Luces y sombras del atletismo keniano: "No todo era genética"
El mundo se pregunta por qué el país que domina el maratón acumula tantos positivos en tan poco tiempo.
La luz es el keniano Eliud Kipchoge y su récord mundial del 25 de septiembre en Berlín. Un crono de 2:01:09 y la sensación de que bajar de dos horas en un maratón homologado es posible, al menos para él. "Estratosférico, es un extraterrestre", comenta el segoviano Javi Guerra, dos veces cuarto de Europa en la distancia, antes de concluir: "Cada vez estoy más convencido de que lo puede conseguir. La cuestión radica en encontrar una o varias liebres que puedan ayudarle hasta el km 35".
La sombra es "el aberrante número de kenianos que están dando positivo en los últimos meses y años", apunta Arturo Casado, campeón de Europa de 1.500 y profesor universitario, que ha dedicado muchas horas de su vida al estudio del país africano. "Me entristece bastante. Al final, están corriendo por sobrevivir, eso también explica la gran avalancha en la utilización de sustancias prohibidas. Es una gran pena porque el dopaje es la mayor lacra que hay en el deporte; lo contamina todo, lo enturbia todo", se lamenta.
La luz es que el doble campeón olímpico, en Tokio y Río, es el elegido. "No hemos visto ningún maratoniano que esté a la altura de Kipchoge ni que se le acerque", continúa Casado. "La consistencia y continuidad, la forma de rendir en todas las carreras... Bate récords del mundo como si no costara. Es algo que no se ha visto nunca. La entereza, la experiencia y la clase que muestra Kipchoge es algo inigualable", indica. Roberto Alaiz, fondista internacional, recuerda que "ya bajó de dos horas en un circuito cerrado con liebres no reglamentarias" (1:59:40, el 12 de octubre de 2019 en Viena), pero avisa de que "no le quedan muchas balas" por su edad.
La sombra es que el debate de las dos horas ha pasado a un segundo plano por las trampas de otros compatriotas. Alaiz, que ha realizado dos concentraciones en Kenia, en 2015 y 2022, ayuda a entender el contexto: "Tienes que conocer la mentalidad de Kenia y su sociedad. Ellos no ven el dopaje como una trampa, de alguna manera lo tienen normalizado, para tratar de huir de la pobreza… A nivel de salidas: eres atleta, granjero o agricultor. Hay muchos atletas y no todos pueden ser superclases. El dopaje es educación y allí, en un país en el que también hay corrupción, no se ve como algo nocivo. Lo que le interesa a la gente es comer y vivir bien".
La luz es que "el único que tiene potencial" para lograr lo inimaginable en el asfalto es Eliud Kipchoge, pero "no va a ser nada fácil", subraya Antonio Serrano, laureado entrenador de maratonianos españoles. "Por edad y porque se comenta que le pueden quedar los Juegos Olímpicos y un par de maratones, y quizá no sean de los más planos. Necesita una carrera como Berlín, con un buen día y buenas libres. Si no, habrá que esperar a que surja otro corredor de ese talento o que haya otros avances".
"Kipchoge no se está volviendo loco con el tema económico, prioriza agrandar su leyenda"
Exatleta internacionalLa sombra es la historia detrás de cada caso positivo. Ganar uno de los grandes maratones del mundo, como le sucedió a Diana Kipyokei en Boston en octubre de 2021, supone 152.000 euros, tres veces más que el valor de una buena casa en la Kenia rural (6 millones de chelines kenianos, unos 50.000 euros). Su positivo por triamcinolona, tras aquella carrera, y las acusaciones por falsificar pruebas le han llevado, un año más tarde, a ser cazada por la Unidad de Integridad del Atletismo (AIU). "Hay que felicitar a la AIU por pisar el acelerador. Creíamos que todo era genética, pero también había atajos", dice Juan Carlos Higuero, uno de los grandes referentes del atletismo español. Guerra va por esa línea: "Se está viendo que quizá no todo era genética, sino que está interviniendo otro sistema, no sé por dónde. Me da mucha pena". Carl Lewis se hacía la misma pregunta en Relevo hace una semana.
La luz es que el atleta siempre se supera. "Yo creo que sí veremos al hombre bajar de dos horas en un maratón convencional", vaticina Higuero. "Cuando Kipchoge tenga una liebre que le tire hasta el km 30 a ritmos frenéticos, lo podrá hacer", manifiesta el ahora comentarista de TVE antes de advertir: "Eso sí, mientras más tiempo pase, más difícil será, por la edad de Eliud". Un maratoniano que "compite muy a la carta y no se está volviendo loco con el tema económico, sino que prioriza el agrandar su leyenda". En eso consiste el atletismo. Por eso la luz siempre se impone a las sombras.