Todos los récords del mundo de atletismo que parecían imposibles

La historia del atletismo está llena de epopeyas. Es una disciplina que agrupa diversas modalidades de prueba: carreras a pie, saltos, lanzamientos, pruebas combinadas… Las plusmarcas del mundo de atletismo son ratificadas por World Athletics (que antes se conocía como Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo, IAAF, y cambió su denominación en 2019). Además de las categorías relacionadas con el género del participante (masculino, femenino), se dividen en olímpicas y no olímpicas.

Inicialmente, la IAAF sólo tenían en cuenta como récords mundiales a los obtenidos al aire libre, mientras que los que se lograban bajo techo se consideraban como mejores marcas mundiales en pista cubierta. Desde el año 2000 se eliminó esa distinción y las marcas obtenidas bajo techo se empezaron a reconocer como récords mundiales absolutos cuando superaron a la mejor marca obtenida al aire libre.

En los últimos tiempos, con los avances en los procesos de preparación física y mental de los atletas, hay mejores condiciones para lograr rendimientos más altos. Sin embargo, muchas de las plusmarcas logradas hace muchos años (en los 80, por ejemplo) permanecen intactas. Algunos de estos récords son discutidos: el de la fugaz velocista estadounidense Florence Griffith en los 200 metros, por ejemplo, por sospechas de dopaje. El uso de sustancias prohibidas siempre fue un tema candente en la historia del atletismo, sobre todo antes de la caída del Muro de Berlín: los deportistas de los países comunistas fueron señalados muchas veces por supuestas ilegalidades.

Párrafo aparte merece el jamaiquino Usain Bolt, cuyos récords parecen inalcanzables. Las proezas del "Relámpago" siguen sorprendiendo como el primer día. La velocidad que alcanzó en la carrera donde logró la mejor marca en 100 metros fue de 37,5 kilómetros por hora. Una bicicleta eléctrica estándar alcanza los 25 km/h, aunque hay algunas que llegan a los 45 km/h como máximo...

Ganador de nueve medallas de oro en Juegos Olímpicos, este deportista extraordinario también se benefició de un carisma que motivó repetidas veces la comparación con otra figura impresionante del deporte: Muhammad Ali, el boxeador más famoso y celebrado de todos los tiempos.

El récord de este gran atleta jamaicano, apodado con justicia "Lightning Bolt" ("Relámpago"), parece inalcanzable en la actualidad. Los mejores registros de hoy (Coleman, Trayvon Bromell, Fred Kerley) han llegado a 9,76 segundos. Más cerca estuvo su compatriota Yohan Blake, que comparte con el estadounidense Tyson Gay los 9,69s que también firmó Bolt en los Juegos de Pekín.

Esta atleta californiana tuvo un año espectacular: en 1988 logró en los trials de Indianápolis, clasificatorios para los Juegos Olímpicos de Seúl, correr los 100 metros en unos asombrosos 10,49s, una plusmarca que pulverizó a la anterior (los 10,76s de su compatriota Evelyn Ashford) y que hoy continúa pareciendo inalcanzable para cualquier atleta femenina. En los Juegos de Seúl, la actuación de Griffith Joyner fue memorable: ganó las medallas de oro en 100 metros, 200 metros y relevos 4×100 metros.

Su participación en el Campeonato Mundial de Atletismo de 2009 en Berlín, Bolt se transformó en el primer atleta ganador de los títulos mundiales de los 100 y 200 metros lisos, un doblete que antes había conseguido en los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008. El tiempo con el que rebajó la marca mundial de los 100 metros en 2009 es el de mayor margen desde que fue implantada la medición digital.

En su asombrosa performance en los Juegos Olímpicos de 1988 en Seúl, la norteamericana batió dos veces la plusmarca mundial en 200 metros: una en semifinales y la otra en la final, cuando llegó a los 21,34s que hasta ahora nadie más pudo alcanzar. Terminada esta inolvidable competición olímpica, con 29 años y en la cúspide de su carrera, anunció su retirada de las pistas y se dedicó a la publicidad, aprovechando la popularidad que tenía por entonces para promocionar toda clase de productos, incluyendo su propia línea de ropa.

Este atleta sudafricano, elegido como portador de la bandera de su país en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, logró la medalla de oro y este récord corriendo en el carril ocho, el más externo y el que por lo general usan los atletas con tiempos más lentos. Hizo los primeros 100 metros en 10,7 segundos y los 100 siguientes en 9,8 segundos, lo que rebajaba los mismos registros del récord mundial del estadounidense Michael Johnson (11,1 segundos y 10,1 segundos, respectivamente). Entre los 250 y 300 metros ya había logrado una distancia suficiente como para ganar la medalla de oro con con comodidad.

La checa Jarmila Kratochvílová había sido hasta 1985 la única mujer que que había logrado correr los 400 metros en menos de 48 segundos: llegó a la meta en 47,99 en Helsinki en 1983 y fue dueña de la plusmarca hasta que Marita Koch, atleta de la República Democrática Alemana, que había sido campeona olímpica de los 400 metros en los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980, la superó con su marca de 47,60s. Los rumores de dopaje, una práctica señalada como frecuente en los deportistas de los países satélites de la Unión Soviética, empañaron su logro, pero los datos registrados dicen que nadie se le acerca: la actual campeona mundial, la bahreiní Salwa Eid Naser, registró 48,14 segundos en el 2019 y es quien aparece con más posibilidades de destronar a la alemana.

Este atleta nacido en Kenia logró los títulos de campeón olímpico y mundial en esta distancia y se apoderó del récord mundial con una marca de 1:40,9 segundos establecida en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Rudisha es considerado el mejor corredor de 800 metros de todos los tiempos. El británico Sebastian Coe -campeón olímpico de los 1.500 metros en Moscú 1980 y Los Ángeles 1984 y considerado uno de los mejores atletas de la historia- aseguró que la del africano fue "una proeza inolvidable, una de las más memorables en la historia olímpica". Y no le faltaba razón: Rudisha, se impuso en una carrera que fue la más rápida de la historia y en la cual ocho competidores corrieron por debajo de un minuto y 44 segundos.

Después de que Marita Koch le arrebatara el mejor tiempo en los 400 metros en 1985, la atleta checa logró una marca en los 800 metros que es hoy por hoy el récord más longevo de la historia de este deporte. La candidata a superarla es una joven estadounidense de 20 años, la actual campeona olímpica Athing Mu, que llegó a la meta en 1:55.04s en 2021. Aunque empezó a competir cerca de cumplir los 30 años, Kratochvílová fue campeona mundial en Helsinki 1983 en 400 y 800 metros, ganó tres campeonatos de Europa en 800 metros y tuvo en su poder las plusmarcas mundiales de 400 y 800 metros lisos, de las cuales sólo conserva la segunda.

Este gran atleta marroquí, especialista en pruebas de mediofondo, tiene las actuales plusmarcas mundiales de 1.500 metros (3.26.00s), de 2.000 metros (4:44,79s) y de la milla (3.43.13s). Fue campeón olímpico en Atenas 2004 tanto en 1.500 como 5.000 metros, un doblete que sólo había conseguido mucho antes, en los Juegos Olímpicos de París en 1924, el finlandés Paavo Nurmi. De niño, El Guerrouj soñaba con ser futbolista, pero terminó transformándose en el mejor mediofondista de la historia. En 1999 también ganó de forma espectacular la medalla de oro en los Campeonatos Mundiales de Sevilla, con una marca de 3.27.65s.

Esta etíope especialista en carreras de mediofondo y fondo ganó dos medallas en el Campeonato Mundial de Atletismo de 2015 y cinco medallas de oro en el Campeonato Mundial de Atletismo en Pista Cubierta entre los años 2012 y 2018. La plusmarca mundial al aire libre en 1.500 metros que estableció en Mónaco (3:50,07) precedió a los récords mundiales en pista cubierta en los 3.000 metros (8:16,60) y los 5.000 metros (14:18,86). Genzebe comenzó a destacarse como atleta de élite internacional ya en su etapa juvenil: como atleta sub-20 ganó dos títulos en los mundiales juniors -en la modalidad cross country- y una medalla de oro en el mundial juvenil, en la prueba de 5.000 metros.