generación del 2003, terminó resultando la presentación global de dos de las jugadoras con mayor impacto en etapas formativas de este siglo: Juste Joycte (Lituania, 13 años) y Anastasiia Olairi Kosu (Rusia, 14 años). Como capitanas generales de sus equipos, las dos se batieron cara a cara en una final que ganó Rusia (66-73) y ya es historia. Por lo vivido en la cancha... pero también fuera. Porque ambas terminaron con 35 de valoración y se combinaron para sumar 60 puntos sin bajar del 60% en TC y capturar más de 20 rebotes. Mientras que el encuentro, en Youtube, superó las 140.000 reproducciones. El doble de espectadores que los acumulados por la segunda final más vista en los últimos 10 años del Europeo U16.

Jocyte, lituana, mostró unos recursos técnicos que, unidos a su espigado físico, hacían de ella un perfil pocas veces visto a su edad. Lo que vino después fue acorde a ello: Tony Parker se la llevó a Lyon y, meses después, se convirtió con ASVEL en la debutante más joven de la historia de la Euroliga.

Por su parte, Kosu, que salió elegida MVP del Europeo sub-16, tardó 13 meses más en debutar en la máxima competición continental. Aunque rondaba la misma estatura, su perfil era más físico y atlético. No hubo mejor reboteadora que ella en el campeonato y sus penetraciones resultaban imparables, incluso para jugadoras dos años mayores que ella.

Anastasiia Kosu, mirando a cámara, en las categorías de formación del Dynamo Kursk.  FIBA
Anastasiia Kosu, mirando a cámara, en las categorías de formación del Dynamo Kursk. FIBA

A pesar del amplio interés surgido en diferentes puntos de Europa, la adolescente de raíces nigerianas decidió continuar con su formación en el Dynamo Kursk, intercalando la segunda con la primera categoría rusa a partir de la campaña 20-21. Ese mismo año en el que disputó el Mundial U19 y llegó a firmar una actuación de 20 puntos y 20 rebotes. Esta vez, elevando la dificultad un escalón más: ante rivales 3 años mayores que ella.

Aquella aparición internacional, sin saberlo, fue la última de la jugadora rusa. Pocos meses después, con el inicio de la invasión de Ucrania, FIBA comunicó que retiraba de sus competiciones a todos los combinados rusos. También de los torneos formativos. Una decisión que llevó a Kosu a continuar su desarrollo en un segundo plano internacional.

En la 21-22, jugando todavía en Kursk, la joven de 16 años comenzó a contar con significativos minutos en primera división. Y, con el adiós de casi la totalidad de las jugadoras extranjeras, el todopoderoso UMMC Ekaterinburg decidió convertirla en una de sus referentes de cara a este 2023.

Todavía sin la mayoría de edad, los registros de Kosu se han disparado en los últimos meses. En menos de 20 minutos por encuentro, la ala-pívot promedia 8.2 puntos, 5.9 rebotes, 1.2 asistencias y 14 de valoración. Números que han derivado en su debut con la Selección rusa, siendo convocada para un amistoso ante Bielorrusia en el que alcanzó los 12 puntos.

Con la generación del 2005 asomando la cabeza en la élite, Jocyte, Aarnisalo, Sivka o Malonga acaparan todos los focos. En Euroliga, Eurocup, en las ventanas FIBA o incluso en ciertas listas provisionales de cara a los futuros Draft de la WNBA. Esas competiciones que, hace no tanto, dibujaron su futuro con la joven que ahora compite cerca de Kazajistán. Sin hacer ruido, pero manteniendo alerta a directores deportivos europeos y personal WNBA. Porque Kosu, en la sombra, sigue su camino.