ATLETISMO

Las nuevas manos a las que se encomienda Ana Peleteiro en su 'cambio radical': "Estaba en el sofá y me llegó un mensaje"

Pablo Queiruga se ha convertido en el fisioterapeuta de la campeona de Europa tras su traslado a Galicia.

Ana Peleteiro, junto a su nuevo fisioterapeuta Pablo Queiruga en Sudáfrica. /RELEVO
Ana Peleteiro, junto a su nuevo fisioterapeuta Pablo Queiruga en Sudáfrica. RELEVO
José M. Amorós

José M. Amorós

"Yo estaba en el sofá de mi casa y me llega un mensaje en el que ponía: 'Hola, soy Ana Peleteiro. Era para que me dieras una cita, me han hablado de ti'. La verdad que fue un poco surrealista". De una manera tan corriente y usual, similar a lo vivido por cualquier profesional de la salud cuando alguien le busca para un tratamiento, comenzó la historia en la que Pablo Queiruga, fisioterapeuta de la clínica Saúde Sport de Porto do Son (A Coruña), se ha terminado convirtiendo en las nuevas manos de confianza de la atleta española más reconocida como una piedra más de su 'cambio radical'.

La saltadora, campeona de Europa el pasado verano, ha culminado su vuelta a casa, después de dejar Guadalajara y el grupo de Iván Pedroso para afincarse y continuar su carrera en su localidad natal de Ribeira. Allí ya llegó con su entrenador, su marido Benjamin Compaoré, mantiendo también a su coach personal en Madrid, y desde el primer día en su nuevo lugar de entrenamientos ya contó su primera compañera de entrenamientos, la francesa campeona mundial junior en 2011, Sokhna Gallé. Pero, a una Peleteiro perfeccionista en el entorno que le rodea, faltaba completar el equipo con un fisioterapeuta de confianza. Lo buscó, pidió recomendaciones y lo encontró.

Pablo Queiruga cuenta cómo empezó a trabajar con Ana Peleteiro.RELEVO/JM AMOROS

"Ella no me conocía, yo a ella... obviamente sí, porque la conoce todo el mundo. Todo fue por una recomendación, pero desde el primer momento ya tuvimos feeling en la sesión y fue todo como muy rodado, con ella y con todo el equipo", cuenta con una sonrisa aquella primera consulta que le terminaría cambiando la vida y trastocando los planes. "Antes yo me levantaba y venía a trabajar a clínica, tenía como una rutina. Con mucho trabajo, pero era de la casa a la clínica y de la clínica a la casa, y claro, ahora me veo en esto. Al principio como que no lo acababa de asimilar". Y es que tras la primera consulta llegaron muchas más que le terminarían llevando a una pretemporada de tres semanas a casi 12.000 kilómetros de casa, en la ciudad sudafricana de Potchefstroom. "Un cambio brutal de estar en una clínica viendo llover a estar a 32 grados. Pero se me pasó totalmente volando. Estábamos todo el día trabajando, doblábamos sesión y, cuando no, íbamos a hacer cosas como a ver algún museo".

El viaje a uno de los lugares elegidos por gran parte del atletismo para preparar las competiciones también fue el cúlmen del cambio de Pablo. "Por ejemplo, yo algún día llevaba la camilla al centro de entrenamiento y la estaba tratando viendo a otros deportistas olímpicos. Yo hasta ahora abría la ventana y veía el mar, que también está bien, pero allí estaba tratando al aire libre, a 28 o 30 grados, a una medallista olímpica mientras veía a gente de atletas de otros países de alto nivel".

Pablo Queiruga trata a Peleteiro en el stage de Sudáfrica. RELEVO
Pablo Queiruga trata a Peleteiro en el stage de Sudáfrica. RELEVO

"Trabajar con ella facilita bastante, se nota que lleva años en la élite, y se conoce muchísimo. O sea, conoce muy bien su cuerpo, cuándo tiene que descansar, de dónde le puede venir un dolor... eso nos facilita mucho", analiza haciendo una radiografía a la Peleteiro paciente. "Otros deportistas o entrenadores no le conceden tanta importancia a nivel de fisioterapia, pero para ella es un pilar básico. Ella tiene tanto su coach mental, como su entrenador y tiene a su fisio. Lo engloba todo un conjunto y le concede mucha importancia a cada uno de los pilares del equipo".

Además, aunque en la conciencia colectiva del aficionado se puede tener la mirada seria y devoradora de la saltadora durante sus competiciones, Pablo cuenta cómo Ana gana en las distancias cortas y en el día a día del trabajo. "En el trato cercano es incréible. Son bromas todo el rato, es como si estuviese tratando a alguien con quien llevo tratando años. Aunque cuando hay que entrenar y estar serio se hace...".

"Con el cambio, ha dejado de tener molestias"

Pablo Queiruga Fisioterapeuta de Ana Peleteiro

La confianza en las manos de Pablo han llevado a este joven gallego a pasar las primeras semanas del 2025 en el verano del hemisferio sur, en los campos y pistas de la Universidad del Noroeste donde la selección española de fútbol fijó su 'bunker' durante el bienaventurado Mundial 2010. "A Ana, y también a su compañera Sokhna, la llevaba tratando unos meses, pero donde verdaderamente nos conocimos más fue ahora en la concentración de Sudáfrica. Se afianzó todo muchísimo más porque al final es una convivencia, más que el solo atleta-fisio o entrenador-fisio en el caso de Benjamin".

Pablo Queiruga trata a Peleteiro en el stage de Sudáfrica. RELEVO
Pablo Queiruga trata a Peleteiro en el stage de Sudáfrica. RELEVO

En esta aventura, Queiruga también ha afrontado en primera persona una de las grandes decisiones de Peleteiro en los últimos meses y que mostrará este invierno: el cambio de pierna de batida en sus saltos, con el cambio de cargas y los posibles inconvenientes que pudieran aparecer en este arriesgado cambio. "A ella le pasa justo lo contrario, que siempre llevaba detrás unas molestias [en su pierna de apoyo]. Con el cambio, le ha dejado de molestar y, junto a todo el trabajo específico que está realizando con su entrenador, se está notando".

Sin molestias y con ilusiones renovadas, las ilusiones de ver a esta nueva Peleteiro se disparan. Seguramente y es una postura casi unánime, la gallega es una de las deportistas españolas que mejor compite en esos días D que diferencian a los mejores de los 'solamente' buenos, y que logra sacar el máximo rendimiento a sus capacidades. A pesar del sinfín de cambios en su vida, hay pocas dudas de que SúperAna seguirá compitiendo como la que más, rodeada ahora de un nuevo grupo y en un entorno que ella misma ha elegido. Está en buenas manos.